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Esta columna apareció por primera vez el 21 de diciembre de 2012.

LAUREL, Md. (BP) — Él dijo, ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón. El temblando y temeroso, dijo Señor, ¿Qué quieres que yo haga? Y el Señor le dijo, Levántate y entra en la ciudad, y se te dirá lo que debes de hacer. Hechos 9:5-6 RVR 60.

En solo unos días será Navidad. Personas de diferentes nacionalidades celebran el nacimiento de Jesús de muchas maneras diferentes. Hemos notado, sin embargo, que a través de los últimos anos esta celebración ha tomado un ambiente secular. De hecho, hasta en muchas ciudades se está cambiando el nombre de Navidad a solo “Día Festivo.” Lo que no ha cambiado es el dar y recibir regalos, fiestas, comidas, y las tradiciones religiosas. El apóstol Pablo hizo dos preguntas que debemos de hacernos nosotros en estos días de la celebración del nacimiento de Jesús.

Primero, debemos de hacer la pregunta e indagar, ¿Quién eres, Señor? Estoy convencido que alrededor nuestro y aun dentro de las iglesias evangélicas tenemos un sinnúmero de persona que “creen” en Jesús pero no han tenido un encuentro personal con El. Podemos, tal vez, ser portadores del máximo regalo que podemos darle a otra persona — Jesús. Cuando pienso en esta pregunta oigo a Jesús diciéndome:

“Yo soy el pan de vida (Juan 6:48).” Cristo es el que fielmente provee por mis necesidades físicas. El maná del Antiguo Testamento lo encontramos en Jesucristo. Que esperanza y seguridad saber que Dios es suficiente para cuidar de mí y proveer por cada una de mis insuficiencias.

“Yo soy la luz del mundo (Juan 8:12).” En medio de la oscuridad e incertidumbre donde me encuentre Él es la luz que alumbra mi camino.

“Yo soy el camino, la verdad, y la vida (Juan 14:6).” Jesucristo no es solo unos de los caminos a tomar para salvación. Jesús es el único camino, el único autentico (el verdadero) y el único que da vida eterna al que por medio de la fe, en arrepentimiento se entrega a Él. Jesús es el regalo de Dios al hombre pecador.

“Yo soy la resurrección y la vida (Juan 11:25).” Como el rompió las cadenas de la muerte; Él también es el que tiene la llave maestra que abre el candado de la muerte.

Después de haber indagado quien era Jesús, ahora el apóstol Pablo hace una segunda pregunta, ¿Señor, Que quieres que yo haga? Esta es una pregunta directamente relacionada con el servicio. Nuestra actitud debe ser tal que estamos dispuestos cada día a vivir vidas santas como representantes del Rey de Reyes y Señor de Señores aquí en la tierra.

Mientras te regocijas con tu familia, recuérdales que en medio de las comidas, tradiciones, e intercambios de regalos, Jesús debe de ser el invitado de honor, Después de todo, estamos celebrando el nacimiento de Jesús, nuestro salvador y señor.

Por último, solo una sugerencia, adopta a una familia que está en necesidad. Muéstrales a ellos que queremos no solo entregarle un regalo pero compartir también con ellos del regalo más importante — que es Jesús. Bendiciones y ¡Feliz Navidad!