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Ya no está obstaculizada por Harvey, misión regresa a la vida


HOUSTON (BP) — Liz Neal se mantuvo hablando con una mujer que manejaba una camioneta F-150 que se movía lentamente en una fila de distribución de comida en la Misión Farrington de Houston. Dos semanas después de que el huracán Harvey devastara la región, cientos de conductores — en una fila que daba vuelta cuadra abajo del camino alimentador — llegaban para obtener comida básica y artículos caseros.

Y voluntarios como Neal se aseguraban de que se fueran con mucho más.
Durante dos insoportablemente largas semanas, que comenzaron el 27 de agosto, la Misión Farrington había estado cerrada. Lluvias sin precedentes inundaron Halls Bayou y llenaron la misión y las casas circunvecinas de agua.
Durante siete años la misión de la Iglesia Bautista Northeast Houston (NEHBC por sus siglas en inglés) había servido a la ciudad económicamente presionada de Fifth Ward. Y, ahora, cuando la comunidad los necesitaba más que nunca, no podían ayudar.
Además de los centros de distribución de comida y ropa y los programas de alcance comunitario, alberga Source, una clínica médica Cristo céntrica para mujeres. Cientos de clientas reciben consejería afirmante de la vida y cuidado médico cada mes, incluyendo la imagen de ultrasonido 4-D de sus bebés nonatos.
Un tour por las instalaciones revela que el trabajo de recuperación aquí está progresando más rápido que en otras partes del edificio. Del Traffanstedt, pastor asociado de NEHBC, dijo que la razón es obvia.
“Salvamos bebés cada día,” le dijo al Southern Baptist TEXAN. “Cada día que tenemos cerrado, perdemos bebés.”
La iglesia recién había completado mejoras por $21,000 “y todo se fue” después de Harvey, dijo Traffanstedt. La máquina de ultrasonido 4-D de $15,000, que el personal de la clínica luchó por proteger, puede que se haya salvado. Los técnicos que inspeccionan la máquina deberán tener una prognosis pronto.
Cuesta $75,000 reparar la misión, con $40,000 de esos en reparaciones de la clínica. NEHBC no tenía seguro de inundaciones debido al prohibitivo alto costo, y en vez de eso se guardó dinero para el tiempo de vacas flacas.
Así que ha sido con carácter de urgencia que voluntarios de fuera de Houston y de Texas han venido para junto con la iglesia vaciar, descongestionar, limpiar y reabastecer la instalación. Los artículos para reabastecer los anaqueles comenzaron a llegar “cuando todavía había peces nadando en el gimnasio,” dijo Kristyn Roberts quien, junto con su esposo Evan, se ofrecieron de voluntarios como directores de insumos de Misión Farrington.
Roberts comenzó recogiendo comida y ropa de cama de los albergues de corto tiempo después de que estos cerraron. Luego el camión remolcador y las camionetas de carga comenzaron a llegar. Dos de los aparejos llegaron la mañana del 9 de septiembre. Una de las camionetas y un grupo de voluntarios llegaron como cortesía de tres iglesias bautistas del sur de Kentucky.
Mientras los reparadores continuaban su trabajo en las alacenas de comida y en la cocina, el gimnasio se convirtió en el centro de recepción y distribución de la misión. Los voluntarios bregaron para descargar las provisiones en un ya atestado gimnasio. Desde seleccionar las recién llegadas provisiones hasta conseguir cajas para organizar áreas para la distribución afuera, los voluntarios prepararon y repartieron 429 cajas el 9 de septiembre llenas de comida, artículos de aseo personal, ropa de cama, artículos de limpieza, y en caso necesario, artículos para bebé.
Y mientras los voluntarios llenaban los carros con provisiones, Neal y el equipo de evangelismo de NEHBC se aseguraban de que nadie se fuera sin oír el evangelio.
“Esto es lo que nuestra gente hace,” le dijo Nathan Lino, pastor y presidente de la Convención de los Bautistas del Sur de Texas de MEHBC, al Southern Baptist TEXAN mientras señalaba a los miembros de la iglesia con las manos llenas de tratados evangelizadores que se movían de carro a carro para chequear el bienestar de los ocupantes — tanto física como espiritualmente.
Para el mediodía, el evangelio había sido compartido a 2,000 personas. El lunes, NEHBC recibió 10,000 tratados evangelizadores más de la Junta de Misiones Norteamericanas para que continuaran sus esfuerzos evangelizadores.
Una de las beneficiarias, Leester Francis, esperó pacientemente bajo la marquesina que cubría la acera de la misión. Ella, su hija, y los tres hijos de su hija, de 23 años y gemelos de 11 años, se están quedando en un hotel mientras su casa es reparada con la ayuda de sus hijos y hermano.
“Es la obra de Dios,” dijo ella de la tormenta y su desplazamiento. “Yo sirvo al Señor. Él [dijo ella] nunca te deja o te abandona si lo sirves a él.”
Otra mujer que había visitado otros sitios de distribución de alimentos esa semana solamente para salir con las manos vacías, llegó a Farrington horas antes de la hora de inicio a las 9 a.m. y salió agradecida por las provisiones.
Sin embargo, incluso con las generosas donaciones de todas partes del país, no fue suficiente. Las provisiones no alcanzaron y los carros todavía hacían fila en la calle.
Los oficiales de policía de Houston, quienes habían llegado a la misión una vez que el tráfico que la rodeaba se volvió más de lo que los voluntarios podían manejar, señalizaban el tráfico para hacer el alto y para que la camioneta blanca procediera. Neal se alejó un poco de la camioneta mientras la conductora, con las provisiones en la plataforma de la camioneta, maniobraba.
Neal dijo que la señora le dijo que ella era creyente pero que no sentía cerca a Dios. Las actuales circunstancias no ayudaban; Neal la animó a leer la Biblia y la literatura sobre el evangelio que ella le había dado y le aseguró que Dios se acercaría.
Y Misión Farrington estará allí.
A partir del 2 de octubre las operaciones normales de misión comenzarán gradualmente. Los voluntarios de la misión continúan confiando en la provisión de Dios cuando ellos no pueden verla. Al fin de la distribución del 9 de septiembre había suficientes cajas para 120 familias, dijo Lino.
Así que la iglesia oró el domingo en la mañana. Para el lunes en la mañana dos furgones y una camioneta de carga ya habían entregado comida. Se espera otro furgón antes de la distribución del 16 de septiembre.
“Continúa multiplicándose,” dijo Kristyn Roberts. “¡Es increíble!”

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  • Por Bonnie Pritchett/Southern Baptist TEXAN