EURASIA (BP) — Omar Aziz recorrió a pie todo el trayecto de un país a otro, pasando por campos minados, montañas y desiertos, hasta llegar al funeral del hijo adolescente de un amigo.
En el funeral se sentó en medio de los padres, Nik y Ruth Ripken.
Lo que allí vio fue impactante.
“La gente cantaba. La gente lloraba. Pero todo el mundo parecía saber que Tim estaba en el paraíso,” dijo Aziz, un musulmán devoto. “¿Por qué nosotros los musulmanes no podemos saber que nuestros seres queridos están en el paraíso cuando mueren? ¿Por qué es que solo los seguidores de Jesús saben exactamente a dónde van después de la muerte?”
Son pensamientos como estos los que están llevando a los musulmanes a hacer las preguntas correctas, afirma Nik Ripken, el principal especialista del mundo acerca de la iglesia perseguida en contextos musulmanes.
Por su parte, David Garrison reconoció que esas preguntas están dando lugar a un avivamiento en el mundo musulmán como nunca antes visto.
“Las conversiones a Cristo se están produciendo en casi todos los rincones del mundo musulmán,” cuenta Garrison, estratega global de la Junta de Misiones Internacionales para el avance evangélico.
Esto viene de la obra del Espíritu Santo y la propagación del evangelio, aunado al descontento que dicen sentir los musulmanes de su propia religión, explica Garrison.
“Hablan de sentirse perdidos, vacíos por dentro, sin seguridad de la salvación. Muchos están cansados del terrorismo, el fundamentalismo y la discriminación contra las mujeres y los no musulmanes,” comenta. “También es sorprendente la cantidad de musulmanes culturales, aquellos cuya fe no era más que una identidad nominal, que están encontrando en Cristo un Dios vivo que escucha y responde a sus oraciones.”
Esto es extraordinario, afirma Garrison, quien actualmente está escribiendo un libro titulado “Un viento en la casa del islam,” próximo a ser publicado más adelante en 2013. “Hemos investigado esto y podemos decir con certeza que ninguna generación en la historia ha visto tantos movimientos musulmanes a Cristo.”
Es un evento singular a lo largo de 1400 años de interacción entre cristianos y musulmanes, explica Garrison. “La triste verdad es que en los últimos 14 siglos, el cristianismo ha perdido decenas de millones ante el avance islámico.”
Durante ese tiempo, a menudo la respuesta cristiana era evasión o conflicto, indicó Garrison. Pero en el último par de décadas, la estrategia ha cambiado a oración y testimonio intencional, explicó.
“Los resultados no deben sorprendernos. Después de 13 siglos sin un solo movimiento musulmán no forzado a Cristo, ahora somos testigos de decenas de movimientos de miles de seguidores de Cristo, renacidos, bautizados, creyentes en la Biblia, y de trasfondo musulmán,” puntualizó Garrison.
Exactamente cuántos hay, nadie lo sabe, comentó. Por razones de seguridad no se permiten recuentos exhaustivos.
“Es cierto que hay cientos de miles, tal vez incluso unos pocos millones,” afirmó Garrison.
En su investigación, Garrison ha limitado sus encuestas a los movimientos de al menos 1.000 bautismos o 100 iglesias nuevas en las últimas dos décadas. En la actualidad, está siguiendo 73 movimientos que se ajustan a esta descripción.
“Varios de estos movimientos tienen decenas de miles de creyentes bautizados de origen musulmán,” aseveró.
¿Qué está haciendo que estos musulmanes se vuelvan a Cristo?
“Dios está usando muchas cosas,” comentó Garrison. “Oraciones contestadas, sueños, la siembra masiva de semillas a través de la distribución de ejemplares del Nuevo Testamento, evangelismo individual, televisión evangélica vía satélite y la película Jesús han sido todos reportados en los encuentros de musulmanes con Cristo.”
Garrison pidió a los cristianos que oraran para que los creyentes en Jesús “aprovechen este gran movimiento de musulmanes a Cristo,” orando por ellos, compartiendo con ellos más a menudo y “resistiendo la tentación de devolver mal por mal cuando sean maltratados por ellos.”
Pidió oraciones por los musulmanes que se convierten a Jesús, que Dios les proteja de la persecución “ineludible que sigue” y que sean audaces al compartir su fe a pesar de la persecución.
“Oren por un aumento de la cosecha de musulmanes en el reino de Dios,” concluyó Garrison. “Este es realmente su día de salvación.”
Para leer más de la historia de la iglesia perseguida en contextos musulmanes de Nik Ripken, visite nikripken.com.
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