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Alivio en Puerto Rico necesita voluntarios constantes y financiamiento


SAN JUAN, Puerto Rico (BP) — Los bautistas del sur continúan sirviendo a los residentes de Puerto Rico después de la devastación del huracán María en septiembre creando una respuesta a nivel nacional a partir de cero.

Sam Porter, director nacional de Alivio en Desastres de la Junta de Misiones Norteamericanas, ha pasado varios días en Puerto Rico en dos viajes separados para ayudar al coordinador de respuesta en desastre, Jack Noble a facilitarle la respuesta en gran escala de Alivio en Desastre Bautista del Sur (SBDR) y Envía Alivio.
“Aunque el apuro de Puerto Rico ha comenzado a desvanecerse de los titulares,” dijo Porter, “Todavía hay mucha necesidad y lugares para servir.”
El alcance Envía Alivio de NAMB ha conseguido espacio en bodegas en Puerto Rico para la reserva de alimentos, agua y otros recursos. Los artículos luego son distribuidos a diferentes ministerios de las iglesias para aquellos en necesidad en su región.
Una parte de la estrategia de Alivio en Desastre ha involucrado equipar a las iglesias locales de la isla para servir como centros de distribución.
Entre el 22 de octubre y el 11 de noviembre, los equipos de Envía Alivio y SBDR de 11 convenciones bautistas estatales distribuyeron casi 254,000 comidas, la mayoría de las cuales fueron sándwiches, pero también incluyeron más de 19,000 comidas calientes a partir del 14 de noviembre.
Equipos entrenados y voluntarios de SBDR de Arkansas, Tennessee, Luisiana, North Carolina, Alabama, Florida, Pennsylvania-South Jersey, Maryland-Delaware, la Convención Bautista del Northwest, la SBC de Virginia (SBCV) y la Convención de los Bautistas del Sur de Texas han estado sirviendo en Puerto Rico y sentando las bases para futuros esfuerzos de alivio en desastres.
Además de SBDR, equipos voluntarios organizados a través de Envía Alivio se espera que sirvan desde ahora hasta principios de 2018. Muchos equipos universitarios están planeando usar las vacaciones de invierno y de primavera para viajar a servir a Puerto Rico. Iglesias y otros ministerios también pueden hacer arreglos para enviar equipos y servir a comunidades en toda la isla.
“Estamos realmente buscando líderes de equipos de trabajo, personas que tengan experiencia en carpintería o en alivio en desastres y puedan dirigir un grupo,” dijo Porter. “Si alguien quiere venir de dos a cuatro semanas seguidas, verdaderamente necesitamos sus servicios.”
Muchas de las iglesias bautistas en Puerto Rico han visto a Dios moverse a pesar de los debilitantes efectos de la tormenta, dijo Carlos Rodríguez, misionero de NAMB en Puerto Rico.
“Una de las cosas buenas del desastre es que la gente se ha tenido que levantar de las bancas e ir al campo de misiones,” dijo Rodríguez. “La gente ha comenzado a ver por sí misma la necesidad y se adentra en sus comunidades y sirve, no solamente comida sino compartiendo el evangelio.”
Como el huracán María dejó una masiva devastación tras de sí, muchos de los edificios de las iglesias quedaron inutilizables, fuera porque no tenían electricidad ni agua potable o debido a que fueron severamente dañados. En algunos casos, los edificios se convirtieron en pérdida total.
Aun así, el ministerio sigue adelante, dijo Rodríguez, catalizador nacional de plantación de iglesias de NAMB en Puerto Rico.
“La gente está siendo salva,” reportó. “Ha sido, de alguna manera, un reavivamiento para las iglesias. Las iglesias están pensando de diferentes maneras; su gente está visitando a otros en su comunidad y no solamente se está quedando en la iglesia.”
Convenciones bautistas estatales en Alabama, SBCV y Tennessee se han ofrecido para tomar diferentes regiones de la isla y coordinan compañerismos entre sus iglesias y aquellas en Puerto Rico. NAMB está trabajando para facilitar las asociaciones entre las iglesias continentales y aquellas en Puerto Rico, y las iglesias o convenciones estatales que quieran participar deben contactar al ministerio de Envía Alivio de NAMB.
Visite https://www.sendrelief.org para ofrecerse como voluntario o donar fondos para continuar los esfuerzos de alivio.