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Cuando la atracción por el mismo sexo golpea el hogar: Cómo ayudar


NASHVILLE (BP) — Es un momento que muchos cristianos han tenido que enfrentar: el anuncio de un miembro de la familia de que él o ella es gay.

En medio de sentimientos de pesar, culpa, temor y enojo que las familias pueden experimentar alrededor de un anuncio tal, los expertos en consejería bíblica dicen que los creyentes deben tener esperanza y darse cuenta de que Jesús siempre cambia a aquellos que llegan a él en arrepentimiento y fe.

La “mentira” que “el cambio es imposible” para la gente que experimenta atracción por el mismo sexo “es una ofensa en contra del evangelio porque el cambio es la ‘especialidad’ de Jesús,” le dijo Heath Lambert, profesor asistente de consejería bíblica en el Seminario Teológico Bautista Southern, a Baptist Press. “Necesitamos infundirle esperanza a la gente; debemos infundirle la profunda convicción de que Jesús ha estado cambiando gente durante 2.000 años y lo/la cambiará a usted si usted tiene fe en él.”

Lambert; John Babler, profesor asociado de consejería del Seminario Teológico Bautista Southwestern; y Sam Williams, profesor de consejería del Seminario Teológico Bautista Southeastern, sugirieron varias maneras en las que los cristianos pueden ayudar a miembros de la familia que luchan con la atracción por el mismo sexo.

Desarrolle una cultura de honestidad donde los miembros de la familia puedan confesar sus pecados y pedir ayuda.

“Debido a la misericordia de Dios, si hay un evangelio, no tiene sentido evitar, negar o minimizar la atracción por el mismo sexo,” le dijo Williams, miembro del Grupo Asesor de Salud Mental del Comité Ejecutivo de la CBS, a BP en comentarios en un correo electrónico. “Me gustaría plantear que hay una forma cristiana apropiada de ‘salir del closet.’ ¿No debemos todos salir del closet por cualquier cosa que encontremos adentro que esté rota o equivocada? Hacemos esto para poder arrepentirnos más completamente, y recibir toda la ayuda y sanidad que viene a través de las relaciones cristianas auténticas.”

Es importante que las familias dejen de reaccionar “con los pelos de punta” ante una confesión de atracción por el mismo sexo de lo que lo hacen por confesiones de otros pecados, dijo Lambert.

“Los cristianos olvidan que pecado es pecado,” dijo. “Tenemos realmente que ser cuidadosos de no llevar a alguien a pensar que no tiene remedio y que es incorregible o que piense que causan más repulsión sus luchas que las que causan las nuestras.”

Exprese amor y explique que la lujuria y los comportamientos homosexuales son pecados.

Las familias deben evitar el doble error de explotar ante la confesión de la atracción por el mismo sexo o de evitar la conversación sobre el tema por temor de dañar la relación, dijo el consejero bíblico.

Una declaración de amor incondicional es un buen punto de inicio para cualquier conversación acerca de la homosexualidad de un miembro de la familia, le dijo Babler a BP, pero esa no debe ser la única cosa que se diga.

“Diga que la homosexualidad es claramente un asunto de pecado, como la Biblia enseña,” dijo Babler, aunque no es “un ultra pecado que es peor que cualquier otro.”

Hablar la verdad sobre el pecado de la homosexualidad es difícil, concedió Babler, pero las consecuencias de quedarse en silencio son mucho peores.

“Finalmente el destino final de este ser amado puede descansar en” la disponibilidad de su familia a confrontar el pecado, dijo. “Aun cuando hayan hecho una profesión de fe, están por lo menos lo suficientemente cegados para no poder seguir el consejo divino de la Escritura.”

Clarifique que nuestra identidad no está determinada por nuestros deseos sexuales.

“Queremos ayudar a las personas a entender que aunque esos deseos por el mismo sexo — al igual que los deseos por el sexo opuesto — pueden ser fuertes, no definen quién es usted,” dijo Lambert. “Dios define quién es usted, una persona hecha a la imagen de Dios. Y si usted es una persona salva, usted es una persona que está siendo redimida hacia la imagen de Cristo.”

Babler señaló que la cultura “frecuentemente anima a las personas a encontrar su identidad en algo más allá de ellas mismas — sea ‘soy gay’ o ‘soy una persona obsesiva compulsiva.'” Pero la verdadera identidad “se encuentra en lo que respecta a haber sido creado a la imagen de Dios y ser una persona con la que Dios desea tener una relación.”

Enseñe la verdad del evangelio que Jesús cambia a los pecadores.

“Un cambio real y sustantivo puede ser esperado por la gente con atracción por el mismo sexo y la misma orientación sexual, como puede y deber ser para todos los que hayan escogido seguir a Cristo,” dijo Williams.

Como con otros pecados no obstante, Dios no siempre cambia la inclinación de un creyente a la atracción por el mismo sexo de la noche a la mañana, dijo Williams. Mucho cambio involucra “una larga obediencia de fe a lo largo de un angosto y a veces difícil camino.”

“Como lo es con muchos pecados arraigados profundamente dentro de nosotros, el cambio puede o no estar asociado a una completa eliminación o reversión de la atracción por el mismo sexo, por ahora,” dijo Williams. “Pero no se equivoque respecto a esto: bajo la cruz y en Cristo ni el pasado ni nuestros deseos determinan nuestra identidad o nuestro futuro. La enseñanza de Pablo en Romanos 6 es ser quien usted es, en Cristo.”

Use las mismas técnicas ministeriales que emplea para ayudar a los que luchan con otro tipo de pecados.

Relaciones de rendición de cuentas con creyentes del mismo género, confesión de pecados, confianza en el evangelio, participación en una iglesia local y meditación en las Escrituras, todo ayuda a aquellos que luchan con la atracción por el mismo sexo, convino el consejero bíblico.

“Un problema tan grande como es la homosexualidad, puede ser tratado de la misma manera como si tuvieran un miembro de la familia que está luchando con un pecado heterosexual fuera de la relación matrimonial,” dijo Babler. Finalmente una familia preocupada necesita “llamar a los miembros de su familia a las páginas de las Escrituras.”

Puede ser útil enviarle a la persona que lucha breves mensajes a través del correo electrónico o los medios sociales, dijo Babler. Toda la Escritura compartida no debe enfocarse en el pecado sexual sino en una variedad de temas que van desde el carácter de Dios y el evangelio hasta la Gran Comisión y la pureza personal.

Hable con el pastor o un consejero temeroso de Dios si encuentra eso útil.

Es un mito que solo los consejeros profesionales y los miembros del clérigo están equipados para ayudar a las personas que tienen atracción por el mismo sexo, dijo Lambert, aunque algunos consejeros bíblicos y pastores pueden proveer guía espiritual.

“Hay muchos profesionales que no saben cómo asignar el evangelio de Jesucristo al proceso de cambio,” dijo Lambert. Tales consejeros “pueden tener algunos consejos prácticos que alguien puede usar, pero no van a poder ayudar a alguien a cambiar de una manera que honre a Jesucristo.”

La elección “no es entre un profesional y un no profesional,” dijo. La clave es encontrar un cristiano temeroso de Dios ” que conozca las dinámicas bíblicas de cambio y cómo Jesús usa su gracia poderosa en categorías prácticas para ver que las personas sean diferentes de lo que eran.”

Aun cuando las familias den la mejor ayuda posible, la triste realidad es que no todos los homosexuales se arrepienten y siguen a Jesús, señaló el consejero bíblico. Los esposos algunas veces dejan a su esposa por otro hombre. Las esposas algunas veces dejan a su esposo por otra mujer. Y los padres creyentes tienen hijos que viven una vida homosexual.

En tales casos, es importante que las familias no se culpen por el pecado del ser amado, dijo Lambert, y añadió que lidiar con un cónyuge homosexual generalmente es más emocionalmente difícil que hacerle frente a un hijo o hija o hermanos gay.

“El pecado no ocurre de una manera simplista; ocurre de una manera compleja. Podría ser el caso de padres muy fieles que aman a sus hijos y hablan con ellos sobre el evangelio y estaban presentes en sus vidas y dirigieron su comportamiento e intereses hacia cosas apropiadas al género” y aun así tengan un hijo homosexual, dijo Lambert. “En un mundo lleno de pecado, las personas se salen del carril y los padres necesitan no tener el instinto de culparse a sí mismos.”

Cualquiera que sea el resultado del esfuerzo de ministerio de una familia, deben sujetarse de la verdad de Dios y no permitir que la experiencia de tener un ser amado homosexual distorsione su interpretación de la Palabra de Dios, dijo Babler.

“Una de mis preocupaciones al trabajar con miembros de una familia es que quiero animarlos a mantener intactas su teología y su creencia bíblica,” dijo Babler, “y no acomodarse debido al hecho de que es uno de sus seres amados y digan: ‘Ahora voy a cambiar la manera en la que miro la Biblia y voy a redefinir mi conclusión acerca de lo que dicen las Escrituras en relación a la homosexualidad.’ Esa es una gran tentación.”

Recursos adicionales para familias de aquellos que luchan con la atracción por el mismo sexo incluyen Restored Hope Network (Red esperanza restaurada), un grupo de ministerios que tratan asuntos de relaciones y sexuales, y los libros “Understanding Sexual Identity” (Entendiendo la identidad sexual) de Mark Yarhouse y “Is God Anti-Gay” (¿Es Dios anti gay?) de Sam Allberry.
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David Roach es corresponsal nacional jefe de Baptist Press, el servicio de noticias de la Convención Bautista del Sur.

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  • Por David Roach