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Conmovido, líder del ministerio de ayuda en desastres, al visitar el museo del 11 de septiembre


NUEVA YORK (BP) — Sam Porter, director del ministerio de ayuda en desastres con sede en Oklahoma, tuvo un día muy emotivo en el evento especial de preestreno del nuevo edificio del Museo Nacional Memorial del 11 de Septiembre en la Ciudad de Nueva York.

Los líderes del ministerio nacional de ayuda en desastres en conjunto con la Junta de Misiones Norteamericanas (NAMB) pidieron a Porter que representara a la Convención Bautista del Sur en este evento exclusivo para invitados, realizado el 19 de mayo. El museo abriría sus puertas al público oficialmente el 21 de mayo.

Los invitados a los días de preestreno fueron los obreros del servicio de emergencia, de rescate y recuperación, y los sobrevivientes y familiares de aquellos que murieron en los ataques al World Trade Center en 1993 y 2001, y al Pentágono en Washington, y aquellos que estuvieron en el Vuelo 93 de United Airlines que se estrelló en Pensilvania luego que los pasajeros intentaron controlar a los secuestradores.

Porter pasó un total de 39 días en la parte baja de Manhattan proveyendo ayuda justo cuando sucedieron los ataques terroristas del 11 de septiembre, hace ya casi 13 años.

Los ataques sucedieron en la época de la infancia de la capellanía en desastres, y todavía no se habían organizado a nivel nacional. Mickey Caison, quien entonces fuera el director de ayuda en desastres, llamó a Porter después que el Vuelo 11 de American Airlines y el Vuelo 175 de United Airlines chocaron con las Torres Gemelas. Caison le pidió a Porter que reuniera un grupo de capellanes y que llegara al “Punto Cero” lo antes posible.

El equipo de Oklahoma llevó con ellos las experiencias de ministrar a la gente que sufrió los bombardeos del Edificio Federal Alfred P. Murrah en la Ciudad de Oklahoma el 19 de abril de 1995.

Desde la respuesta de los bautistas de Oklahoma ante los ataques del 11 de septiembre del 2001, ahora ya han endosado a casi 290 capellanes para ayuda en desastres; a nivel nacional, se cree que hay unos 700, según las estadísticas de NAMB.

El equipo de Porter, con cinco capellanes, llegó a Nueva York tres días después de que cayeran la torres y auxiliaron por casi dos semanas en la morgue temporal en el Punto Cero.

Sus reflexiones sobre la plaza y museo memoriales fluyen principalmente de aquellos primeros días de ministerio.

“Creo que lo más grande acerca del museo es que realmente cuenta toda la historia de lo que sucedió el 11 de septiembre,” dijo Porter. “Creo que mis nietos pueden ir allí dentro de diez años y si no saben nada sobre esto, pueden caminar a través del museo y van a aprender todo lo que pasó, desde las acciones de los líderes nacionales hasta ver todo lo que yo experimenté y supe de primera mano. Lo pueden experimentar de segunda mano, y eso es algo muy correcto. Está muy bien hecho; [es] … ejemplar. Creo que es uno de los mejores memoriales que he visto, es muy completo.”

La voz de Porter se desgarró por las emociones al describir lo que sintió al caminar con los otros visitantes por el museo.

“Caminamos con los bomberos que estuvieron allí, y vi a la gente que trabajó en las torres y que salieron vivos,” dijo. “Escuché a alguien que le contaba a su esposa dónde estaba (en el edificio) y dónde se estacionó ese día. Vi a muchos familiares sentados en los salones con video. Incluso algunos vieron los videos de las personas saltando de los edificios.

“Eso fue lo que probablemente me golpeó más duro que nada, miembros de las familias que han perdido a un ser querido en las torres. Trece años después, todavía estoy muy sensible sobre esto porque trabajamos en la morgue y trajeron los cuerpos y vimos llegar cientos de bolsas con cuerpos … y mi corazón realmente se parte por eso.

“Y, ver a algunos de esos bomberos — quienes perdieron a 343 hermanos — también es algo muy emotivo para mí.”

Porter ve su mes y días de servicio en Nueva York como un momento histórico en su vida.

“Eso ha sido una gran parte de mi vida y ministerio, y me siento honrado de ir a nombre de la Convención Bautista del Sur,” dijo. “Me emocioné cuando me pidieron que fuera, porque nuestro liderazgo nos pidió que fuéramos los primeros en responder para coordinar la capellanía, sin saber qué íbamos a enfrentar. Pero cuando llegamos, Dios ya sabía lo que teníamos que hacer.”

El museo incluye un total de 100,000 pies cuadrados (30,480 metros cuadrados) de espacio para exhibiciones y se localiza cerca del Punto Cero, donde estuvieran las Torres Gemelas.

El complejo original del World Trade Center consistía de siete edificios, ocupando 16 acres. Incluía espacios para oficinas, un mirador, el restaurante “Windows of the World” y un centro comercial subterráneo. Servía como núcleo de tránsito para quienes diariamente usaban los trenes y metros subterráneos para ir y venir a sus trabajos.

Porter dijo que aprendió mucho sobre el World Trade Center a través de las exhibiciones del museo.

“Aprendí mucho sobre los vuelos, incluso sobre los terroristas,” dijo. “Tenía un mostrador sobre la agenda radical musulmana y me dio gusto ver que no intentaron ser políticamente correctos y esconder eso. Mostraron exactamente la manera en que Al Qaeda se expandió y lo que están haciendo. Fueron muy justos en este tema.”

La plaza memorial del 11 de septiembre también era impresionante, dijo.

“La arquitectura de todas las cosas era hermosa. Los estanques memoriales tienen las medidas exactas de los edificios — en el lugar exacto donde estaban — y son como una fuente eterna de agua que fluye en vez de una llama eterna. Tienen los nombres de todos los que murieron escritos en las orillas de los estanques y lo hicieron muy bien. Es hermoso, y permanecerá allí hasta el fin de los tiempos. Es simplemente un lugar de consuelo, con cientos de arboles.”

Solamente hubo un aspecto del museo que desilusionó a Porter.

“Nunca dijeron algo sobre nuestra parte (CBS) en todo el evento,” dijo. “Ayudamos a preparar 1.29 millones de comidas desde la primera semana de octubre, junto con el Ejército de Salvación, hasta que cerraron el vertedero de basura en julio del 2002.

“Hubo un equipo bautista del sur allí cada uno de los días desde la primera semana en octubre y hasta el final de julio. Y cada estado envió sus equipos.”

Los voluntarios de 32 convenciones estatales de la Convención Bautista del Sur participaron, contribuyendo 20,842 “días de voluntarios” — definidos como un voluntario trabajando por un día. Los voluntarios bautistas del ministerio de ayuda en desastres sirvieron a 842 niños en los centros infantiles, y limpiaron 643 apartamentos durante la reacción de ministerio de 319 días.

“Pero, el museo está bien hecho; creo que cualquier miembro de una familia que perdió a un ser querido quedará impresionado al ir allí, igual que nosotros lo estamos en el Memorial Nacional en la Ciudad de Oklahoma en el sitio del Edificio Murrah. Es un memorial muy bien hecho y ejemplar, también hecho con reverencia y honor para aquellos que murieron.”
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Bob Nigh es el editor general del Baptist Messenger, el periódico de la Convención Bautista General de Oklahoma. Este artículo fue publicado primeramente en el Messenger.

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  • Por Bob Nigh