fbpx
Articulos en Español

Declaración sobre opioides de Trump enfatiza necesidad de ministerio


WASHINGTON (BP) — La declaración del presidente Trump de que la crisis de opioides en Estados Unidos es una emergencia de salud pública llegó en medio de llamadas para que las iglesias también intensifiquen su respuesta al abuso de las drogas.

La crisis de opioides es un “gran problema,” dijo Robby Gallaty, pastor de la Iglesia Bautista Long Hollow en Hendersonville, Tenn., y exadicto cuyo testimonio ha animado a otros a buscar liberación en Cristo. La epidemia opioide, señaló él, es una oportunidad “para mostrarles a las personas que lo que están buscando no se encuentra en una droga. Se encuentra en un hombre, y su nombre es Jesús.”
La declaración del 26 de octubre de Trump sobre la emergencia de salud pública le permitirá a su administración, entre otras acciones, expandir los servicios de telemedicina para adictos en áreas rurales, contratar trabajadores temporales para que se involucren en la crisis de opioides y usar algunos recursos VIH/SIDA para el tratamiento de abuso de sustancias, de acuerdo con una divulgación de la Casa Blanca.
Varios departamentos y agencias federales, dijo Trump, también han sido dirigidos a usar su autoridad de emergencia para tratar la crisis.
Los críticos de la declaración de Trump dicen que no fue lo suficientemente amplia, reportó Prensa Asociada, debido a que no dedicó más dinero para combatir la adicción opioide.
Trump dijo que 175 estadounidenses mueren diariamente por sobredosis de la sustancia y citó la lucha de su fallecido hermano Fred con el alcoholismo como parte de su ímpetu para tratar la adicción.
“El gobierno federal está peleando agresivamente contra la epidemia opioide en todos los frentes,” dijo Trump desde la Sala Este de la Casa Blanca.
Gallaty llamó a las iglesias a unirse a la batalla diciéndole a Baptist Press que “la sobriedad sin Cristo es una calle sin salida porque no puedes liberarte de las cadenas que te han sujetado en el pecado por tanto tiempo.”
Las iglesias deben reconocer que la drogadicción es un problema en sus comunidades y ofrecer programas de recuperación centrados en Cristo como Celebrate Recovery (Celebren la recuperación), dijo Gallaty, refiriéndose a una iniciativa desarrollada por la Iglesia Saddleback en Lake Forest, Calif. Las iglesias además deben referir a los adictos a programas residenciales de tratamiento, dijo Gallaty, y desanimó a los miembros de la familia a permitir el abuso de sustancias.
Para ayudar a las iglesias a unirse a la lucha contra la adicción opioide, la Comisión de Libertad Religiosa y Ética (ERLC por sus siglas en inglés) ha tenido extensas discusiones con el Centro para el Control de Enfermedades de EE.UU. sobre cómo los bautistas del sur pueden ayudar a los adictos, le dijo la ERLC a BP.
Phillip Bethancourt, vicepresidente ejecutivo de ERLC, escribió en un artículo de agosto de 2017 para erlc.com que “la crisis opioide es el asunto pro vida del que los evangélicos no están hablando.” Él sugirió que en la conferencia de 2018 de Evangélicos por la Vida en Washington se trate este asunto.
“Hasta que los evangélicos no incluyan la epidemia opioide como un aspecto esencial de la defensa completa de una ética social pro vida,” escribió Bethancourt, “la iglesia continuará pasando por alto la crisis que la rodea. La Biblia llama a los cristiano a adoptar una postura holística que defienda a los más vulnerables desde la concepción hasta la resurrección. Ministrar en medio de la crisis opioide es un área clave en la que muchas iglesias pueden proteger la dignidad humana.”
Algunas convenciones estatales y asociaciones locales han comenzado a tratar la crisis.
La Convención de Bautistas del Sur de West Virginia, por ejemplo, adoptó una resolución el año pasado en la que prometen “un involucramiento activo en el esfuerzo de liberar a nuestro país del abuso de las drogas.” Trump, al anunciar su declaración de emergencia, mencionó West Virginia como un estado golpeado fuertemente por la adicción opioide.
La resolución, basada en una resolución de la Convención Bautista del Sur de 1997 “sobre el abuso de drogas,” señaló que “cada cristiano fiel debe sobrellevar una responsabilidad definitiva para lograr una solución exitosa” al problema del abuso de drogas.
El Baptist Courier de South Carolina dijo en su editorial de julio que el discipulado está entre los componentes de la recuperación exitosa a las adicciones.
“Una nueva vida es posible” para los adictos a sustancias, escribió el editor del Courier, Rudy Gray, “especialmente si es el resultado de un nuevo nacimiento.”
“Puede tomarle a un alcohólico o a un adicto hasta dos años para tener las habilidades de pensar adecuadamente y tomar buenas decisiones, pero sucede. Estoy convencido de que aquí es donde la misión de la iglesia de hacer discípulos puede ser tan vital,” escribió Gray, consejero voluntario y maestro durante los pasados 19 años en una instalación residencial para hombres adictos.
“Los exadictos necesitan apoyo continuo, y los discípulos de Jesús genuinos nunca terminan de aprender o de crecer espiritualmente. El discipulado y la recuperación no son mutuamente exclusivos, pero pueden ser estratégicamente invaluables para ayudar a las personas a recuperarse de la adicción y convertirse en la persona que Dios prometió que podían ser en Cristo Jesús,” escribió Gray.
Entre las asociaciones bautistas, la Asociación Bautista del Área de Cincinnati recibió un reporte este mes sobre cómo sus iglesias pueden buscar justicia social incluyendo combatir la adicción opioide.
Las sobredosis de alcohol y drogas, dijo la administración Trump, son la causa principal de muerte accidental en Estados Unidos.

    About the Author

  • Por David Roach