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La muerte de Scalia nubla los casos de aborto y libertad religiosa


WASHINGTON (BP) — La muerte del juez adjunto Antonin Scalia no solamente provoca una lucha por su reemplazo y plantea la Corte Suprema como un asunto en la elección presidencial, sino que probablemente afectará casos importantes acerca de la vida y la libertad en este periodo.

Scalia, 79 años, fue encontrado muerto en su cuarto la mañana del 13 de febrero mientras estaba en un viaje de caza de codornices en un resort en el oeste de Texas. Se reportó que murió mientras dormía.

Mientras el presidente Obama y la mayoría republicana disputan sobre si el Senado actuará para confirmar a quienquiera que él nomine, los ocho jueces restantes considerarán los casos que están en este período. El número par de los miembros de la corte presenta la posibilidad, inclusive probabilidad, de votaciones empatadas.

Uno de los casos más extremadamente importante que potencialmente podría resultar en una votación empatada involucra el aborto, y otro impacta la libertad religiosa. La corte alta escuchará los argumentos orales el 2 de marzo en relación a la ley de Texas que regula los doctores y las clínicas abortistas. Los argumentos orales están programados para el 23 de marzo en un reto al mandato de abortos y anticonceptivos de la administración Obama a las organizaciones religiosas sin fines de lucro bajo la Ley de Cuidado Asequible.

Un empate 4-4 en cada caso — o cualquier otro caso — resultaría en que la decisión quedaría en efecto en la corte baja en su jurisdicción. La posibilidad de que la Corte Suprema reargumente los casos 4-4 después de que un noveno juez se haya unido a la corte — algo que ha sido hecho en algún momento en el pasado — ha sido planteada también.

Russell Moore, presidente de la Comisión de Libertad Religiosa y Ética (ERLC por sus siglas en inglés), reconoció la gravedad de la pérdida de Scalia y el momento.

“Su muerte llega en un momento cuando mucho depende del balance legal, especialmente en asuntos de libertad religiosa,” le dijo Moore a Baptist Press en comentarios escritos. “Antonin Scalia fue más que un brillante jurista. Fue un hombre de convicciones que respaldó, a veces solo, las cosas permanentes.”

La ERLC trató tanto el caso de Texas como el del cuidado de la salud en sumarios de amigo de la corte. La ERLC se unió a la Convención Bautista del Sur de Texas y a otros en urgir a los jueces a afirmar la medida de Texas que requiere que un doctor abortista tenga privilegios de admisión en un hospital cercano en el caso de que una mujer necesite admisión de emergencia. La ley también ordena que las clínicas de abortos deben llenar los estándares de salud y seguridad de cualquier otro centro quirúrgico ambulatorio. La Convención Bautista de Missouri también ha presentado un sumario que apoya la ley de Texas.

Mientras tanto, la ERLC, la Junta de Misiones Internacionales y el Seminario Teológico Bautista Southern — además del presidente del Southern, R. Albert Mohler Jr. — están llamando a la corte alta a que decrete que el mandato aborto y anticonceptivos viola la libertad religiosa. La regulación — publicada en apoyo a la ley del cuidado de la salud 2010 — requiere que los empleados provean a sus trabajadores no solamente anticonceptivos sino fármacos y dispositivos que pueden potencialmente causar abortos; aquellos que rehúsan acatar los requerimientos enfrentan multas debilitantes.

Un empate 4-4 en el caso de aborto de Texas resultaría en una victoria pro-vida por parte del país debido a que la Corte de Apelaciones del Quinto Circuito mantuvo la ley estatal. El dictamen de la corte de apelaciones permanecería en efecto en Texas, Louisiana y Mississippi, los estados que conformaron el Quinto Circuito.

Una votación empatada en el mandato aborto y anticonceptivos produciría una derrota para la libertad religiosa, además para, en efecto, la santidad de la vida humana. La Corte Suprema consolidó siete diferentes casos en los cuales las instituciones bautistas del sur y otros retaron el mandato. Todos los retadores perdieron en el nivel de apelación, así que el fallo en contra de ellos estaría en esos circuitos.

Entre los retadores del mandato aborto y anticonceptivos ante la corte alta están Recursos Financieros GuideStone de la Convención Bautista del Sur y dos de los ministerios a los que sirve, la Universidad Truett-McConnell en Cleveland, Georgia, y Alcanzando Almas Internacional con sede en la ciudad de Oklahoma. Otras instituciones bautistas del sur involucradas en las apelaciones que están siendo revisadas por la corte alta son la Universidad Bautista de Oklahoma, la Universidad Bautista del Este de Texas y la Universidad Bautista Houston.

Partidarios pro-vida y de la libertad religiosa pudieron haber esperado votos favorable de Scalia, líder del ala conservadora de la corte, en ambos casos.

Nominado por el presidente Reagan y confirmado unánimemente por el Senado de EE.UU. en 1986, Scalia propugnó la teoría judicial del originalismo o textualismo, la cual demanda la interpretación de la Constitución de EE.UU. con base en su intención original. Esta filosofía usualmente llevaba a opiniones que complacían a los conservadores, pero esporádicamente no lo hacía.

La postura de Scalia acerca de la Constitución lo llevó a ser un crítico franco de la decisión Roe v. Wade de 1973 que legalizó el aborto y un defensor de las restricciones estatales en el procedimiento letal. Se opuso fuertemente al fallo de la corte del 2015 que redefinió el matrimonio para incluir a las parejas del mismo sexo. Típicamente, aunque no perfectamente, defendió el derecho al ejercicio de la libertad religiosa.

El choque por su reemplazo estalló poco después de su muerte. El líder mayoritario del Senado Mitch McConnell dijo que un reemplazo podía esperar al nuevo presidente. Obama dijo que haría una nominación “en el tiempo debido.” Los demócratas y los republicanos chocaron sobre si el Senado debería votar por un nominado antes de que Obama termine su período en enero de 2017.

A Scalia lo sobreviven su esposa durante 55 años, Maureen, nueve hijos, y 36 nietos.

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  • Por Tom Strode