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EDITORIAL: Una Fuerza Misionera


Por tanto id y haced discípulos de todas las naciones — Mateo 28:19

LAUREL, Md. (BP) — Escribo estas líneas unos días antes de la Convención Bautista del Sur reunida en la ciudad de St. Louis, Missouri. Nosotros pertenecemos a una fuerza misionera grande y poderosa. Estamos formados por varios grupos étnicos siendo los hispanos el pueblo mayoritario. Sin embargo, nosotros como hispanos tenemos una parte muy importante en la misión global que Dios nos ha dado. De tal manera, tenemos ciertas responsabilidades misioneras muy importantes. Déjame mencionar algunas de estas.

La responsabilidad bíblica. La Biblia es la palabra de Dios. En ella encontramos las preciosas joyas de salvación. En la biblia vemos a un Dios que le enseña a cada persona como vivir y adorar a Dios. Como embajadores somos representantes del Rey de reyes y Señor de señores. Es nuestra responsabilidad de llevar las palabras de Rey a toda persona que está a nuestro alrededor.

La responsabilidad evangelística. La biblia nos enseña, desde sus tempranas páginas, que Dios es un Dios misionero. En Génesis 12, Jehová llamo a Abram y le dijo, “hare de ti una nación grande. . .(verso 2).” En Génesis 11, Dios confunde la lengua de los hombres pero en Hechos 2 los diferentes idiomas eran entendidos para cada persona (Hechos 2:1-6). Jesús nos dio la gran comisión en Mateo 28 con un mandato y no una sugerencia – “por tanto, id. Mi querido amigo, el mandato de Dios no termina solo con “id” sino que también nos exhorta a “haced discípulos (Mateo 28:19).” El hacer discípulo implica que tenemos que establecer relaciones sólidas con otras personas.

La responsabilidad sociológica. Nosotros tenemos que desarrollar este mandato de Dios en el contexto de relaciones entre personas. La palabra de Dios nos dice que tenemos que “id” y “haced discípulos” de “todas las naciones.” En este verso la palabra “naciones” se refiere a grupos étnicos o diferentes etnias. A través de los años, esta fuerza misionera – Bautistas del Sur- ha mantenido la filosofía de alcanzar a cada etnia individualmente. Sin embargo, esta filosofía, en nuestros días, está cambiando a la creencia que solo necesitamos una iglesia donde las diferentes lenguas adoran a un Dios. Esta responsabilidad sociológica nos reta a usar una misiología correcta.

La responsabilidad misiológica. Un principio misiológico, usado con mucha eficacia por la fuerza misionera Bautista del Sur, lo fue el “principio de unidad homogénea.” Este principio usaba personas autóctonas para alcanzar a personas de su cultura con el evangelio de Jesucristo. A la vez, retaba a cada persona a hace un esfuerzo para cruzar barreras culturales con la Palabra de Dios.

Hoy, en los Estados Unidos, tenemos un mundo con diferentes culturas, idiomas, y retos misiológicos. Amigos, comienza siempre tu jornada diaria estudiando la Palabra. Id a través de las ciudades y aldeas en tu área con el mensaje evangelístico de Su palabra. Y, comienza nuevas iglesias entre aquellos grupos que son similares a ti. Pero, no ignores aquellas etnias que son muy diferentes sino cruza las barreras culturales que se puedan presentar.

Oíd las palabras del Salvador, “Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones (Mateo 28:19).”

La responsabilidad de la Convención Bautista del Sur. Aunque mucho avance se ha hecho a través de los años quiero presentar cinco argumentos positivos y sugerencias de lo que yo creo pudiera impactar la obra, y crecimiento de la iglesia Hispana resultando también en un crecimiento a la Convención Bautista. Como verán estas sugerencias están todas interrelacionadas.

Primero, necesitamos una estructura general hispana de aspecto nacional. En el presente no tenemos una estructura solida que facilite el crecimiento de nuevas iglesias y el crecimiento y desarrollos de nuevos líderes. Si hablamos de integrar más al pueblo hispano en el ambiente completo de la convención no tenemos la estructura que nos ayude a desarrollar líderes para el futuro.

Segundo, necesitamos tener intencionalidad en nombrar personas hispanas calificadas. El hispano debe de llenar una posición no porque es hispano sino porque es la mejor persona para esa posición en ese momento.

Tercero, necesitamos la facilidad de publicar libros escritos por hispano tanto para el pueblo hispano como también el anglosajón. Sabemos que las agencias publicadoras necesitan vender los libros que se escriben. También sabemos que libros hispanos, en este momento, no alcanzan el número necesario de ventas. Sin embargo, debemos descubrir avenidas donde se pueda publicar libros escritos por hispanos y para hispanos de un punto de vista conservador y Cristocéntrico.

Cuarto, necesitamos que los seminarios tomen muy en serio proveer educación teológica a diferentes niveles para el pueblo hispano. El nivel de educación del hispano, comparados con otros grupos como los asiáticos, es más bajo. Por tanto, los seminarios deben de continuar siendo centros de instrucción teológica conservadora especialmente a un mundo hispano que ha vivido, y ha sido contaminado, por la teología católica y de la liberación. Nuestros seminarios deben de proveer diferentes niveles de educación teológica para hispanos con diferentes niveles de educación.

Quinto, necesitamos tener un mejor entendimiento de la cultura hispana. Aunque la palabra “contextualización” la usamos con frecuencia no la entendemos. Por ejemplo, la traducción al español de un buen libro escrito por alguien muy conocido pierde mucho ya que la cultura y los modismos son difíciles, y a veces, imposibles de traducir.

El reto demográfico hispano, la pasión evangelística y misionera de los Bautistas del Sur, y el mandato de la Gran Comisión nos lleva a la necesidad de la hora que es: intencionalmente alcanzar, desarrollar y enviar al pueblo hispano como una fuerza misionera en Norte América HOY!

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  • Por Gustavo Suárez