[QUOTE@right@180=“Los siguientes seis meses serán el momento de la verdad para ellos.”— Nina Shea]WASHINGTON (BP) — Estados Unidos finalmente necesita actuar de acuerdo a su señalamiento de hace un año de que la sanguinaria campaña de Estado Islámico en contra de los cristianos y otras minorías en el Medio Oriente es genocidio, dijeron defensores de la libertad religiosa.
Los llamados a la acción llegaron a raíz del primer aniversario de la clasificación del entonces secretario de estado John Kerry de las atrocidades de ISIS en Irak y Siria como genocidio. Ni Estados Unidos ni Naciones Unidas le han dado seguimiento a la designación del 17 de marzo de 2016 por parte de Kerry — quien sirvió en la administración Obama — con justicia apropiada para los terroristas y asistencia humanitaria para sus víctimas, dijeron los críticos.
A pesar de la etiqueta de genocidio de Estados Unidos, ningún miembro de ISIS hasta ahora ha sido juzgado por genocidio, crímenes en contra de la humanidad o crímenes de guerra, dijeron defensores de la libertad religiosa. Además, las Naciones Unidas todavía tienen que designar la campaña de ISIS como genocidio, de acuerdo a la Alianza Defensora de la Libertad (ADF por sus siglas en inglés) Internacional.
Cristianos, Yasidis y Musulmanes Chiitas han sido prominentemente blanco de la campaña de terror de ISIS, la cual ha incluido ejecución, violación y esclavitud sexual. Otras atrocidades de ISIS citadas por los defensores de la libertad religiosa incluyen tortura, fosas comunes, asesinato de líderes religiosos y la destrucción de iglesias, monasterios y cementerios.
“Desafortunadamente, un año después nada de la cruel misión de ISIS a través del Medio Oriente, y el mundo, ha cambiado,” escribió el senador James Lankford, republicano de Oklahoma, en una columna de opinión publicada hoy (17 de marzo) en The Hill. “Sus esfuerzos han sido impedidos y los números son más pequeños, pero todavía emprenden una guerra ideológica enferma en contra de gente inocente, simplemente debido al pervertido odio anti religioso.”
Kelsey Zorzi, asesor de la ONU para ADF Internacional, dijo en una declaración el 16 de marzo: “Reconocer y condenar el continuo genocidio de Cristianos, [Yasidis], y otras religiones minoritarias fue un importante primer paso. Como signatario a la Convención de Genocidio, EE.UU. está obligado a actuar rápido para parar el genocidio y procesar a los perpetradores. EE.UU. y la comunidad internacional no han actuado.”
La convención de 1948 de las Naciones Unidas, o tratado, define genocidio como el asesinato y otras acciones con el “intento de destruir, en todo o en parte, un grupo nacional, étnico, racial o religioso.”
Los críticos de la falta de acción por parte de EE.UU. y la ONU ofrecieron propuestas para remediar la falla.
Lankford, bautista del sur, llamó a la administración Trump a tratar la campaña del genocidio “mediante la defensa de la libertad religiosa, la provisión de ayuda humanitaria, la búsqueda de la justicia en contra de los perpetradores, y la asistencia a la revitalización económica.”
Además, instó a la administración a hacer prioridad la nominación de un embajador plenipotenciario para la libertad religiosa internacional.
La Coalición Genocidio — una colección de organizaciones de libertad religiosa y derechos humanos — también llamó a la administración a llenar el cargo de libertad religiosa internacional, además del comisionado especial para promover la libertad religiosa para los grupos religiosos minoritarios en el Cercano Oriente y en Asia del Sur, y el del asesor especial del Consejo de Seguridad Nacional para la libertad religiosa.
La coalición también recomendó a la administración y al Congreso proteger y restaurar las tierras natales de los grupos minoritarios que el grupo Estado Islámico está buscando erradicar en el norte de Irak. La seguridad nacional y las agencias de la fuerza policial deben hacer todo lo posible por presentar a los perpetradores y sus cómplices ante la justicia, dijo la coalición.
Un grupo bipartidista de miembros del Congreso escribieron al secretario de estado Rex Tillerson y al embajador de la ONU Nikki Haley pidiéndoles una actualización de las acciones de EE.UU. después de la designación de genocidio de Kerry. Incluidos entre los firmantes están los auspiciadores de las resoluciones aprobadas el año pasado que nombraron la violencia del Estado Islámico en contra de las minorías religiosas como genocidio.
La carta del 17 de marzo llamó a Tillerson y a Haley a presionar al Consejo de Seguridad de la ONU a aprobar una investigación formal del genocidio por parte de ISIS. El Congreso ha designado fondos para investigaciones y juicios de miembros de ISIS, de acuerdo a la carta.
Aunque la liberación del control de Estado Islámico está llegando a los pueblos en la provincia de Nínive en el norte de Irak, las futuras condiciones de vida de los sobrevivientes cristianos y yasidis permanecen inciertas, dijo Nina Shea, directora del Centro de Libertad Religiosa del Instituto Hudson.
“Los siguientes seis meses serán el momento de la verdad para ellos,” dijo Shea en una columna de comentario del 17 de marzo para Fox News.
“Este período determinará si las antiguas comunidades … podrán dejar los escuálidos campamentos de refugiados y refugios de desplazamiento para regresar al hogar,” escribió ella. “Esto determinará si pueden reedificar sus destrozadas vidas en las tierras en las que sus familias han vivido milenios.”
Desde la invasión a Irak en 2003, el número de cristianos profesos en ese país ha declinado debido a la muerte y el desplazamiento de cerca de 1.4 millón a menos de 300,000, de acuerdo a estimados.
La secta Yadisi es un mosaico de creencias y prácticas religiosas.
A finales de 2015 e inicios de 2016, Russell Moore — presidente de la Comisión de Libertad Religiosa y Ética de los bautistas del sur — escribió al presidente Obama o a Kerry ya sea como individuo o como parte de un esfuerzo corporativo para instarlos a designar la campaña del grupo Estado Islámico en contra de los cristianos y otros como genocidio.
