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EDITORIAL: ¿Recuerdas? Tetelestai


NOTA DEL EDITOR: La columna First-Person (De primera mano) es parte de la edición de hoy de BP en español. Para ver historias adicionales, vaya a
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NASHVILLE (BP) — Consumado es. Esta fue la expresión del original griego que Jesús expresó momentos antes de morir en la cruz del calvario. Por un lado se refería al sufrimiento y a la vida terrenal del Maestro. Por otro, indicaba que el trabajo de traer salvación a la raza humana y que el Padre le había asignado se había completado. Con su muerte Cristo pagó por nuestros pecados y abrió el camino a nuestra redención. En otras palabras, tetelestai indica misión cumplida.

La cruz es el ejemplo de la misión más importante jamás cumplida en la historia de la humanidad. Recordar y reflexionar en lo que Dios hizo al cumplir su misión es propicio en estos días. En medio de tanta confusión, tanta injusticia y a pesar del mucho dolor en sus padecimientos, Cristo completó la tarea de la redención. Aún cuando fueron nuestras debilidades las que el cargó y nuestros dolores los que lo agobiaron, de la corona de espinas no se despojó y la cruz sin objeción cargó. Clavado entre malhechores, nunca exigió el lugar quei se merecía como Dios y Señor. Escupido, vituperado y azotado, nuestro Señor no se apartó ni por un momento de la agenda que el Padre le había asignado. . El mismo día de su arresto oró “no se haga mi voluntad, sino la tuya.” Lucas 22.42b. Si algo podemos aprender de esto es que la soberanía de Dios es más grande que nuestras circunstancias y la obediencia de Jesús al Padre nuestro máximo ejemplo.

Tengo que confesar que el domingo de resurrección es mi día favorito del año. Más que cualquier otro día, el recordar que venció al enemigo de la muerte me hace sentir eternamente agradecido. Este año en particular, esta celebración es muy especial A principios de año, mi abuela Luisa partió de este mundo sorpresivamente. No estaba enferma. No sabíamos de dolencias serias. Parecía fuerte y saludable. Sin embargo, un día cuando abría la puerta de su casa sufrió un ataque cardiaco y allí murió.

Soy su primer nieto y es la ley natural de la vida que los nietos entierren a sus abuelos. Sin embargo, su brusca partida nos estremeció como familia. Creemos que tenía casi 90 años de edad Lo digo así porque su edad exacta nunca la supimos. A ella no le gustaba decirlo. Aún nos decía que su certificado de nacimiento estaba errado. Su espíritu de servicio y lucha dejaron una marca imborrable en mi vida. A los 72 y tantos años conoció al Señor y su vida cambió drásticamente. Estoy agradecido a Dios por ello. Un hambre y una inmensa sed de Dios llenaron sus últimos días en este mundo. Al partir lo hizo agarrada de su fe en Aquel que fue traspasado por nuestras rebeliones y aplastado por nuestros pecados. Ese día Jesús la recibió en Su presencia. Todo eso gracias al trabajo completado en la cruz, tetelestai. He aquí la esperanza que el que en él cree tiene vida eterna.

Pero estos días al recordar la singularidad de la misión cumplida de Cristo, reflexiono en aquellas cosas que personalmente tengo por completar. Todos tenemos cosas, planes y proyectos por hacer o cumplir. No sólo me refiero a proyectos personales que comenzamos y que no hemos terminado aún. Estoy hablando más bien de la importancia de terminar bien. Me refiero a culminar hasta el final de nuestra vida cumpliendo la misión más importante que se nos ha encargado. Pablo menciona en su carta a los creyentes en Filipos que proseguía a la meta, al premio del supremo llamamiento. Consideraba que aún las cosas que antes creía valiosas, no tenían ningún valor debido a lo que Cristo había hecho. “Así es, todo lo demás no vale nada cuando se le compara con el infinito valor de conocer a Cristo Jesús, mi Señor. Por amor a él, he desechado todo lo demás y lo considero basura a fin de ganar a Cristo.” Fil. 3.8

Es posible para nosotros los creyentes pensar en la culminación de la obra redentora de Cristo y creer “oh, si ya él lo pagó todo, lo término todo. Ahora no tengo que hacer nada.” El verdadero cristianismo está muy lejos de esto. La verdadera fe coloca a Aquel que merece todo el aplauso en el centro de su vida y su amor lo impulsa a completar la tarea de ir y hacer discípulos a todas las naciones. Inspirado en el ejemplo del Maestro, el verdadero creyente ofrece el crédito y reconocimiento a Dios en vez de reservarlo para él. La Biblia dice que Su amor nos constriñe. Alguien que ha experimentado ese amor le da más valor a la Palabra de Dios en su vida que a su propia lógica o agenda humana. Está más interesado y apasionado en el avance (cumplimiento) de la misión de Dios que en alcanzar su propia comodidad. Prefiere dar prioridad a su relación con Dios en los términos bíblicos que acomodar su cristianismo e inventar sus propias reglas y parámetros.

Tetelestai nos recuerda que estamos en misión con El y esto según sus términos, no los nuestros. Queremos terminar bien, pero esto requiere más que buenas intenciones. Demanda un compromiso completo y determinante a hacer y cumplir la voluntad de Dios.

Hoy, el mundo contempla la tensión que existe entre vivir a nuestra conveniencia y cumplir con los mandamientos de Dios. Vosotros sois la luz del mendo. Pidámosle al Espíritu Santo que nos ayude no sólo a ver la misión cumplida pero la que está por cumplirse en nuestros días. La muerte de Jesús fue victoria. Tetelestai indica que Cristo satisfizo nuestra necesidad de redención. Nos compró del mercado del pecado con el precio de su preciosa sangre. Pagó la deuda completa. Celebremos con un canto de victoria que Su misión se ha cumplido. Son buenas nuevas que el precio ha sido pagado y ha sido pagado por completo. La promesa se ha cumplido ¡Feliz día de resurrección!

En sus pisadas, …
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Luis R. López es el Director de LifeWay Español de LifeWay Church Resources en Nashville, Tenn. http://www.LifeWay.com/espanol.

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  • Luis R. López

    Luis R. López es Director Asociado de Misiones y Trabajo Étnico de la Asociación Bautista del Condado de Robertson en Tennessee.

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