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SEMANA DE ORACIÓN: Un corazón por el mayormente mormón Utah


[SLIDESHOW=39777,39781]HERRIMAN, Utah (BP) — Ustedes han mirado por la ventana y los han visto llegar. Dos jóvenes varones con camisa blanca y corbata negra están pedaleando sus bicicletas en el vecindario. Cuando tocan a la puerta, ¿qué hacen ustedes?

El misionero Travis Kerns de la Junta de Misiones Norteamericanas (NAMB por sus siglas en inglés) los animaría a hacer lo que él ha aprendido a hacer — amarlos. El amor de Kerns por los mormones ha crecido al punto que ahora vive a 56 kilómetros del centro de Salt Lake City, y funge como misionero de la iniciativa de plantación de iglesias Envía Norteamérica de NAMB.

Kerns tiene algo que la mayoría de los bautistas del Sur no tienen, un doctorado en filosofía en apologética aplicada con enfoque en mormonismo del Seminario Teológico Bautista Southern. Durante sus estudios universitarios en 1996, una de sus clases fue sobre movimientos religiosos, y el mormonismo fue el primero que estudiaron.

“Se apoderó de mí,” dijo Kerns sobre la Iglesia de Jesucristo de los Santos de los Últimos Días. “En la escuela cada composición que hacía giraba en torno al mormonismo.”

Cuando comenzó a enseñar en el Seminario Southern en 2007, Kerns comenzó a llevar estudiantes a Salt Lake City. En el vuelo de regreso después de su sexto viaje allá en 2012, Kerns vio fuego en las montañas. Cuando observaba el humo llenar el valle Salt Lake durante el ascenso, este se volvió una visión fresca.

“Lo que me dijo fue que esta ciudad estaba en llamas y quemándose,” dijo Kerns. “No me pude contener y comencé a llorar como un bebé.”

Raíces bautistas del sur

Kerns creció en Greenville, South Carolina, donde su familia asistía a la Primera Iglesia Bautista Taylors. Él es producto de la educación misionera por haber sido embajador del Rey.

“Nací bautista, crecí bautista y moriré bautista,” dijo Kerns.

Su padre lo guió a Cristo en el hogar cuando él tenía 9 años.

“No me bauticé sino a los 14 años,” dijo Kerns, porque su pastor quería que él estuviera seguro de su decisión. “Vi a muchos de mis amigos pasar al frente y bautizarse pero realmente nada pasó en ellos. Así que yo no quería hacerlo nada más por hacerlo.”

Kerns asistió a la cercana Universidad de North Greenville donde su entonces presidente, Jimmy Epting, ejerció una gran influencia en él. Se matriculó en negocios, pero eso cambió pronto.

“En mi primer año de universidad, algo en mí simplemente hizo clic, y me enamoré del Nuevo Testamento, de Jesús y la gente en la iglesia,” dijo Kerns.

Ser estudiante en la universidad bautista al norte de South Carolina tuvo sus ventajas, ya que había muchas relaciones y conexiones. La misma dinámica es verdad para los Santos de los Últimos Días, o mormones, en Salt Lake City.

“Utah es 70 por ciento mormón,” dijo Kerns. “Los mormones controlan el gobierno estatal. La mayoría de los jueces, oficiales de policía, bomberos, abogados, agentes de bienes raíces y banqueros son mormones; casi todo el mundo aquí es mormón.”

Cuando Kerns se mudó a una casa con su esposa Staci y el hijo de ambos, los vecinos ya sabían que era la casa “NAMB.”

“Ellos supieron inmediatamente que no éramos mormones,” dijo Kerns. Por una cosa: “no nos aparecimos en el centro de reunión el domingo.”

Los mormones asisten a los centros de reuniones (comparables a los servicios de la iglesia) con base en su residencia. Entre Logan y Provo, Kerns estima que hay cerca de 4.200 centros de reuniones o capillas.

“Es muy mormón aquí, muchos nunca han conocido u oído de alguien que no sea mormón,” dijo Kerns.

Desafío de plantación de iglesias

Los bautistas del sur son la denominación protestante más grande en Utah, pero la mayoría de las iglesias protestantes tienen de 50 a 100 personas.

“Lo más difícil para una iglesia cristiana [en Utah] es que el promedio de la estadía en el cargo de los pastores es de 14 meses,” dijo Kerns. Una clave del éxito, cree él, es mantenerse haciendo acto de presencia.

Como misionero citadino de Envía Norteamérica: Salt Lake City, una de las 32 ciudades Envía Norteamérica, Kerns supervisa las iglesias nacientes en el área metropolitana.

“La Convención Bautista de Utah-Idaho tiene la meta de para el 2020 duplicar el número de iglesias” en la convención de los dos estados, dijo Kerns. “Eso significa otras 150 iglesias; queremos ser un tercio de ese número, 50 nuevas iglesias para el 2020.”

Para el 2014, había 18 iglesias planta bautistas del sur activas a través de Envía Norteamérica, con 12 que habían empezado durante el año. Kerns pasa mucho de su tiempo instruyendo a los actuales plantadores de iglesias mientras evalúa y recluta a futuros plantadores de iglesias. El condado de Utah, al que Kerns llama la capital cultural del mormonismo y sede de la Universidad Brigham Young, recibe la mayor parte de su atención.

Los retos culturales se traducen en retos logísticos. Mientras que la mayoría de las iglesias planta de las ciudades se pueden reunir en escuelas públicas, eso no sucede en Utah.

Las iglesias nuevas gastan mucho dinero en alquiler, típicamente en locales comerciales. La Ofrenda de Resurrección Annie Armstrong (AAEO por sus siglas en inglés) y el Programa Cooperativo (PC) ayudan a las nuevas iglesias a hacerle frente a esos retos.

“Ese dinero va directamente a nuestras nuevas iglesias para ayudarlas a alcanzar a la gente,” dijo Kerns. “Sin el PC y la AAEO, no habría Envía Norteamérica: Salt Lake City.

“No ha habido escasez de recursos cuando he pedido. Eso es debido a la generosidad de los bautistas del sur.”

Kerns estaba cerca a la permanencia en el cargo en el Seminario Southern cuando aceptó el llamado a dirigir Envía Norteamérica: Salt Lake City. Por medio de su investigación, Kerns ha establecido relaciones con muchos líderes mormones.

“En los 18 años de hacer esto, solamente he visto a dos personas convertirse del mormonismo al cristianismo,” dijo Kerns, quien señala que toma un promedio de dos a siete años para que un mormón se convierta, la mayoría está cerca a los siete años. “Estar alrededor de los líderes de la iglesia mormona para compartir mi fe con ellos guía todo lo que hago.”

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  • Por Jim Burton