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EDITORIAL: Somos como Jonás


LAUREL, Md. (BP) — El libro de Jonás es uno de mis libros favoritos porque me recuerda mucho del hombre pecador. Es mas, cuando voy al médico y veo el alto y bajo de un electrocardiograma pienso, “eso bien puede ser la descripción espiritual de muchos hombres.” A la misma vez, me llena de esperanza al ver la gracia de Dios por nosotros. Cuando digo que “somos como Jonás” no quiere decir que Dios no puede transformar nuestras vidas. En el corto libro de Jonás podemos ver como Dios mostró Su gracia no solo en la persona de Jonás pero la de aquellos marineros, y de la gran ciudad de Nínive.

En este articulo quiero mencionar algunas maneras que muchas personas son como Jonás:

Primero, nosotros huimos de la presencia de Dios (1:3). El pecado nos a separado de Dios. La Biblia nos recuerda que “No hay justo, ni aun uno; No hay quien entienda, No hay quien busque de Dios (Rom. 3:10).” El profeta Jeremías nos recuerda que “engañoso es el corazón (Jer. 17:9) y nuestra tendencia siempre es correr de la Santidad de Dios.

Segundo, otras personas se sienten seguros con sus propias decisiones (1:3). Jonás estaba tan seguro de su decisión que pagó su pasaje y entró en la nave para irse “lejos de la presencia de Dios.” Jonás ignoró que Dios es Omnipresente y no podemos huir de Su presencia. El salmista preguntó, “¿Y a donde huiré de tu presencia (Salmos 139:7)?”

Tercero, Dios tiene una manera de hacernos recapacitar nuestras decisiones (1:4). En medio de la gran tormenta los marineros se asustaron. Después de haber interrogado a Jonás se descubrió que era un Hebreo, temeroso de Dios y que huía de Dios. Él siempre tiene una manera de recordarnos en poner nuestros ojos en Cristo.

Cuarto, En situaciones difíciles a veces actuamos como politeístas (1:5). Muchos Cristianos en medio de difíciles situaciones en sus vidas acuden a cualquier persona religiosa pidiendo oración. Tal pareciera que estamos halando las palancas de una maquina para ver que dios va a responder. Como Cristiano tenemos la seguridad que el Dios Soberano siempre nos ve. Proverbios 15:3 nos recuerda que “los ojos de Jehová están en todo lugar.” Amigo, esto te debe de traer gozo y esperanza a tu vida.

Quinto, El pecado nos anestesia (1:6). Jonás estaba en un profundo sueño; anestesiado por sus pecados mientras que los marineros luchaban por salvar sus vidas. El patrón de la nave lo despertó con estas palabras, “?Que tienes dormilón? Levántate, y clama a tu Dios; quizá el tendrá compasión de nosotros, y no pereceremos.” Con frecuencia le pido a Dios que un pagano o un miembro de la Iglesia no llegue a mi y me diga, “!Despierte Pastor!”

En medio de la destrucción del pecado podemos tener esperanza en un Dios que nos da Gracia. El libro de Jonás es mas un libro de la Gracia de Dios que un libro profético. Estos cuatros capítulos muestran lo bueno que Dios es para con nosotros. Jehová bien podía haber terminado con la vida de Jonás. Después de todo era un hombre rebelde, huyendo de Dios, con prejuicios, y odiaba a los de Asiria. Sin embargo Dios mostró Su Gracia: “Jehová tenia preparado un gran pez…(1:12); Jehová sacó su vida de la sepultura (2:6); Jehová mandó al pez, y vomitó a Jonás en tierra (2:10); Jehová le dio un segundo chance (3:1); “Y vio Dios lo que hicieron…y se arrepintió del mal que había dicho que les haría…(3:10);” Jehová preparó una calabacera (4:6); Dios preparó u gusano (4:7); Dios preparó un recio viento solano (4:8)

Amigo lector, no desmayes en el trabajo que Dios te llamó. Continua siempre “Firme y adelante” en la tarea que se te ha dado. Dios siempre cumple con Su promesa. No corras de Dios. Si Dios te envía a un lugar donde tu no quieres ir, de todas maneras ve y sírvele al Señor. La alternativa nunca es buena.

Toma un momento ahora y dale gracias a Dios por tu familia, tus amigos, tu Iglesia, y por la comunidad donde Dios te ha puesto. Ora que Dios te use grandemente para transformar tu ciudad una vida a la vez.