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La acción de Obama sobre inmigración es llamada ‘desacertada’


WASHINGTON (BP) — Las nuevas acciones ejecutivas del presidente Obama para cambiar la política de inmigración ponen en peligro el creciente y extendido acuerdo de una reforma, dijo el líder ético de la Convención Bautista del Sur.

Obama anunció en la hora estelar del jueves (20 de noviembre) sus órdenes, las cuales incluyen el más controversial plan para proteger a un estimado de cinco millones de inmigrantes indocumentados de la deportación. Las acciones del presidente llegaron después de años de sus propias argumentaciones de que él no tenía la autoridad legal de hacer o ignorar la ley de inmigración. Él escogió actuar esta vez después de que la aprobación de un proyecto de ley de reforma aprobado por el Senado en 2013 no obtuvo el voto de la Casa de Representantes controlada por los republicanos, dijo Obama.

La decisión del presidente de actuar por sí mismo es “un movimiento desacertado y contraproducente” dijo Russell D. Moore, presidente de la Comisión de Libertad Religiosa y Ética (ERLC por sus siglas en inglés).

Partidario de la reforma de inmigración, Moore dijo en una publicación en línea para la revista Time que es debido a su apoyo a los inmigrantes y a la reforma que él cree que el uso de la autoridad ejecutiva de Obama es “la forma equivocada de funcionar.”

“En más de una ocasión, le pedí al presidente Obama que no volviera la reforma de inmigración un asunto de estado azul o estado rojo,” dijo Moore, quien ha estado en dos reuniones sobre la reforma en la oficina oval con el presidente. “La gente al otro lado del espectro político apoya arreglar el sistema, y esto no debería ser un tema partidista divisor. También le pedí no actuar unilateralmente, sino que trabajara por consenso a través de todo el proceso legislativo.”

En su discurso de 15 minutos el 20 de noviembre, Obama defendió su decisión de actuar sin la aprobación del Congreso como un ejercicio constitucional de autoridad de presidente. Al mismo tiempo, reconoció que continúa “creyendo que la mejor forma de resolver este problema es trabajando juntos para aprobar la clase de ley de sentido común” aprobada por el Senado. Hasta entonces, él tiene la autoridad de dar pasos “que ayudarán a hacer nuestro sistema de inmigración más imparcial y más justo,” dijo el presidente.

Hay un extendido acuerdo de que el sistema de inmigración estadounidense está seriamente dañado. El sistema y su implementación han resultado en un estimado de 11 a 12 millones de inmigrantes indocumentados que viven ilegalmente en EE.UU.

Moore admitió que está frustrado con la falla de la Casa de aprobar la reforma de inmigración. La elección del 4 de noviembre les dio a los republicanos la mayoría en el Senado y el control en ambas cámaras, sin embargo. Con base en esta “nueva realidad” en Washington, a los republicanos se les debe dar la oportunidad de llevar a cabo sus aseveraciones de que quieren trabajar con la Casa Blanca, dijo Moore.

“Mi esperanza es que los republicanos en el Congreso no permitan que las acciones del presidente aquí sean un pretexto para permanecer en la ruta del estatus quo,” dijo Moore. “Muchas personas están lastimadas por ese sistema que no funciona, muchos de ellos nuestros hermanos y hermanas en Cristo. La vida de las familias inmigrantes, hechas a la imagen de Dios, son muy importantes para la astucia política.”

Los republicanos en el Congreso objetaron las acciones de Obama y prometieron que actuarían.

“Con esta acción, el presidente ha escogido deliberadamente sabotear cualquier oportunidad de promulgar reformas bipartidistas que él dice buscar.  Y, como se lo dije al presidente ayer, está dañando a la presidencia misma,” dijo John Boehner, el líder de la Casa el viernes (21 de noviembre).

La Casa “no soportará inactivamente que el presidente socave el estado de derecho en nuestro país y ponga vidas en riesgo” sino que trabajará para proteger la Constitución, dijo.

El senador Marco Rubio, republicano de la Florida, dijo que el camino correcto a la reforma de inmigración “es primero poner la inmigración ilegal bajo control asegurando las fronteras e implementado las leyes, luego modernizando nuestro sistema legal de inmigración. Después de que hagamos estas cosas, finalmente tendremos que tratar con aquellos que están aquí ilegalmente de una manera razonable pero responsable. Las acciones [de Obama] ahora hacen todo esto más difícil y son injustas para las personas en nuestro sistema de inmigración que están haciendo las cosas correctamente.”

La ERLC ha dicho que el proyecto de ley aprobado por el Senado el año pasado necesita arreglos. Los comités de la Casa han aprobado proyectos de ley que tratan con asuntos tales como el fortalecimiento de la frontera y la seguridad nacional, la provisión de visas para trabajadores huéspedes y el requerimiento del uso del sistema E-Verify para chequear la elegibilidad de los empleados. La Casa todavía tiene que actuar en esas medidas, sin embargo.

La más divisiva de las acciones de Obama del 20 de noviembre es que su política cambia para permitir que los inmigrantes indocumentados permanezcan en EE.UU sin temor a la deportación durante un pequeño período de tres años. Esta orden se aplicaría a los inmigrantes ilegales que han estado en el país por más de cinco años y son padres sea de ciudadanos estadounidenses o de “residentes permanentes legales.” Aquellos que califiquen deben registrarse, pasar el chequeo de antecedentes criminales y de seguridad nacional, y pagar impuestos, de acuerdo a la Casa Blanca.

Esta acción, dijo el presidente, no cubre a inmigrantes indocumentados que hayan entrado al país recientemente o vayan a entrar en el futuro. Tampoco provee estatus de ciudadanía permanente o los beneficios recibidos por los ciudadanos.

Sus acciones no constituyen una amnistía, dijo Obama. “Amnistía es el sistema de inmigración que tenemos hoy en día -– millones de personas que viven aquí sin pagar impuestos o sin sujetarse a la reglas mientras lo políticos usan el asunto para asustar a la gente e incitar votos en tiempos de elección,” dijo.

Otras acciones tomadas por el presidente incluyen incrementar recursos para controlar la inmigración ilegal en la frontera y priorizar a los presuntos terroristas, criminales violentos y miembros de pandillas para deportación.

Los defensores de la reforma de inmigración – que incluye a aquellos políticamente en la derecha, la izquierda y el centro — reaccionaron de diferentes maneras. Mientras Moore expresó oposición a las órdenes de Obama, algunos de sus aliados en la coalición conocida como la Mesa Evangélica de Inmigración (EIT por sus siglas en inglés) elogiaron las acciones del presidente, aunque algunas veces con reserva. Algunos defensores de la reforma dijeron que Obama no fue lo suficientemente lejos.

Samuel Rodríguez, presidente de la Conferencia Nacional de Liderazgo Cristiano Hispano y miembro de EIT, dijo que el movimiento del presidente, “aunque no fue el mecanismo de entrega preferible, inicia una prescripción reconciliadora necesaria en una de hecho crisis humanitaria dentro de nuestras fronteras: millones de hijos de Dios creados a su imagen que viven en las sombras.” Él llamó al Congreso y al presidente a cooperar rápidamente para promulgar la reforma.

Obama había dicho 22 veces en el pasado que él no podía ignorar la ley de inmigración o crear la suya propia, de acuerdo a reportes de republicanos.

La ERLC ha llamado a una reforma que provea seguridad en la frontera y en los lugares de trabajo; mantenga el estado de derecho; respete la unidad de la familia; y establezca un camino al estatus legal para aquellos que quieran vivir en este país permanentemente y estén dispuestos a pagar las multas y a llenar los requisitos.

En el 2011, los mensajeros a la Convención Bautista del Sur en Phoenix aprobaron una resolución sobre la reforma de inmigración que llamaba al avance del evangelio de Jesús al tiempo de buscar la justicia y la compasión. La medida instaba al gobierno a hacer prioritaria la seguridad de la frontera y a mantener los negocios a cuentas en su contratación de empleados. También requería que los funcionarios públicos establecieran después de haber asegurado las fronteras “un camino justo y compasivo al estatus legal, con las apropiadas medidas restitutorias, para aquellos inmigrantes indocumentados que ya vivían en nuestro país.” Especificaba que la resolución no debía ser interpretada como el apoyo a una amnistía.

En su publicación, Moore dijo que ora para que “nuestras iglesias trasciendan todos estos planteamientos y maniobras que vemos en Washington.”

“Cualquiera que sean nuestros desacuerdos políticos, debemos continuar al lado [de los inmigrantes], y ver que los inmigrantes entre nosotros sean bienvenidos y amados,” escribió. “Cualquier cosa que pase en la Casa Blanca, nuestras iglesias deben presionar con ministerio y misión.”

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  • Por Tom Strode