LOUISVILLE, Ky. (BP) — El comentario del Papa Francisco diciendo que él no “juzgará” a los homosexuales no señala un cambio en la enseñanza católica romana sobre la moralidad sexual, aunque sí refleja el deseo del papa de presentar a la Iglesia Católica Romana como una que ama a todos, según Gregg Allison, del Southern Baptist Theological Seminary.
“Creo que algunos, quizás muchos, dentro y fuera de la iglesia católica, tienen la esperanza que los comentarios que hizo el papa sobre la homosexualidad señalen un cambio en el punto de vista de la iglesia y su política acerca de la homosexualidad, pero dudo mucho que ese sea el caso,” dijo Allison, profesor de teología cristiana y autor de libro “Intrigue and Critique: An Evangelical Assesment of Roman Catholic Theology and Practice,” próximo a publicarse (Crossway, 2014).
El papa ofreció su comentario el 29 de julio, durante a una amplia conferencia de prensa a bordo de un vuelo de Rio de Janeiro a Roma. Hizo “comentarios sacados de la manga que expresan su compasión justa hacia toda persona, incluyendo a aquellos involucrados en homosexualidad,” dijo Allison. “Al igual que las declaraciones similares que hizo hace un par de meses sobre los ateos y las buenas obras, los comentarios del papa no son enseñanzas oficiales sobre el tema.”
Francisco comentó sobre un supuesto “cabildeo gay” en la Iglesia Católica Romana cuya influencia es algo fuera de lo común. Dijo que un cabildeo gay es malo aunque hizo la distinción entre el cabildeo gay y los individuos homosexuales, diciendo a los reporteros, “Si una persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, ¿quién soy yo para juzgar a esa persona?”
Esa declaración dio pie a que los mayores medios de comunicación masiva especularan si Francisco estuviera cambiando la enseñanza ética de la iglesia. Pero Allison dijo que tales especulaciones muestran un entendimiento equivocado de la teología católica.
“Los comentarios del papa no representan ningún cambio oficial en la dirección teológica,” dijo. “Pudieran señalar el hecho que él no será un papa que sigue el sendero de su predecesor inmediato, el Papa Benedicto XVI, en cuanto la proyección de este ultimo como uno más conservador, cercano a la Iglesia Católica Romana. El papa actual parece adoptar a todos y quiere demostrar al mundo que la Iglesia Católica Romana adopta a todos.
“Pero esto no debe interpretarse como si el Papa Francisco va a reformar a la iglesia en términos de una nueva agenda social y teológica en cuanto a la homosexualidad, el aborto y los anticonceptivos, las mujeres como sacerdotes, los sacerdotes casados, y cosas similares. La Iglesia Católica Romana en general, y su papa en particular, no funcionan –- y yo añadiría que no pueden funcionar — de esa manera.”
La enseñanza oficial del catolicismo romano, articulado en el Catecismo de la Iglesia Católica, es que algunos actos son intrínsecamente desordenados, incluyendo la actividad homosexual. Tales actos son “siempre una mala elección, porque al elegirlos implica un desorden de la voluntad, es decir, un mal moral,” según el catecismo.
“De igual manera,” dijo Allison sobre la enseñanza católica, “bajo ninguna circunstancia -– por ejemplo, decir que se actúa con amor, o para reciprocar una expresión de amor — la actividad homosexual es un acto moral. Siempre es ilícito.”
Otro punto importante del viaje de Francisco a Brasil fue su énfasis en la necesidad de los católicos de evangelizar más o arriesgarse a perder a los miembros de la iglesia. Según los datos del censo, la cantidad de católicos en Brasil disminuyó de 125 millones en el 2000 a 123 millones en el 2010, dando un porcentaje nacional de católicos que ha bajado del 74 por ciento al 65 por ciento. Durante el mismo periodo, el porcentaje de protestantes y pentecostales aumentó del 15 por ciento al 22 por ciento.
“Jesús está llamándote a ser un discípulo con una misión,” dijo Francisco ante una multitud de 3 millones en Rio de Janeiro el 28 de julio. Añadió, “Queridos jóvenes, Jesucristo cuenta con ustedes; la iglesia cuenta con ustedes; el papa cuenta con ustedes.”
Francisco está muy consciente del reciente éxito del protestantismo en Latinoamérica, siendo oriundo de Argentina, dijo Allison.
“Este papa conoce de primera mano el inmenso impacto de las iglesias evangélicas en las poblaciones católicas de Suramérica, y será un líder de la Iglesia Católica Romana que los rete a reflejar e incluso reproducir el fervor evangélico, la construcción de una comunidad, la oración, la alabanza entusiasta y demás [características] de los evangélicos,” dijo Allison. “Debemos esperar una Iglesia Católica Romana más agresiva que siga el liderazgo de su papa para lograr conectarse con la gente, católicos y no católicos.”
Allison advirtió a los evangélicos que no asuman que saben lo que el papa quiere decir cuando habla sobre el evangelicalismo.
“Los bautistas del sur deben… aprender que muchos términos similares que nosotros y los católicos usamos –- por ejemplo, evangelización, recibir/creer en Cristo, el Evangelio, fe, bautismo — significan algo muy diferente para nosotros que para los católicos,” dijo.
Los evangélicos que ministran entre poblaciones católicas deben asegurarse que la gente que parece aceptar su predicación estén verdaderamente confiando sólo en Jesús para sus salvación, según Allison.
“Si perdemos de vista este punto tan importante… vamos a comprometernos con un ministerio, compartir el Evangelio y plantar iglesias que no están contextualizadas apropiadamente,” dijo. “Puede que logren enormes cantidades de gente pero no serán iglesias centrada en el Evangelio, como pudiéramos pensar.”
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David Roach escribe para el Southern Baptist Theological Seminary.
