ST. CROIX, Islas Vírgenes Estadounidenses (BP) — La devastación y el sufrimiento entre los sobrevivientes de los huracanes Irma y María en las Islas Vírgenes Estadounidenses (USVI) fueron palpables para el bautista de Florida Jeffery Singletary, quien había dirigido un viaje de misiones a las islas meses antes de las tormentas.
La respuesta que le salió del corazón fue una serie de cruzadas “Alimentación de los Cinco Mil” que cosecharon 620 decisiones para Cristo y alimentaron a miles tanto espiritual como físicamente, le dijo Singletary, catalizador regional de la Convención Bautista de Florida, a Baptist Press. Una cruzada en St. Croix del 28 al 30 de enero será la tercera.
“Supe que ellos tenían cuatro grandes necesidades — comida, ropa, albergue y esperanza,” dijo Singletary. “La Cruz Roja podía ayudar con la comida y la ropa. FEMA podía ayudar a proveer albergue. Pero solamente la iglesia de Jesucristo podía proveer verdadera esperanza.”
Singletary dirigió las cruzadas en St. Thomas del 19 al 21 de noviembre y en St. John el 21 y 22 de diciembre, sostenidas por una gran cantidad de bautistas del sur de la Convención Bautista de Florida, la Junta de Misiones Norteamericanas, la Iglesia Bautista Calvary de Clearwater, Fla., Christ Fellowship de Miami, y ministerios de alivio en desastres tanto de las convenciones bautistas de Kentucky como de Alabama.
Ken Weathersby, vicepresidente de avance de la convención del Comité Ejecutivo de la Convención Bautista del Sur, fue uno de los predicadores en la cruzada en St. Thomas, donde 575 sobrevivientes de los huracanes profesaron decisiones para aceptar la salvación en Cristo.
Weathersby les ofreció a los sobrevivientes la esperanza de Jesús proclamada en Apocalipsis 3:20: “Mira que estoy a la puerta y llamo. Si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré, y cenaré con él, y él conmigo.”
“Muchos de los que asistieron a la cruzada se sentían solos,” le dijo Weathersby a BP, quien predicó sobre “la esperanza de Jesús en medio de la oscuridad. Les ofrecí un compañerismo que vive por la eternidad.”
Voluntarios que incluía pastores y miembros sirvieron 3,000 comidas y distribuyeron comestibles a 26,000 personas en St. Thomas, dijo Singletary, y proveyeron comestibles a 7,200 sobrevivientes en la cruzada en St. John, donde Singletary registró 45 decisiones para aceptar a Cristo.
El pastor bautista del sur Lennox Zamore estuvo entre los voluntarios. Zamore, pastor sénior de la Iglesia Bautista Exciting Central Tampa desde octubre de 2017, era el pastor de la Iglesia Bautista Ebenezer en St. Thomas cuando las tormentas golpearon.
“Estamos muy agradecidos por todos los voluntarios y la manera en la que estamos teniendo un tremendo impacto en las vidas de nuestra comunidad,” dijo Zamore en Facebook cuando participaba en la cruzada en St. Thomas. “Queremos agradecer a todos por venir y ser parte de esta gran aventura.”
Singletary planea proveer 15,000 comidas a los sobrevivientes en St. Croix y espera atraer a cientos a Cristo, le dijo a BP. Entre los oradores estarán Mark Croston, director nacional de asociaciones de la iglesia negra de Recursos Cristianos LifeWay; Dennis Mitchell, director ejecutivo del Compañerismo Nacional Afroamericano de la SBC; y el jugador más valioso del Súper Tazón XXXVII, Dexter Jackson.
Entre los muchos oradores y líderes de adoración en las cruzadas de St. Thomas y St. John estuvieron Willie Rice, pastor sénior de la Iglesia Bautista Calvary; Adron Robinson, pastor sénior de la Iglesia Bautista Hillcrest en Chicago; la artista Niya Cotton, líder de adoración de la Iglesia Trinity en Cedar Hill, Texas; y el excampeón mundial de boxeo Julian Jackson Sr. y su hijo el boxeador olímpico Julian Jackson Jr., ambos de las Islas Vírgenes.
Los eventos han animado a los residentes de las islas y los han hecho sentirse más conectados con los 50 estados, dijo Singletary, basado en las cartas, correos electrónicos y otros mensajes que ha recibido.
“Le ha dado a la gente en las USVI esperanza renovada de que alguien más allá de sus islas verdaderamente se interesa en su apuro y condición,” dijo Singletary. “Las relaciones han sido creadas y fortalecidas cultural y denominacionalmente. Las cruzadas han servido para albergar relaciones con los pastores y los líderes comunitarios que no existían previamente. Hemos hecho un impacto del Reino.”
Él animó a los bautistas del sur a hacer más para involucrar a bautistas del sur en el ministerio caribeño.
“Ellos nos necesitan a nosotros y nosotros los necesitamos a ellos. Juntos somos mejores y el Reino es más fuerte,” dijo Singletary. “Qué gran fuerza enviadora pueden ser ellos para el mundo con recursos. En el pasado hemos visto el Caribe como un campo misionero. Ahora es tiempo de verlos a ellos como una fuerza misionera.”
