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Aldeanos peruanos responden al evangelio


NOTA DEL EDITOR: Este año la Semana de Oración por las Misiones Internacionales será del 30 de noviembre al 7 de diciembre y se enfocará en aquellos que sirven en Sudamérica así como en las iglesias que se han asociado con ellos, ejemplificando así el esfuerzo evangelístico apoyado por las donaciones de los bautistas del sur a la Ofrenda de Navidad Lottie Moon. Este año el lema es “¡Diles las historia de Cristo!”; la meta nacional de la ofrenda es de $170 millones.

SAN JOSÉ DE QUERO, Perú (BP) — Justo afuera de la puerta de una tienda local en San José de Quero, Perú, Larry Jackson, un misionero de 64 años de edad, está de pie bajo la luz del sol, estrechando la mano de un influyente líder de la comunidad.

“Queremos darle la bienvenida y queremos escuchar acerca de su religión,” le dice el hombre wanka quechua a Jackson.

Jackson luego explica que el hombre es el patriarca de la familia, y generalmente lo que él dice es lo que todo mundo hace.

Los Jackson, provenientes de la Iglesia Bautista Pleasant Garden en Carolina del Norte, sirven en el Programa Maestro de la Junta de Misiones Internacionales. Los misioneros maestros son individuos de 50 años o mayores que se comprometen a servir en el extranjero durante 2 ó 3 años mínimo.

Los Jackson, quienes están en el tercer año del período maestro, han estado ya 8 años en Sudamérica, primero como plantadores de iglesias en Bolivia, después como coordinadores de oración y capacitadores para el Xtreme Team, un grupo de jóvenes que llevan el evangelio a lugares de difícil acceso en Sudamérica.

Ahora los Jackson reclutan iglesias que quieran adoptar a grupos étnicos en el norte y centro de Perú donde pocos conocen el verdadero significado del nombre de Jesús.

Mientras dirigen equipos de voluntarios bautistas provenientes de Virginia a través de las aldeas wanka quechuas, ubicadas en las profundidades de las montañas de los Andes en el centro de Perú, Jackson dice que la apertura del pueblo wanka le recuerda el “llamado macedonio” que recibió el apóstol Pablo en el Nuevo Testamento.

Luego de manejar 6 horas en los pasadizos a 16,000 pies de altura en los Andes, los miembros de la Iglesia Bautista Grace Community y la Iglesia Bautista Cambridge, ambas en Richmond, bajaron de los tres autos para todo terreno y llegaron a Huancayo, Perú.

Ya era tarde cuando los vehículos llegaron al estacionamiento en un hotel local, pero los nueve miembros del equipo sabían que éste era sólo el inicio del peregrinaje. Al día siguiente continuarían su viaje hacia la aldea wanka quechua escondida en el horizonte de las montañas.

PUERTAS ABIERTAS DE PAR EN PAR

Un niño wanka quechua se sienta de lado en su escritorio mirando hacia el frente del salón del kindergarten donde Guy Haolloway, el pastor de la Iglesia Bautista Grace Community, usa sus dedos para enseñarles a los niños cómo contar hasta 10 en inglés. Apoyándose con un codo en su escritorio de madera y alzando una mano intentando llevarle el paso al conteo en inglés, el niño lucha por recordar las palabras.

Pero Holloway vino a San José de Quero para hacer más que enseñar a contar en inglés a los niños. Cuando recién comenzó a prepararse para hacer un viaje de visión a Perú, no se imaginaba que estaría la frente de una multitud de niños wanka quechuas, compartiendo el evangelio en una escuela pública.

La multitud de niños guarda silencio cuando Holloway comienza a decirles cómo llegó a la fe en Cristo cuando era joven.

“Me sentí humilde al saber que Dios estaba ahí, en repetidas ocasiones, antes de que llegáramos, y que nos dio una tremenda puerta abierta de par en par,” recuenta Holloway. “Incluso escribí en mi diario, ‘Estas no son sólo unas puertas abiertas; son puertas abiertas de par en par.'”

Jackson, quien regularmente guía grupos de voluntarios en viajes de visión a través de Perú y Bolivia, describe la oportunidad como una fuera de lo común.

“En un viaje de visión, es muy inusual lograr acceso a las escuelas porque el primer viaje es generalmente de investigación,” dijo. “Se trata básicamente de tomar una decisión, de hacer un compromiso.”

Las dos congregaciones de virginia tenían la intención de compartir el evangelio en su viaje de visión, pero su meta principal era investigar el área y sus habitantes para discernir si el Señor les llamaba para ser las iglesias de coordinación estratégica para el pueblo wanka quechua.

Las iglesias de coordinación estratégica movilizan esfuerzos para plantar cuerpos de creyentes autóctonos y autosuficientes entre grupos étnicos específicos.

“El concepto de iglesia de coordinación estratégica otorga a la iglesia local la oportunidad de hacer lo que en el pasado se relegaba sólo a los misioneros,” dijo Jackson.

“Los misioneros juegan un papel vital ahora, pero lo que realmente hacen es ser el entrenador y lograr que los creyentes sean los jugadores en la cancha.”

CONSTRUYENDO PUENTES

A través del Plan Avanzado de Entrada Rápida (REAP, por sus siglas en inglés) de la Junta de Misiones Internacionales, las iglesias o asociaciones bautistas como las dos congregaciones de Virginia pueden adoptar a un grupo étnico en Sudamérica, construyendo un puente hacia esos lugares sin acceso al evangelio o sin presencia cristiana constante.

De los 699 grupos étnicos conocidos actualmente en la región de América del Sur, sólo 48 tienen misioneros de la Junta de Misiones Internacionales sirviendo a esas personas.

Al adoptar a un grupo étnico específico, las iglesias se comprometen a enviar voluntarios con regularidad—usualmente de tres a cinco viajes de 10 días cada uno, en un año—mientras desarrollan una estrategia para alcanzar a quines aún no ha escuchado el evangelio.

“Hay un misionero de la JMI por cada 1.6 millones de personas,” dijo Jackson. “Así que necesitamos que las iglesias en los Estados Unidos tomen una decisión y construyan un puente.”

Después de su primer viaje de visión a los Andes peruanos, el equipo de voluntarios regresó a sus iglesias para compartir sus experiencias.

Luego de meses en oración, ambas iglesias decidieron aceptar la invitación y el reto de servir como iglesias de coordinación estratégica entre los wanka quechuas de Perú. En los viajes que han hecho este año han mostrado el filme “Jesús” y han tenido docenas de nuevos creyentes en Cristo como resultado.

“Quedarse en casa, requiere un llamado,” dijo Jackson. “En la Gran Comisión, Dios ya nos dijo que teníamos que ir, y si voy a hacer otra cosa, creo que eso realmente sí requiere tener un llamado.

“Muy a menudo pienso que la entendimos al revés.”
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Kristen Heller es una ex corresponsal en el extranjero para la Junta de Misiones Internacionales. Para obtener más información sobre cómo ser una iglesia de coordinación estratégica en América del Sur, visite www.takingit2theedge.org/SCCP.htm.
Para obtener información sobre otras áreas del mundo, contante a la Junta de Misiones Internacionales en el 1-800-999-3113 o visite www.imb.org y busque una región específica.
Las donaciones a la Ofrenda de Navidad Lottie Moon se pueden enviar a través de www.imb.org/offering y así apoyar a los más de 5,300 misioneros enviados por la Junta de Misiones Internacionales a todo el mundo, incluyendo a Larry y Nancy Jackson en Perú.

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  • Por Kristen Hiller