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Etiquetar la pornografía como un ‘peligro para la salud pública’ pudiera traer cambios


WASHINGTON (BP) — Etiquetar la pornografía como un “peligro para la salud pública” pudiera ser un factor para cambiar las reglas del juego.

Esta es la esperanza del Centro Nacional de la Explotación Sexual (NCOSE, por sus siglas en inglés) y sus aliados en su intento por prevenir la adicción y exposición a la pornografía y ayudar a aquellos ya impactados por su uso.

El esfuerzo por dar reversa a la diseminación de materiales de contenido sexual explícito y sus beneficios recibió un impulso el 29 de marzo, cuando Gary Herbert, gobernador de Utah, firmó una resolución diciendo que la pornografía está estableciendo una “crisis de salud pública.” Esta innovadora resolución, la cual recibió ayuda del NCOSE en su creación y que la legislatura estatal aprobó unánimemente, reconoce “la necesidad de la educación, prevención, investigación, y cambio de las políticas” para confrontar “la epidemia de la pornografía.”

Utah “dio en el blanco” al afirmar que la pornografía está creando una “crisis de salud pública,” una crisis que existe dentro, y fuera, de la iglesia, dijo Russell Moore, un bautista del sur experto en ética.

[QUOTE@right@180=“Las consecuencias de esta epidemia cultural son severas.” — Russell Moore]”Es una epidemia no solamente en la cultura estadounidense si no en las iglesias evangélicas también,” dijo Moore, presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de la Convención Bautista del Sur.

“La pornografía miente a los hombres y mujeres sobre el amor, el sexo y lo que significa ser una persona,” dijo en unos comentarios escritos para Baptist Press. “Las consecuencias de esta epidemia cultural son severas, y la iglesia debe estar al frente de la proclamación de la gracia y la libertad encontradas en el Evangelio.”

Los evangélicos comúnmente consideran pecaminoso el uso de la pornografía, pero los esfuerzos más recientes por abordar este fenómeno tan extendido se enfocan en su efecto en el bienestar público.

“Lo que esperamos lograr es cambiar la conversación en cuanto a la pornografía,” dijo Dani Bianculli, directora ejecutiva del Centro de Leyes del NCOSE. Ella calificó la adopción de la resolución de Utah como “un gran paso en esta dirección.”

La epidemia de la pornografía requiere un esfuerzo cooperativo, dijo a Baptist Press.

La pornografía se ha convertido “en algo extendido y ha causa tanto daño que está realmente fuera del alcance del individuo o de la familia el poder enfrentarla por sí mismo,” dijo Bianculli. “Así que realmente tenemos que pedir cuentas a las influencias en las esferas más amplias.

“Podemos dirigir la atención [del público] hacia este problema, y esperemos que podamos involucrar a múltiples personas.”

Con una resolución de apenas una página, el NCOSE provee seis páginas de notas al pie de página para apoyar sus aserciones sobre los daños de la pornografía. Entre los efectos citados en la resolución se encuentran:

–La normalización de la violencia en contra de las mujeres y de los niños.

–Contribuye a la hiper-sexualización de los adolescentes e incluso los preadolescentes.

–El potencial biológico de la adicción que conlleva a ver “materiales aún más extremos.”

–La reducción del deseo de los jóvenes de llegar a casarse y el aumento de la falta de satisfacción marital.

Aunque algunos escépticos de tales aserciones criticaron la acción de Utah, un sociólogo en Boston defendió la medida, diciendo que la ciencia apoya la resolución.

En una columna del 8 de abril para el Washington Post, Gail Dines, profesor de sociología en Wheelock College y autor de “Pornland: How Porn Has Hijacked Our Sexuality,” escribió, “Después de 40 años de investigaciones revisadas entre colegas, los eruditos pueden decir con toda confianza que la pornografía es una producto industrial que moldea — para mal — lo que pensamos sobre el género, la sexualidad, las relaciones, la intimidad, la violencia sexual y la igualdad de género.”

“Al tomar un punto de vista sobre la pornografía basado en la salud y reconociendo el impacto que emite no sólo en los consumidores si no también en la sociedad en general, la resolución de Utah refleja los resultados de las investigaciones más recientes.”

Dines escribe, la pornografía “es una amenaza a la salud pública.”

Un nuevo sondeo de opinión muestra que los teléfonos inteligentes y el servicio de internet de alta velocidad han encaminado a la pornografía “hacia la corriente de la mayoría cultural donde disfruta de una amplia aceptación que va en aumento,” según Barna Group, el cual develó los resultados del sondeo el 6 de abril.

Entre los hallazgos del sondeo de Barna se encuentran:

–El 33-52 por ciento de los estadounidenses de 13 años o más ven pornografía intencionalmente por lo menos una vez al mes.

–El 57 por ciento de quienes tienen de 18 a 24 años usan pornografía diaria, semanal o mensualmente.

–El 47 por ciento de los hombres mayores de 25 años ven pornografía intencionalmente, en contraste con el 12 por ciento de las mujeres en el mismo rango de edad.

En el futuro, la adopción de la resolución no vinculante en Utah pudiera ayudar a mantener responsables a quienes votaron por ella, dijo Bianculli.

“Ahora ya la firmaron y dicen que reconocen que es un problema, así que deberían apoyar la legislación que pudiera restringirla o quizás proveer servicios para aquellos que han sido dañados por ella,” dijo a BP.

Aunque el NCOSE no ha redactado ninguna pieza específica de la legislación al respecto de tal esfuerzo, Bianculli citó algunas posibles propuestas:

–Instalar filtros efectivos en las bibliotecas que reciben fondos estatales;

–Desarrollar currículos para las escuelas, así como filtros, para todo aparato escolar con internet;

–Renovar la ejecución de leyes en contra de la obscenidad.

Otros cinco o seis estados han contactado al NCOSE para expresar su interés en adoptar una resolución similar a la que aprobó Utah, dijo Bianculli.

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  • Por Tom Strode