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Ministerio que transforma vidas es honrado por la Casa Blanca


JACKSON, Miss (BP) — Una lágrima se deslizó por la mejilla de Nicki Benz mientras su mirada estaba fija en la pantalla del televisor. Luchaba por mirar el reporte de noticias que se enfocaba en mujeres encarceladas y pensaba que la mayoría de ellas probablemente habían sido abusadas física y verbalmente en algún momento de su vida. Un guarda le gritó a una de las mujeres y le preguntó por qué no podía encaminar su vida correctamente.

“Ellas no son basura,” le dijo Benz al televisor. “Esas mujeres son tesoros.”

Alguien tiene que hacer algo, pensó Benz. Ese no era un reportaje de un lugar lejano. Sucedía en su propia ciudad de Jackson, Mississippi. Ella agachó la cabeza y le pidió a Dios que enviara a alguien. Todavía no se había dado cuenta que Dios escogería usarla a ella, una “persona de la tercera edad,” para mostrarles a cientos de mujeres y niños que ellos son tesoros a los ojos de Dios.

Ahora 15 años después, la prisión de Benz y el ministerio de cuidado posterior, Buried Treasures Home (Hogar Tesoros Enterrados), continúan impactando vidas. El pasado octubre, la Casa Blanca le otorgó a ella el premio Punto de Luz. El premio honra a los individuos que se esfuerzan por mejorar su comunidad respondiendo a una necesidad a través del servicio voluntario.

“Yo solo estoy de pie aquí y lloro,” dijo Benz de 71 años de edad, miembro de First Baptist Church de Jackson, cuando habló de la condecoración. “No he hecho nada grandioso. Solo hice lo que Dios me llamó a hacer… visitar la prisión y decirles a las mujeres que para Dios ellas son un tesoro.”

Lo que comenzó como una visita a la instalación correccional local en 1999 se volvió una rutina diaria de repartir abrazos, ofrecer un oído para escuchar y enseñar del perdón y el amor de Dios. La pasión de Benz por las mujeres fue tan contagiosa que no pasó mucho para que su esposo Dick se uniera a las visitas.

Pronto, un oficial le preguntó a la pareja si podrían considerar acoger a una de las chicas. La mujer había entrado y salido de 40 centros de rehabilitación y no tenía ningún lugar donde ir. Los Benz habían oído este tipo de historia una y otra vez. Cuando las mujeres dejaban la prisión, muy frecuentemente regresaban a su estilo de vida roto que las había mandado allí en el primer lugar. La pareja sabía que este ciclo tenía que romperse, así que ofrecieron sus cuatro dormitorios vacíos y comenzaron un ministerio de cuidado posterior.

“La primera mujer no se quedó mucho tiempo, solamente dos semanas. Luego se fue de vuelta a la calle y terminó de nuevo en la cárcel,” recordó Dick y añadió que ella regresó cinco años después y completó el programa de ministerio de ellos.

“Aprendimos rápidamente que este ministerio es difícil y no siempre funciona. Tratamos de recordar que depende de las mujeres cambiar su vida; Dios solamente nos llamó para estar aquí.”

El ministerio de cuidado posterior se enfoca en el discipulado y en aprender lo que significa ser considerada un tesoro. Debido a que muchas mujeres no tienen un lugar para ir después de ser liberadas, Buried Treasures Home les da a las mujeres y a sus hijos un lugar para vivir hasta un año. Durante ese tiempo, las mujeres reciben oportunidades de sacar su diploma de educación general, matricularse en una universidad comunitaria, estudiar la Biblia y reintegrarse a la sociedad.

Cuando más y más mujeres quisieron ser parte de Buried Treasures Home, el ministerio se expandió de una casa a múltiples casitas situadas en un terreno de 26 hectáreas. Benz explicó que las mujeres no solamente tienen una “cama sino una familia de Dios” cuando llegan al hogar. Las mujeres aprenden a ser mujeres de Dios y lo que significa ser parte de una familia saludable.

Los Benz estimaron que solamente el 20 por ciento de las mujeres que se inscriben para el ministerio de un año de duración realmente completan el programa. Algunas se quedan para el almuerzo y luego regresan a las calles. Pero ellas nunca dejan el corazón de Benz. Los nombres de cada mujer que pasa por el dintel de la puerta son meticulosamente registrados en su Biblia y ora por ellas cada día.

Otras, como Shelly, se gradúan del programa y se integran de nuevo en la comunidad. Shelly ahora ofrece su tiempo como voluntaria para ayudar a otras a romper el ciclo de la prisión y crear sus propias historias de éxito. Dijo que cree que el tiempo que los Benz invirtieron en ella mientras estaba encarcelada hizo una diferencia en su vida. Ellos nunca se dieron por vencidos con ella.

“Buried Treasures y los fieles siervos de Dios me han nutrido durante los años, y me han ayudado a poner los pies en el camino que el Señor deseaba para mí,” dijo Shelly. “Buried Treasures le ha dado muchísimo al mundo encarcelado estos 15 años pasados… Ellos están haciendo una diferencia mostrando el amor de Dios.”

Sherry Stegall, presidenta de la junta del ministerio Buried Treasures, estimó que más de 500 personas se alistan como voluntarias anualmente dando tiempo o proveyendo recursos para el hogar.

“La gente se siente atraída a la propiedad, y la apodan una y otra vez “la tierra de Dios.’ Muchos dicen que se siente la presencia de Dios tan pronto como se pisa el terreno,” dijo Stegall, miembro de la First Baptist Church. “Como iglesia, sentimos pasión por la capacidad de Dios de transformar vidas a través del ministerio de Buried Treasures, ya sea sirviendo o recibiendo la conclusión del ministerio.”

Cuando la comunidad le da a Buried Treasures Home, las mujeres hacen un esfuerzo especial de dar de vuelta. Benz explicó que las mujeres son “misioneras” en la comunidad. Más de 300 hijos de padres encarcelados son ayudados cada año con artículos escolares, ropa y regalos de Navidad. Inclusive hay una despensa comunitaria de alimentos en el hogar. Las mujeres ayudan a repartir la comida y a mantener la despensa llena.

“Estas mujeres saben lo que es tener hambre y pasar necesidad,” dijo Benz señalando que las mujeres en el hogar por lo general tienen un sentimiento profundo de compasión. “Ellas sacan la comida de los carros y se sientan y hablan con la gente del amor de Dios. Debido a que ellas entienden, hay una apertura que no hay allí para mí.

“Estamos en el negocio de llevar las personas a Cristo y mostrarles que son consideradas tesoros,” dijo. “Gritamos de gozo cuando ese mensaje se levanta y crece en el corazón de otros. Ese es el verdadero éxito.”

Para obtener más información sobre Buried Treasures Home, vaya a http://www.buriedtreasureshome.com/index.htm
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Susie Rain es una escritora y editora que vive en Asia.

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  • Por Susie Rain