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La JMI anuncia los detalles del incentivo para la jubilación voluntaria


RICHMOND, Va. (BP)—En la primera fase del plan de la Junta de Misiones Internacionales (IMB, por sus siglas en inglés) para abordar el déficit en sus ingresos, el liderazgo anunció los detalles de un incentivo para la jubilación voluntaria durante sus reuniones generales con el personal el jueves (10 sept.).

La meta del plan, compartieron los líderes de la JMI, es ofrecer un incentivo tan generoso como sea posible para que los miembros del personal que voluntariamente elijan jubilarse, a la vez que se honren los años de servicio de aquellos que califiquen y ayudar a proveer una transición tranquila al dejar el puesto actual que éstos ocupan.

La JMI ofrecerá el incentivo para la jubilación voluntaria a todos los miembros de su personal y a los misioneros de carrera, activos, que tengan mínimo 50 años de edad y hayan cumplido cinco o más años de servicio (hasta el 31 de diciembre, 2015). Para que una pareja misionera califique para recibir el incentivo, sólo uno de los cónyuges debe cumplir con los requisitos.

“Nuestro deseo en todo esto es ser tan generosos como sea posible con tantas personas como sea posible,” dijo David Platt, presidente de la JMI. “Ya que estamos pidiendo a todos los miembros de la organización que oren y disciernan si el Señor les está llamando a un nuevo lugar de servicio en las misiones, sabemos que quienes están en sus 50, por ejemplo, van a hacer exactamente esto, orar. Y si el Señor les guía a hacer una transición, queremos proveer para ellos tan generosamente como sea posible.”
“Queremos que esto [el incentivo para la jubilación voluntaria] sea una imagen de honra por sus años pasados de servicio en las misiones, así como de un futuro servicio en las misiones,” dijo Platt. “Confío que de la misma manera maravillosa que Dios ha usado a los hermanos y hermanas a través de la JMI en el pasado, Él planifica usarlos maravillosamente más allá de la JMI en el futuro, mucho más allá de lo que cualquiera de nosotros pueda pedir o imaginar.”

Transiciones

Sebastian Traeger, vicepresidente ejecutivo de la JMI, presentó los detalles específicos del plan, el cual incluye un paquete básico de jubilación, un bono incentivo completo que incluye consideraciones financieras y médicas, provisiones específicas para una transición tranquila, y beneficios adicionales más allá del alcance de un paquete estándar de jubilación. El personal que elija voluntariamente aceptar la iniciativa podrá hacerlo hasta el inicio de diciembre. Aquellos que hayan servido más de 15 años recibirán el estatus de “emérito” para honrar sus años de servicio.

No todos los misioneros escogerán hacer su transición hacia los Estados Unidos. Algunos pueden escoger quedarse en el campo como voluntarios, a través de senderos alternativos o a través de otras opciones de empleo. “Si usted está en la situación donde quiere quedarse en el campo, por supuesto que queremos ayudarlo a hacer eso,” dijo Traeger a los misioneros, señalando que los misioneros que pasen a ser voluntarios podrán usar sus viviendas y vehículos hasta el final de enero del 2016.

La JMI proveerá un equipo de transición para servir a cada persona que elija aceptar la iniciativa. Los misioneros recibirán un bono de transición para ayudarles con el ajuste. También, las iglesias locales, los seminarios y las convenciones estatales han contactado a la JMI ofreciendo ayuda a los misioneros que elijan hacer su transición a los Estados Unidos y se comprometen a orar por la JMI durante este tiempo de transición.

La información del incentivo para la jubilación fue compartido en dos segmentos durante las reuniones generales: primero ante el personal misionero, que en su mayoría asistió a través de las vías de comunicación electrónicas; y después en persona y ante el personal en línea, que en su mayoría residen el Richmond, Virginia. Las dos reuniones permitieron que el liderazgo presentara los detalles específicos que se aplican a cada grupo.

Originalmente, la iniciativa fue anunciada durante una reunión general el 27 de agosto cuando los líderes de la JMI expusieron un plan para abordar el déficit de ingresos y completar una reestructuración de la organización.

Experimentados contra novatos

Desde la junta del 27 de agosto, dijo Platt, se le ha preguntado en muchas ocasiones por qué la JMI le pide dejar el campo a los misioneros experimentados en vez de congelar (o disminuir) la cantidad de misioneros novatos que esperan ser enviados en los próximos dos años. Platt reportó, después de mucha oración y discusión, que el liderazgo llegó a la conclusión que su plan actual era la opción más viable en medio de una variedad de opciones no ideales. Específicamente señaló cuatro razones por las cuales la JMI no está congelando o sigue disminuyendo la cantidad de misioneros nuevos por ahora.

Primero, “cada tipo de persona en la JMI es importante,” dijo Platt, incluyendo a los que sirven a largo y corto plazo, el personal de la oficina y los misioneros, el personal joven y el personal viejo, los nuevos misioneros y los experimentados. “Por esta razón, no quiero que ningún tipo de persona en la JMI abandone el servicio. Por eso quise lanzar el llamado a todas y cada una de las personas dentro de la JMI a que escribiera un cheque en blanco y se preguntara, ‘¿Será que el Señor me está guiando hacia una nueva fase de participación en las misiones?’”

Platt reiteró que el incentivo para la jubilación era solamente la Fase 1 del plan del liderazgo para abordar el déficit de ingresos. La Fase 2 del plan es una oportunidad para que cualquier empleado de la JMI voluntariamente indique que Dios le está guiando hacia un nuevo lugar de participación en las misiones fuera de la JMI.

En segundo lugar, el liderazgo de la JMI enfatizó que quieren que los pasos iniciales del plan sean voluntarios.

“Quiero ser absolutamente claro: no le estamos pidiendo a la gente que abandone el campo,” dijo Platt. “Si alguien está floreciendo en el campo y siente que Dios le está guiando a quedarse en el campo, entonces tengo confianza en que se queden en el campo. Repito, creo que merece ser reiterado para hacerlo aún más claro: en estos pasos iniciales, no le estamos pidiendo a nadie que se vaya de la JMI. Al contrario, le estamos pidiendo a todos que oren para saber si el Señor les está guiando hacia un nuevo lugar de servicio en las misiones, y estamos proveyendo un camino para aquellos que voluntariamente dejen la JMI si sienten que el Señor los está guiando hacia esa decisión.”

La naturaleza voluntaria del plan también se aplica a los nuevos misioneros de la JMI que ya se han comprometido a salir al campo en el 2015 y 2016. “No queríamos decirles a estos nuevos misioneros, ‘No tienen opciones,’” dijo Platt. “En vista de nuestro compromiso con ellos, queremos ofrecerles la misma decisión voluntaria que estamos dando a todos los demás.”

En tercer lugar, el enviar a gente a través de la JMI “nace de una convicción de que los nuevos misioneros que serán enviados por las iglesias a través de la JMI es una parte fundamental, no negociable, de quienes somos y de lo que hacemos,” dijo Platt, señalando que si la JMI fuera a congelar el envío de misioneros, en tres años se quedarían sin aprendices o misioneros a corto plazo en el campo.

“Además, en cuanto a la Convención Bautista del Sur, la JMI existe fundamentalmente para servir a las iglesias de la CBS al facilitar el envío de misioneros de esas mismas iglesias,” dijo Platt. “Entre menos gente enviemos, serviremos a menos iglesias. Entre menos iglesias sirvamos, descuidaremos más nuestro fundamento principal.”

Históricamente, una baja en el envío de misioneros da como resultado una baja en la relación de la JMI con las iglesias de la CBS, dijo Platt. También señaló que de los aproximadamente 300 nuevos misioneros que la JMI ha decidido enviar en el 2015 y 2016, solamente 135 de ellos son misioneros a largo plazo. Esa cantidad es aproximadamente un tercio de los misioneros a largo plazo que la JMI enviaba hace una década.

En cuarto lugar, recortar o congelar el envío de misioneros nuevos no abordaría la necesidad inmediata de la JMI de corregir su estructura de costos a largo plazo. La JMI debe llegar a un lugar de responsabilidad financiera a corto plazo y de sustentabilidad financiera a largo plazo, y no se resuelve el problema al simplemente congelar la cantidad de nuevos misioneros por los próximos dos años, dijo. Sin embargo, dijo, la JMI necesita hacer ajustes a la cantidad de nuevos misioneros que envíe en el futuro.

“Yo preferiría no hacer tales ajustes, pero aquí es donde se me recuerda que yo preferiría no hacer ninguno de todos esos ajustes que estamos haciendo,” dijo Platt. “Mi preferencia es no dejar de enviar nuevos misioneros al campo, y mi preferencia es no ver que los misioneros ya existentes dejen el campo. Como lo he mencionado en diferentes puntos, el sendero que estamos caminando no es de ninguna manera el ideal, pero después de mucha oración y discusión, otros líderes y yo creemos que el sendero que estamos caminando es la mejor opción que tenemos en un océano de opciones no ideales que están a nuestra disposición.”

La JMI seguirá actualizando sus anuncios, incluyendo una sección de preguntas frecuentes, disponible en línea en IMB.org.

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  • Anne Harman