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Aportes de la encuesta de Pew sobre el panorama religioso


NASHVILLE (BP) — El cristianismo no está muriendo, como frecuentemente he dicho; el cristianismo nominal sí.

El Centro de Investigaciones Pew divulgó un reporte ayer (12 de mayo) que atrajo una variedad de encabezados — desde “El cristianismo enfrenta un agudo declive a medida que los estadounidenses se vuelven menos afiliados a la religión” hasta “Pew: Los evangélicos permanecen fuertes cuando el cristianismo se desmorona en EE.UU.”

Así qué, ¿qué se supone que pensemos del cristianismo en EE.UU.?

Las grandes tendencias son claras: Los nominales se están convirtiendo en los nones, no obstante los de convicción permanecen comprometidos.

En otras palabras, los estadounidenses cuyo cristianismo es nominal — solamente de nombre — están haciendo a un lado el nombre. Ahora se están alineando públicamente con lo que desde el principio realmente no creen.

El porcentaje de cristianos de convicción permanece más bien estable, pero debido a que los cristianos nominales ahora no están afiliados, todo el porcentaje de los que se identifican como cristianos está en declive. Todo este declive es los que Pew muestra — y yo espero que acelere.

Ningún investigador serio piensa que el cristianismo en EE.UU. está muriendo. Lo que estamos viendo de la encuesta de Pew sobre el panorama religioso no son los estertores de la muerte del cristianismo, sino otra indicación de que el cristianismo en EE.UU. está siendo refinado.

Como tal, permítanme compartir tres aportes de los datos.

1. El cristianismo de convicción está más bien estable.

Los evangélicos no son los únicos que se llaman a sí mismos cristianos y una buena proporción lo toma muy en serio, pero dado que esta es una publicación evangélica, permítanme compartir algunos datos de allí con una advertencia. Ustedes podrían decir que yo tengo intereses creados en el éxito del mundo evangélico. Sin embargo, como autor, lo opuesto es verdad. Si yo anunciara la muerte de la iglesia evangélica y la fe cristiana, vendería muchos más libros, se lo aseguro.

Pero los hechos son nuestros amigos y la matemática es la matemática, así que echemos un vistazo.

Primero, de 2007 a 2014 el número de evangélicos en EE.UU. se elevó de 59.8 millones a 62.2 millones. Los evangélicos ahora forman una clara mayoría (55 por ciento) de todos los protestantes de los Estados Unidos (en 2007, 51 por ciento de los protestantes estadounidenses se identificaron con iglesias evangélicas).

Dentro del cristianismo, el único grupo que retiene más de su población que la iglesia evangélica es la históricamente iglesia negra.

Una de las principales razones por las que parece que el “cristianismo estadounidense” estuviera experimentando un agudo declive es porque los nominales que una vez formaron (desproporcionadamente) el protestantismo tradicional y el catolicismo ahora están marcando “ninguna” en las encuestas de afiliación religiosa, y esa es la razón por la que sus números continúan declinando agudamente.

Para aquellos que solamente se han considerado “cristianos” porque han estado en la iglesia antes o porque no son musulmanes o hindúes, está comenzando a tener más sentido marcar “ninguna” en las encuestas de identificación religiosa.

Sin embargo, los índices de asistencia a la iglesia (aunque exagerados) no están cambiando sustancialmente.

2. Ha habido cambios significantes dentro del cristianismo estadounidense

Uno de los cambios más notables en el cristianismo estadounidense es la evangelización de la iglesia. El 50 por ciento de todos los cristianos — quienes comprenden el 70 por ciento de la población de EE.UU. — ahora se identifica como “evangélicos” o “nacidos de nuevo”, más del 44 por ciento en 2007.

Pew señala: “La tradición protestante evangélica es el único grupo cristiano importante en la encuesta que ha ganado más miembros de los que ha perdido a través del cambio religioso.”

Se debe señalar que la participación de los evangélicos en toda la población de EE.UU. cayó en un 0.9 por ciento durante los últimos siete años, pero el porcentaje de adultos estadounidenses que se identifican como evangélicos realmente se eleva de 34 por ciento a 35 por ciento durante el mismo período. La caída en la participación de la población está basada en la afiliación de la denominación, mientras que el 1 por ciento del incremento está basado en la autoidentificación.

El porcentaje de los evangélicos milenarios permanece igual – 21 por ciento de 2007 a 2014. El único declive se dio en la Generación Grandiosa (28-25 por ciento), quienes, debido a su edad, no son una generación en crecimiento. Todas las demás se quedaron igual.

Solamente el 45 por ciento de aquellos criados en la tradición protestante permanecen en las iglesias tradicionales. El 65 por ciento de aquellos criados evangélicos siguen siendo evangélicos, por detrás solamente de los hindúes, los musulmanes, los judíos y los históricamente protestantes negros. El 16 por ciento cambió a otra versión del cristianismo, el 3 por ciento cambió a otra religión y el 15 por ciento se convirtió en no afiliada.

La única región donde los evangélicos disminuyeron fue en el sur, de 37 por ciento a 34 por ciento. Quedó igual en el noroeste y en el medio oeste, y creció en el oeste, de 20 por ciento a 22 por ciento.

Eso no quiere decir que el evangelicalismo lo esté haciendo bien — llegó al clímax hace un par de décadas en los Estados Unidos — pero uno de los mayores cambios dentro del cristianismo es hacia el evangelicalismo, por extraño que parezca. Sin embargo, en la cultura como un todo, y como un porcentaje de la población, el evangelicalismo está perdiendo terreno.

3. El protestantismo tradicional continúa desangrándose.

Solamente el 45 por ciento de aquellos criados en la tradición protestante permanecen en las iglesias tradicionales. Aquellos cuyos padres y abuelos fueron protestantes tradicionales no continúan la tradición familiar como aquellos que se alinean con otras denominaciones protestantes. Debido a que los miembros de estas iglesias no están ganando nuevos miembros de la cultura en general, ni creciendo por índice de nacimientos, continúan declinando precipitadamente.

El protestantismo tradicional no está experimentando crecimiento como una porción de los estadounidenses generalmente ni como cristianismo estadounidense específicamente. Si el protestantismo tradicional continúa su trayectoria quedan solamente un par de generaciones para su virtual extinción.

Pero el cristianismo, en conjunto, no está muriendo y ningún investigador lo dice; las estadísticas acerca de los cristianos en EE.UU. están simplemente comenzando a mostrar una situación más clara de lo que el cristianismo estadounidense está llegando a ser — menos nominal, más definido y más afuera de la cultura tradicional estadounidense.

Por ejemplo, el costo cultural de llamarse “cristiano” está comenzando a pesar más que el beneficio cultural, así que aquellos que no se identifican como “cristianos” de acuerdo a sus convicciones están comenzando a identificarse como “nones” ya que es más culturalmente inteligente.

Debido a esto, las estadísticas muestran (en la superficie) que el cristianismo en EE.UU. está experimentando un declive agudo. Sin embargo, esa es la dirección de aquellos que no leen más allá de la superficie. Si queda una iglesia relativamente estable — una minoría comprometida y de convicción — y hay un movimiento grande de autoidentificación, eso significa que el punto intermedio está desapareciendo.

En conclusión, como lo puse, los “nominales” se están volviendo los “nones” y los cristianos de convicción son una minoría, pero generalmente una población estable. Si ese es el caso, y eso es lo que los datos muestran, el declive está principalmente (no exclusivamente) en que los cristianos nominales se están volviendo reporteros honestos.

Así que, cristianos, no necesitamos salir corriendo y agitando las manos en el aire y diciendo: “¡El cielo se está cayendo! ¡El cielo se está cayendo!”

El cristianismo está perdiendo — y va a continuar perdiendo — su ventaja de ser local; nadie puede (o debe) negar esto. Sin embargo, el declive numérico del autodominado cristianismo estadounidense es más una sangría purificadora que una flecha al corazón de la iglesia.

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  • Por Ed Stetzer