fbpx
Articulos en Español

Se dice que los casos de pena de muerte tienen una ‘enorme complejidad’


LITTLE ROCK, Ark. (BP) — Con los casos de pena de muerte que son titulares en Arkansas, California y Alabama, pastores en las áreas afectadas han expresado diversas posturas sobre la pena capital, al tiempo que subrayan la “enorme complejidad” del asunto.

En Arkansas, tres asesinos convictos — Jack Jones, Marcel Williams y Ledell Lee — fueron ejecutados la semana pasada, de acuerdo a los reportes de los medios, con Kenneth Williams programado para morir el 27 de abril. Originalmente, el estado buscaba ejecutar a ocho prisioneros antes de que el sedante usado en las inyecciones expire a finales de mes. Cuatro de las ejecuciones están en espera hasta que las apelaciones finales de los prisioneros sean consideradas.
California, que no ha ejecutado a nadie en 11 años, “podría estar cerca de reasumir las ejecuciones el próximo año,” de acuerdo al reporte de Prensa Asociada (AP por sus siglas en inglés).
Mientras tanto, la Corte Suprema de EE.UU. escuchó los argumentos orales el lunes (24 de abril) en un caso del pabellón de la muerte que depende de si el estado debe proveerles a los acusados expertos en salud mental para ayudar en su defensa.
En medio de la oleada de noticias sobre la pena capital, el pastor de Arkansas, Ronnie Floyd emitió una publicación de blog el 24 de abril y señaló “10 realidades bíblicas para considerar acerca de la pena capital.” Entre sus argumentos:
— “De acuerdo a las Escrituras, la pena capital es permitida si la evidencia sobre el acusado es más que clara, abrumadora y justa. (Génesis 9:6; Romanos 13:4)”;
— “El sistema de justiciar debe ser equitativo y justo sin tener en cuenta la raza, la clase o la cultura. (Deuteronomio 19:15; Deuteronomio 1:17; Levítico 19:14)”;
— “Cada persona debe siempre ser tratada con la más alta dignidad incluyendo a aquellos que reciben la pena capital administrándola en la forma más benevolente posible. (Génesis 1:27)”;
— “La salvación eterna es posible para cualquiera en espera de la pena capital, por medio de su arrepentimiento personal del pecado y la fe en Jesucristo y solamente en él. (Efesios 2:8, 9; Romanos 10:9-13)”
La “simplicidad y la claridad” de una lista breve de principios “no disminuye la enorme complejidad de este asunto,” escribió Floyd, el expresidente inmediato de la CBS y pastor de la Iglesia Cross en el noroeste de Arkansas. “Cuando luchamos con este asunto, lo hacemos con humildad y honestidad, no con arrogancia ni juicio hacia nadie.”
Las especulaciones de que California podría reasumir las ejecuciones fueron impulsadas por la aproximación de la fecha límite de una orden de la corte del 26 de abril para los oficiales correccionales de someter las reglas revisadas de la inyección letal a los entes reguladores del estado. La fecha límite fue impuesta en respuesta a una petición de las familias de las víctimas de asesinato enojadas por el atraso de tres años en emitir las revisiones en California y el retraso resultante en las ejecuciones, de acuerdo a la AP.
Las reglas propuestas llaman a que las drogas letales sean administradas un máximo de cinco veces en intervalos de 10 minutos. Si un presidiario todavía está vivo después de cinco dosis letales, su ejecución debe ser detenida y se debe solicitar asistencia médica, reportó AP.
En un caso relacionado, la Corte Suprema de California está programada para emitir un fallo para agosto sobre la impugnación a una iniciativa de papeleta de votación de 2016 en la cual los votantes exigieron acelerar el proceso de la pena de muerte por una mayoría de 51 por ciento.
Miguel Rodríguez, director de la Escuela de Teología North Bay del Seminario Gateway para presidiarios de la Prisión Estatal San Quentin, le dijo a Baptist Press que la reiniciación de las ejecuciones sería un desarrollo “negativo.” San Quentin, localizada a 12 kilómetros al norte del anterior campus del Gateway en Mill Valley, Calif., es el sitio de la cámara de la muerte de California.
“El argumento bíblico [para la pena capital] está basado principalmente en el Antiguo Testamento,” dijo Rodríguez, pastor de la Iglesia Lincoln Hill Community en San Rafael, Calif. Jesús “rebatió” la ley de “ojo por ojo,” dijo Rodríguez, e instó a sus seguidores a responder “a la violencia de una manera no violenta.”
Aunque “el estado es el instrumento de Dios para llevar a cabo la justicia,” dijo Rodríguez, en referencia a Romanos 13:4, algunos demandan que la pena capital parece estar basada en “la venganza en vez de en la justicia.” Ejecutar criminales no producirá “justicia restauradora,” dijo.
En los argumentos orales en el caso de Alabama, los nueve jueces de la Corte Suprema de EE.UU. “parecían estrechamente divididos,” de acuerdo a NPR, con el juez Anthony Kennedy que parecía que “probablemente emitiría el voto decisivo.”
En discusión está si James McWilliams, asesino convicto con alegados problemas mentales, tenía derecho a su propio psiquiatra experto al pronunciarse la sentencia o si un experto en salud mental designado por la corte podría proveer evidencia y conclusiones para ambos lados.
El juez Stephen Breyer del bloque liberal de la corte argumentó que McWilliams “verdaderamente no tuvo” la ayuda legal, mientras que el juez Neil Gorsuch del ala conservadora de la corte sugirió que requerir otro experto designado por la corte podría llevar a un terreno resbaladizo de requisitos para otros tipos de testigos expertos, reportó NPR.
Desde la sentencia de McWilliams, Alabama ha comenzado a ayudar a los acusados con expertos en salud mental, pero el estado argumentó que su sentencia no necesitaba ser revocada, de acuerdo a NPR.
La CBS, en una resolución de 2000 dijo que “urge a que la pena capital sea administrada solamente cuando la búsqueda de la verdad y la justicia resulte en una clara y abrumadora evidencia de culpa.” La resolución decía que la pena capital es “una forma legítima de castigo para aquellos culpables de asesinato o de actos traidores que resulten en muerte” y demandó “vigilancia, justicia, e igualdad en el sistema de justicia criminal.”

    About the Author

  • Por David Roach