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Grupo de trabajo de prisión refleja resolución de CBS


WASHINGTON (BP) — Las recomendaciones de un grupo de trabajo bipartidista del Congreso de reducir la población carcelaria federal han atraído elogios de algunos evangélicos y se asemejan en algunos puntos a las recomendaciones de la Convención Bautista del Sur 2013 sobre “la creciente población carcelaria en EE.UU.”

Entre las recomendaciones del Grupo de Trabajo Charles Colson acerca de las Penitenciarias Federales estuvieron la eliminación de sentencias mínimas obligatorias por algunos delitos no violentos de drogas y posesión de armas; la implementación del programa Segundo Vistazo para permitir la liberación temprana de algunos presos que han cumplido por lo menos 15 años; y la provisión de programas adicionales con base religiosa en prisiones federales.

Las prisiones federales tenían a cerca de 200.000 personas a finales del 2015, de acuerdo al reporte del 26 de enero del grupo de trabajo, 20 por ciento más de su capacidad. Las prisiones federales, estatales y locales de EE.UU. combinadas tienen a más de 2.2 millones de reclusos, lo que marca el “índice más alto de encarcelamiento en el mundo.”

El grupo de trabajo estimó que la implementación de sus recomendaciones reduciría la población federal presa a 60.000 reclusos y le ahorraría al gobierno $5 billones.

“Me complace oír las recomendaciones del Grupo de Trabajo Charles Colson,” dijo David Crosby, miembro del Comité de Resoluciones de la CBS 2013 y el principal autor del primer borrador de la resolución de la reforma carcelaria. El hacinamiento en las cárceles “disminuye cualquier prospecto de rehabilitación, exacerba los problemas de la violencia de los reclusos y crea entornos inseguros de trabajo a los empleados públicos. Como cristianos, debemos estar preocupados por estas condiciones.”

El Grupo de Trabajo Colson, establecido por el Congreso en 2014, fue nombrado en honor al fallecido asistente de Richard Nixon que experimentó a su mediana edad la conversión a la fe en Cristo y fundó el ministerio cristiano Compañerismo en Prisión después de cumplir siete meses en una prisión federal por su papel en el escándalo Watergate.

El grupo de trabajo divulgó seis amplias recomendaciones en un reporte de 132 páginas, cada una de las cuales incluyó propuestas múltiples de políticas específicas:

— Preservar la prisión para aquellos convictos de los crímenes más serios.

— Promover una cultura de seguridad y rehabilitación en instalaciones federales.

— Incentivar la participación en la programación de reducción de riesgo.

— Asegurar la integración exitosa usando prácticas basadas en evidencia en supervisión y apoyo.

— Realzar el sistema de funcionamiento y rendición de cuentas a través de una mejor coordinación en las agencias y la transparencia incrementada.

— Reinvertir los ahorros para apoyar la expansión de programas, supervisión y tratamiento necesarios.

La resolución de la CBS, adoptada por los mensajeros reunidos en Houston hace dos años y medio, similarmente expresó “apoyo de las políticas legislativas que buscan reducir el alto índice de encarcelamiento sin arriesgar la seguridad pública” y afirma que “la libertad condicional y la libertad provisional pueden servir como medida alternativa, justa y sabia para el encarcelamiento prolongado para delincuentes no violentos.”

La resolución urgió a las agencias de justicia criminal locales, estatales y federales a “incrementar la cooperación con la Convención Bautista del Sur y otras organizaciones afines que buscan llegar a delincuentes con el evangelio transformador de vidas de Jesucristo.” Las prisiones deben “reducir la reincidencia a través de la transformación espiritual,” de acuerdo a la resolución.

Mark Wohlander, exfiscal federal y miembro de la Iglesia Bautista Immanuel en Lexington, Kentucky, afirmó las recomendaciones del grupo de trabajo de eliminar algunas sentencias mínimas obligatorias y reinstalar una forma de libertad provisional en el sistema de prisión federal.

“La implementación de las directrices federales de proferir sentencias y la abolición de la libertad condicional en el sistema federal se han combinado para asegurar que las prisiones federales continúen siendo nada más que corralones,” le dijo Wohlander a Baptist Press en comentarios escritos. “Lo que el Congreso no entendió cuando se promulgaron las directrices fue que el encarcelamiento tenía cuatro propósitos: (1) retribución; (2) incapacitación; (3) disuasión; y (4) rehabilitación. El lineamiento de sentencia tiene todo pero eliminó el más significativo propósito de la prisión, este es: rehabilitación.”

Jimmy Dukes, director de los programas de prisión del Seminario Teológico Bautista New Orleans, afirmó la recomendación de que las prisiones federales provean programas con base religiosa. Él señaló el éxito del programa de extensión del Seminario New Orleans en la Penitenciaria Estatal de Louisiana en Angola y dijo que tales programas pueden reducir la reincidencia.

“Como cristiano, creo firmemente que todos sufrimos las consecuencias de nuestras acciones equivocadas,” le dijo Dukes a BP en comentarios escritos. “Creo que lo merecemos; pero ese no es el final de la historia. También creo firmemente que la gente, aun aquellos que han quebrantado la ley y merecen castigo, pueden experimentar cambio. Sé personalmente que no me puedo cambiar a mí mismo. Pero también sé que solo Dios puede cambiarnos.

“Un amigo mío en corrección habla sobre la ‘rehabilitación moral,'” continuó Dukes. “La he visto en la vida de muchos. La rehabilitación moral viene de Dios a través de la proclamación del evangelio. Creo que la solución para arreglar las prisiones superpobladas es lo que hemos visto en Angola y estamos viendo en Mississippi, Georgia y ahora en Florida” — sitios de otros programas de prisión del Seminario New Orleans. “Necesitamos hacer todo lo que podamos para ayudar a aquellos que experimentan el cambio que puede venir a través de la rehabilitación moral.”

Crosby, pastor de la Primera Iglesia Bautista en New Orleans, dijo que los ministerios de prisión que proclaman el evangelio son “algunas veces los únicos esfuerzos reales para los reclusos que desean cambiar el curso de su vida.”

“Nuestras iglesias deben volverse hacia las cárceles y prisiones locales,” dijo Crosby. “Los reclusos que albergan la imagen de Dios responderán al evangelio en arrepentimiento y fe si vamos. Y aquellos que dan testimonio descubrirán que esos prisioneros sin cara y sin nombre son verdaderos amigos y familia para nosotros.”

En su discurso de enero del Estado de la Unión, el presidente Obama expresó esperanza de que él y el Congreso puedan trabajar juntos para aprobar una legislación de reforma a la justicia criminal este año — una esperanza en consonancia con la observación del grupo de trabajo de que “un apetito bipartidista por la reforma se vuelve evidente en acciones tomadas por las tres ramas del gobierno.”

Los evangélicos que sirvieron en el Grupo de Trabajo Colson incluyeron al presidente J.C. Watts, excongresista republicano de Oklahoma; Craig DeRoche, vicepresidente sénior de política y defensa del Compañerismo de Prisión; Jim Liske, expresidente y director ejecutivo del Compañerismo de Prisión; y David Iglesias, director de Centro para la fe , política y economía Wheaton de Wheaton College.

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  • Por David Roach