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Lima, la comunidad china más grande de Latinoamérica 


LIMA, Perú (BP) — La mayoría de la gente no pensaría en Perú como un centro de trabajo chino, pero hay más de un millón de chinos en el país, 200,000 solamente en Lima. 

Llegaron a trabajar hace tres generaciones cuando la abolición de la esclavitud dejó un vacío en la fuerza laboral. Ellos eran trabajadores contratados, y una vez que terminaban sus contratos, muchos se quedaban y abrían sus propios negocios. 

Hoy en día. El barrio chino de Lima es un bullicioso centro de actividades con mercados, tiendas y abundancia de deliciosa comida que los peruanos han llegado a amar. 
Lo que hace falta son iglesias. Solamente hay 90 cristianos conocidos entre los chinos de Lima que se reúnen para tener cultos. 
Los misioneros veteranos de IMB Joe y Kim Busching llegaron a Lima en 2016 después de colaborar con las iglesias en Venezuela durante 14 años. Cuando investigaban esta ciudad y hacían inventario de la tarea de alcanzar a los perdidos, los impresionó la presencia de tantos chinos han. Equipos han tratado de iniciar una obra entre ellos en el pasado, pero sin éxito. 
Los Busching sintieron que Dios los guiaba a tratar de nuevo. Esta vez, estaban estupefactos al ver a Dios juntando una red internacional de personas con carga por alcanzar a este grupo. 
“Mi sorpresa ha sido cómo Dios parece estar contestando las oraciones de su pueblo — cómo Dios se está moviendo en los corazones de los estadounidenses, peruanos, bolivianos y chinos para hacer brillar la luz para los chinos han de Lima,” dijo Kim. 
La historia de los chinos en Lima ha sido una de opresión, prejuicio y tráfico humano. Los trabajadores por contrato, fueron mucho más afortunados que los esclavos africanos porque ellos podían ganarse su libertad. Después de completar sus contratos, estos laboriosos obreros se enfocaron en establecer su propia comunidad. 
En 1983, China facilitó las restricciones de emigración y muchos más chinos llegaron a Lima en búsqueda de oportunidades de negocios, lo que hizo a la comunidad étnica china la mayor en Latinoamérica. La ética china de trabajo se refleja en las saturadas calles del barrio chino, que alberga a más del 25 por ciento de los vendedores en el centro de la ciudad de Lima. 
Sin embargo, junto a los negocios legítimos, los estrechos callejones del barrio chino también proveen tapadera para el crimen y la actividad de la mafia. Y la influencia de los chamanes, los lectores de la palma de la mano y las prácticas de las religiones tradicionales chinas acechan en las sombras. 
Encontrando a los chinos 
Los Busching destacaron la necesidad de alcanzar la nueva afluencia de chinos tanto para su liderazgo como para un obrero de IMB en Asia Oriental, Ben Lin, quien contactó a una iglesia asociada en Kansas City, la Iglesia Bautista China Emmanuel, la cual envió un equipo a Lima para aprender más de la necesidad. 
Rápidamente entendieron la dificultad para tener acceso a los chinos. Cuando el equipo caminaba y oraba a través del barrio chino, las multitudes y el caos eran abrumadores, y tuvieron problemas para encontrar a alguno de los estimados 130,000 chinos que eran nuevos inmigrantes en Lima, lo que causó que Lin se preguntara:  “¿Dónde se esconden?” 
Debido a que los nuevos inmigrantes no tenían las habilidades de lenguaje para comunicarse con nadie en las calles o con los vecinos, tendían a agruparse en vecindarios chinos que no son obvios para los extranjeros.  
“Es como encontrar una aguja en un pajar de 10 millones de peruanos” dijo Lin. 
Desesperado, el equipo oró para que Dios le mostrara cómo proceder. Justo entonces, vieron a una mujer local china, Lily*, que tenía una gran sonrisa. Ella los invitó a su escuela de lenguaje, y los dirigió a una estrecha calle que los llevó a un tranquilo vecindario y a un complejo de apartamentos con cientos de inmigrantes chinos. 
Resultó que Lily era una cristiana que abrió una escuela de español como medio para alcanzar a los recién llegados inmigrantes chinos.  
“Ella creció adorando ídolos como la mayoría de los chinos. Emigró a Lima para comenzar un negocio. Era rica [pero] con una familia en quiebra y un negocio fracasado, sin esperanza y con pensamientos suicidas. Sin embargo, un día alguien le señaló a Cristo, y su vida fue transformada,” dijo Lin. “Ella deseaba alcanzar a los nuevos inmigrantes para guiarlos a Cristo, para ayudarlos a encontrar un verdadero propósito en la vida, y el verdadero gozo.” 
Encontrar a Lily fue una confirmación para el equipo de la Iglesia Bautista China Emmanuel. Para Lin fue más significativo.  
“Fue un tremendo gozo — muchas oraciones contestadas – como recibir lluvia después de una sequía,” dijo Lin. “El Señor ya está actuando en Lima. Él nos envió a Lily.” 
Edificando un equipo internacional 
Cuando el equipo de Emmanuel compartió el Evangelio con los estudiantes en la escuela de lenguaje de Lily, Dios impactó la gran necesidad en sus corazones. El pastor, Jerry Jean, comenzó a reclutar más obreros durante el viaje inicial. Él compartió con un grupo de pastores peruanos su creciente deseo de plantar una iglesia bautista china y los desafió a unírsele y ayudar. Jean cree que cualquier obra que comience allí será más saludable si una iglesia nacional peruana está involucrada. Dos pastores locales respondieron entusiastamente y ofrecieron su ayuda y un lugar para reunirse. 
Cuando el equipo de Emmanuel regresó a Kansas City y compartió todo lo que habían experimentado, la iglesia decidió adoptar a los chinos de Lima con la meta de plantar la primera iglesia bautista china en la ciudad. 
“Pero Dios no había terminado todavía,” dijo Kim Busching de la IMB. Otra misionera colega en Lima, Amy Fisher, asistió a una conferencia de las misiones sudamericanas llamada COMIBAN donde oyó a una mujer de Bolivia que desea trabajar entre los chinos. “Así que ahora estamos orando y explorando cómo ayudarla a contestar el llamado de Dios y unirse a este trabajo,” dijo Busching.  
Dos peruanos con un llamado a los chinos también han sido identificados.  
“Nuestro equipo está explorando maneras de ayudarlos a ser obedientes y unirse en este campo de siega,” dijo Busching.  
Emmanuel está tratando de encontrar a alguien que llegue a tiempo completo como misionero, e inclusive hay una posibilidad de que un misionero chino llegue de China a trabajar a Lima.  
“Una vez que tengan a alguien en el terreno, entonces la iglesia china estadounidense enviará equipos de corto tiempo para ayudar en el evangelismo y otras oportunidades,” dijo Fisher. “Lima es una ciudad muy grande con montones de chinos esparcidos por toda ella. Necesitamos tener más iglesias para alcanzarlos.” 
A medida que este equipo de ciudad se forma y la visión crece, el equipo ora por sabiduría para saber dónde enfocar sus esfuerzos, y buscan las conexiones correctas con la comunidad china. Sin embargo, ellos confían completamente en que Dios ya tiene un lugar en mente y los está guiando paso a paso. 
“Cuando miro lo que Dios ha hecho, es un gran recordatorio de que la tarea no es para un individuo o un equipo o una sola iglesia,” dijo Fisher. “Esta tarea es para creyentes de cada lengua, tribu y nación. Mientras él nos une, por favor oren para que solamente la visión de Dios guíe el corazón de cada uno de nosotros.” 

*Nombre cambiado.