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Stewart ‘el hombre milagro’ continúa su ministerio después de accidente


ANCHORAGE, Alaska (BP) — “Un reavivamiento del Espíritu Santo” de dos horas estaba en progreso en la oficina de Jimmy Stewart no mucho después de que él regresó a trabajar a la Convención Bautista de Alaska a principios de este año.

El líder bautista del sur por largo tiempo, Paul Kim y su esposa Rebekah de Boston estaban visitando al director de evangelismo y desarrollador de iglesias. Un pequeño grupo de ministros y amigos alababan a Dios por contestar sus oraciones y sanar a Stewart a raíz de la explosión por escape de gas en julio de 2016 en su cabaña rural en Alaska. Físicamente en forma y atlético antes del accidente, el evangelista quedó lleno de cicatrices por las quemaduras de tercer grado en el 77 por ciento de su cuerpo.
“Sabes hermano Jimmy, antes del accidente eras guapo y fuerte,” dijo Rebekah Kim. “Pero ahora Dios brilla a través de ti y eres más hermoso.”
Tales palabras han animado a Stewart de 59 años, quien regresó a trabajar el 10 de enero y ha contado su testimonio en iglesias y reuniones entre cirugías de seguimiento. Su esposa Kathryn, entrenadora personal certificada que él describió como un ángel, compañera y animadora, lo ayuda a lidiar con el dolor que frecuentemente acompaña su gozo.
“Dios ha usado estas palabras para animarme, y no me importa si toma un fueguito para hacerme más hermoso,” dijo Stewart en un testimonio en febrero en la Iglesia Bautista First en Anchorage. “Diré esto: más gente ha sido atraída hacia mí de una manera amable y compasiva, que lo opuesto. Y la gente viene a mí y me pregunta mi historia, y comparto a Cristo como resultado.”
Stewart habló con Baptist Press por teléfono el 23 de mayo, a 10 meses del accidente, mientras estaba en el Centro Médico Harbor View en Seattle. Fue el día antes de estar programado para un procedimiento ambulatorio — la última de casi 20 cirugías. Hoy, los doctores están reparando injertos de piel que no han sanado de una operación en marzo que le restauró la movilidad del brazo izquierdo.
“Me dijeron que iba a ser una maratón y como resultado siento que estoy en el kilómetro nueve de la carrera de la sanidad,” dijo Stewart. “He tenido muchos meses de tratamiento de heridas y terapia por las cicatrices y el proceso de sanidad de las heridas. Excepto por la parte superior de la cabeza, todas las heridas han sanado.”
Mientras revisaba la fuente del escape de gas en el entrepiso de la cabina rural de la familia, Stewart sufrió el impacto de la explosión del tanque de gas que voló la cabina en la que su familia estaba. Él describe el fuego como un “fogonazo” que milagrosamente se extinguió en segundos.
“El revestimiento plástico me cubrió, derretido por la explosión, y la carne me colgaba del cuerpo,” dijo Stewart. El fuego le carbonizó la piel, le quitó el cabello y todo menos el cuello de la camisa, y le desgarró el pantalón, supo después. Empoderado quizá por la adrenalina, Stewart corrió a chequear a su familia.
Su hijo lo llevó al camino más cercano para encontrar la ambulancia que llegó en 10 minutos. Fue trasladado por aire al Centro Médico Harbor View en Seattle, Wash., donde pasó los siguientes cuatro meses — dos meses en cuidados intensivos, cinco semanas en cuidados agudos y dos semanas en rehabilitación — antes de salir del hospital en diciembre de 2016.
El personal del hospital lo llamó “el hombre milagro” por sobrevivir al accidente que ellos consideraban mortal, dijo Stewart.
Su familia cubrió el cuarto del hospital con pasajes de la Biblia, fotos de la familia y algunas de las 900 tarjetas inspiracionales que recibió desde todo el mundo de parte de los bautistas del sur y otros que anotaron sus oraciones por él. Cuando los Kim supieron del accidente, comenzaron una cadena de oración de 24 horas y “solo fueron al pueblo orando,” dijo Stewart.
Su esposa Kathryn se apoyó en “las oraciones de sostén de queridos hermanos y hermanas en Cristo,” y el “ánimo de amables amigos y la amorosa familia,” dijo ella. “Agradecer al Señor por cada detalle por el que teníamos que estar agradecidos cada hora” ayudó a sostener la familia, dijo, señalando la mayoría del consuelo encontrado en las Escrituras.
“‘Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa,'” citó ella Isaías 41:10. “El Salmo 56:3: ‘Cuando siento miedo, pongo en ti mi confianza.’
“Siempre sentía que él tenía la situación en sus manos,” dijo Kathryn de Dios. “Nunca tuvimos ninguna duda ni aun en los momentos más difíciles.”
Dios todavía realiza milagros, reconocen los Stewart.
“Verdaderamente fue un milagro que yo sobreviviera la explosión inicial y el fuego,” le dijo Stewart a BP. “Las primeras 48 horas en el hospital fueron críticas. Dios me protegió y me sustentó…Creo que Dios hizo muchos milagros.”
Desde su salida del hospital, Stewart ha contado su testimonio en la Iglesia Bautista Antioch en el área de Boston donde Kim, quien sirve como asesor de relaciones asiáticas estadounidenses en el Comité Ejecutivo de la Convención Bautista del Sur, es pastor emérito. Stewart viajó a las oficinas de la Junta de Misiones Norteamericanas en Alpharetta, Ga., para agradecer al presidente de NAMB, Kevin Ezell y a otros por sus oraciones y ofrendas financieras, y asistir al almuerzo ofrecido en su honor por la Junta de Misiones Bautistas de Georgia; él ha hablado en eventos universitarios y ministerios juveniles.
El 10 de diciembre en Seattle, él escoltó a su hija Katelyn al altar para su boda, ofició la ceremonia, y bailó con ella el baile padre e hija. En Navidad, asistió al 70 aniversario de boda de sus padres.
La esposa de Stewart lo acompaña en todos sus viajes, y se asegura de que descanse y lo dirige en su terapia física diaria.
Stewart todavía tiene dolor neurálgico y problemas de la piel incluyendo salpullido doloroso, y algunas veces se ve forzado a simplemente parar y descansar. Kathryn considera todo lo que pueda aumentar su comodidad, dijo ella, especialmente en los días difíciles.
“Esos son los días,” dijo Kathryn, “cuando más le preguntó al Señor: ‘¿Cómo lo puedo ayudar?'”

    About the Author

  • Por Diana Chandler

    Diana Chandler es escritora y editora de asignación general de Baptist Press. BP reporta sobre misiones, ministerio y testimonio llevados adelante mediante el Programa Cooperativo y sobre noticias relacionadas con los intereses de los bautistas del sur nacional y mundialmente.

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