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Estudio: La mayoría de los asistentes a la iglesia todavía se abstienen del alcohol


NASHVILLE (BP) — La mayoría de los asistentes a la iglesia dicen que la Biblia enseña en contra de la ebriedad. Pero eso no impide que 4 de cada 10 se tomen un trago de vez en cuando, muestra un estudio divulgado el martes (27 de noviembre).

Mientras 41 por ciento de los protestantes asistentes a la iglesia dicen que consumen alcohol, 59 por ciento dicen que ellos no. Ese es un ligero cambio desde hace 10 años. De acuerdo con la encuesta de Investigación LifeWay, la cual fue realizada del 22 al 30 de agosto de 2017.

En una encuesta telefónica en 2007 hecha por Investigación Lifeway, 39 por ciento de los protestantes que asisten a la iglesia dijeron que sí consumían alcohol mientras que 61 por ciento dijeron que no.

Las encuestas Gallup durante los últimos 75 años típicamente muestran que dos tercios de todos los estadounidenses adultos tienen ocasiones para consumir bebidas alcohólicas incluyendo 63 por ciento en 2018.

“Aunque el consumo de alcohol continúa siendo visto como una corriente principal en Estados Unidos, las actitudes de los asistentes a la iglesia acerca de beber no han cambiado mucho en la década pasada,” dijo Scott McConnell, director ejecutivo de Investigación Lifeway.

Casi 9 de cada 10 de los asistentes a la iglesia (87 por ciento) están de acuerdo en que las Escrituras dicen que la gente nunca debe embriagarse. Eso es más del 82 por ciento en 2007.

Pero cuando se trata de total abstinencia, menos de un cuarto (23 por ciento) de los protestantes que asisten a la iglesia creen que las Escrituras indican que la gente nunca debe beber. Una mayoría (71 por ciento) no está de acuerdo.

La porción de asistentes a la iglesia que dice que las Escrituras enseñan en contra de cualquier clase de consumo de alcohol ha disminuido un porcentaje de seis puntos en la última década. En 2007, 29 por ciento dijeron que las Escrituras dirigen a las personas a nunca beber alcohol; 68 por ciento no estuvieron de acuerdo.

Cuando los cristianos toman socialmente, muchos asistentes a la iglesia creen que ellos pueden causar que otros creyentes tropiecen o se confundan. En 2017, 60 por ciento estuvo de acuerdo y 32 por ciento no estuvo de acuerdo. La porción que dice que beber socialmente podría causar que otros tropezaran disminuyó ligeramente del 63 por ciento en 2007.

Los investigadores también encontraron que ligeramente más de la mitad de los asistentes a la iglesia dicen que las Escrituras indican que todas las bebidas, incluyendo el alcohol, pueden ser consumidas sin pecar (55 por ciento) y que los cristianos ejercen libertad bíblica cuando participan del alcohol en cantidades razonables (54 por ciento).

Las actitudes y los comportamientos relacionados con el uso del alcohol varían con base en la edad, la geografía, la afiliación a una denominación y otros factores demográficos.

Los varones asistentes a la iglesia son más propensos a decir que beben alcohol en comparación con las mujeres (48 por ciento vs. 37 por ciento).

Los luteranos (76 por ciento) y los metodistas (62 por ciento) son más propensos a decir que beben alcohol que los bautistas (33 por ciento), los que no tienen denominación (43 por ciento) y los de las Asambleas de Dios/Pentecostales (23 por ciento). Vea la historia relacionada en Baptist Press bpnews.net/51897/baptists-and-alcohol-is-the-consensus-shifting.

Los asistentes a la iglesia de 18 a 34 años están equitativamente divididos sobre su consumo de alcohol con 50 por ciento que dicen que beben y 50 por ciento que dicen que no beben. Cuarenta y un por ciento de los asistentes a la iglesia de 35 a 49 años dicen que beben, mientras que un 59 por ciento dicen que no; 44 por ciento de 50 a 64 años dicen que consumen alcohol, mientras que un 56 por ciento dicen que no. Los asistentes a la iglesia mayores de 65 años fueron los menos propensos a decir que ellos beben alcohol con un 32 por ciento que dicen que sí beben alcohol y un 68 por ciento que dicen que no. 

Entre los asistentes a la iglesia, aquellos con mayor educación son más propensos a decir que beben más que los que tienen menos educación. Los asistentes a la iglesia con maestría son más propensos a decir que beben (62 por ciento) seguidos por aquellos con licenciatura (59 por ciento), con algunos años de universidad (46 por ciento) y aquellos graduados de escuela secundaria/bachillerato o menos (26 por ciento).

Las perspectivas de los “asistentes a la iglesia’ sobre el alcohol no cambian muy rápidamente,” dijo McConnell. “La mayoría cree que bíblicamente ellos pueden beber, pero eligen no hacerlo.”

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  • Por Carol Pipes