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Número de refugiados de Siria se eleva al tiempo que obreros ven abrumadoras necesidades


AMMAN, Jordania (BP) — Un obrero cristiano involucrado en el ministerio entre los refugiados sirios hace una desgarradora observación:

“Cada familia tiene una historia trágica que contar sobre el peregrinaje que los llevó hasta donde están ahora.”

Don Alan*, obrero cristiano, está tratando de determinar cómo responder a las necesidades que confronta entre los refugiados sirios — necesidades que están sobrepasando la financiación que este obrero recibe.

Y “eso es una tragedia, eso es una tristeza,” dijo Alan. Aun así, él ve señales de la mano de Dios y del plan de Dios desplegándose en los trágicos eventos de Siria.

“Por primera vez hemos podido sentarnos y compartir el evangelio con familias sirias, y están respondiendo,” dijo Alan.

Alan busca apuntar hacia la “única esperanza” que puede ser encontrada en Jesús. “Él es el único que puede traer luz a la situación más oscura, y los sirios están en la hora más oscura.

“Me temo que buena parte del mundo no tiene ansias de encender la luz para ver cómo se ve,” dijo Alan, “y para mí esa realidad es terrible….

“Jesús nos manda a ayudar a aquellos que son pobres y están destituidos y olvidados por el mundo. Tenemos la responsabilidad de compartir su amor en forma de un vaso de agua, de un plato de comida, de maneras que llenen las necesidades de hoy — de modo que ellos puedan enfrentar el mañana con esperanza y con un futuro.”

De acuerdo a Antonio Guterres, Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (UNHCR por sus siglas en inglés), el mundo no ha visto un flujo de refugiados “en tan atemorizante índice desde el genocidio en Ruanda hace casi 20 años.”

Funcionarios de UNHCR reportan que 6.000 sirios al día huyen hacia los cercanos Jordania, Líbano, Irak, Turquía y Egipto para escapar de los horrores de la guerra civil de la nación del Medio Oriente.

A la fecha, el UNHCR ha registrado casi 2 millones de personas que han huido de Siria, mientras que un estimado de 5 millones de personas desplazadas internamente permanecen dentro de las fronteras de Siria.

Los países anfitriones están comenzando a sentir la tensión de la magnitud de refugiados, e Irak ahora está cerrando las fronteras a aquellos que escapan de Siria.

Guterres, en una alocución al Concejo de Seguridad de la ONU el 16 de julio, emitió la súplica a la comunidad internacional de mantener sus fronteras abiertas a los sirios. Él teme catastróficos resultados si Egipto, Turquía o Jordania también deciden cerrar sus fronteras.

“No podemos continuar tratando el impacto de la crisis de los sirios como una simple emergencia humanitaria,” dijo Guterres.

Respuesta Global Bautista (BGR por sus siglas en inglés) se ha unido a numerosas organizaciones no gubernamentales en respuesta a las abrumadoras necesidades de los refugiados sirios.

Jeff Palmer, director ejecutivo de BGR, reportó que a través de los compañerismos locales cerca de casi $700.000 valores de ayuda han sido movilizados supliendo paquetes de comida, accesorios de higiene y refugio temporal.

“Hemos podido auxiliar con respuesta en cuatro de los países circunvecinos que tienen refugiados y en varios lugares dentro del país que tienen personas desplazadas internamente,” dijo Palmer.

La mayoría de la ayuda suplida a través de BGR ha ido a personas en áreas que Palmer dijo “no han tenido lugar a través de las grietas de ayuda de otros grupos.”

Zaatari, un campamento de refugiados en Jordania, es la morada de 160.000 sirios, lo que lo hace la quinta ciudad más grande de Jordania. De acuerdo a la oficina del Alto Comisionado para Refugiados de la ONU, mujeres y niños forman tres cuartos de los refugiados registrados. El campamento también alberga iraquíes, somalíes, afganos y sudaneses que habían huido de sus países hacia Siria en busca de una mejor vida.

“Estamos no solamente observando la destrucción de un país, sino la de su pueblo,” dijo Valerie Amos, subsecretaria general de Asuntos Humanitarios y coordinadora de Ayuda en Emergencia de la ONU.

Alan, el obrero cristiano, dijo que una de las principales necesidades es la de ardiente oración por los sirios para que “realmente oigan que hay esperanza, cuando el mundo alrededor suyo se hace pedazos y cuando no hay una clara respuesta o dirección en su país. Hay un camino que está claramente marcado y dispuesto ante la gente.”

Con la necesidad tan grande alrededor de él, Alan recuerda las veces en las que Jesús alimentó grandes multitudes de personas, como cuando solamente tenían unos pocos peces y panes para alimentar a miles. Sin embargo, Jesús tomó lo poquito que tenían, lo multiplicó y llenó una gran necesidad.

“Quizá eso es lo que Dios está haciendo, edificando nuestra fe en medio de la crisis, pidiéndonos que seamos fieles con lo poco que nos ha dado y ofreciéndolo,” dijo Alan. “Jesús está diciendo: ‘Confía en mí para usarlo, para tocar cientos y miles.'”

Alan sugirió que esta crisis debería sacudir al cuerpo de Cristo, como si Jesús estuviera diciendo: “Mi esposa, quiero que estés activa y viva en el mundo. No quiero que te escondas en la iglesia y te escondas en tu pequeña comunidad, porque no es para eso que te he llamado.”

“Te he llamado para que te involucres, sí te involucres en medio del peligro, te involucres en medio de las balas y las heridas y el dolor que no podemos resolver.”

Maneras de orar:

— Por las muchas personas internacionalmente desplazadas de Siria — oren para que puedan encontrar el amor y la paz de Jesucristo dentro de los campamentos y los países en los que han hecho sus morada temporal.

— Para que haya paz en la tierra.

— Para que los trabajadores y partícipes de BGR y otros trabajadores de ayuda tengan sabiduría y conocimiento en lo que se refiere a los mejores lugares y métodos de ministrar a millones en necesidad.
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*Nombre cambiado por propósito de seguridad. Eden Nelson escribe para la Junta de Misiones Internacionales con base en el Medio Oriente. Baptist Global Response (Respuesta Global Bautista) está en el Internet en www.goBGR.com, con información para voluntariado y donaciones.

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  • Por Eden Nelson