Roma (BP) — El cardenal Jorge Mario Bergoglio, el arzobispo de Buenos Aires, fue electo papa el 13 de marzo, eligiendo el nombre de Papa Francisco y convirtiéndose en el primer papa no europeo en la época moderna. Latinoamérica es el hogar del 40 por ciento de los católicos en el mundo.
Francisco, quien fuera instalado como papa el 19 de marzo, ha tomado una postura en contra del gobierno argentino apoyando el matrimonio tradicional y la santidad de la vida, dijo un reportero de CNN. Él sucedió al Papa Benedicto XVI, quien abdicó en febrero, luego de un pontificado de 80 años.
Alan Sears, presidente de Alliance Defending Freedom –- un grupo legal Cristiano — aplaudió la elección.
“Nos unimos a los millones que felicitan a Francisco I en su elección como papa,” dijo Sears. “Él es un líder que ha luchado fuertemente por los valores de la libertad religiosa, la santidad de la vida humana, el matrimonio y la familia, a menudo bajo circunstancias muy duras. Apreciamos sus fuertes declaraciones durante los años, acerca de la protección del matrimonio y del bebé nonato y confiamos que continuará siendo una voz poderosa en cuanto a la profunda importancia de estos asuntos.”
Francisco I, nacido en Argentina, es el hijo de un obrero italiano de ferrocarriles y es conocido como un conservador compasivo, según NBC News. Los reportajes indican que era uno de los principales candidatos en la elección papal del 2005, cuando se eligió a Benedicto.
“El jesuita de 76 años valora la simplicidad y la humidad y animará a que los sacerdotes hagan evangelismo diariamente, dijo su biógrafo,” según NBC News.
Francisco entró en la Sociedad Jesuita en 1958 y obtuvo una licenciatura en filosofía, según la Agencia de Noticias Católicas. Fue ordenado sacerdote en 1969 y se convirtió en profesor de teología. Francisco también fue un líder provincial para la sociedad y rector del seminario.
El primer papa jesuita, Francisco fue electo en la quinta votación, algo que no pasaba en más de 100 años, en el primer día completo en que se reunió el Colegio de Cardenales en el cónclave de la Capilla Sixtina. Una mayoría de dos tercios era necesaria, lo que implica que 77 de los 115 cardenales tenían que asegurar un nuevo papa.
Los observadores dijeron que la relativamente rápida elección del nuevo papa señalaría que sería un líder tradicionalista, incluso cuando muchos católicos esperaban que se tomaran posturas más liberales en cuanto a ciertos asuntos controversiales.
Al escoger el nombre de Francisco, el nuevo papa tiene la intención de seguir el ejemplo de humildad, simplicidad y cuidado por los pobres que estableció San Francisco de Asís (1181/2-1226), dijeron los comentaristas.
Hablando ante la multitud fuera de la basílica, Francisco pidió a los católicos que oraran por él.
El cristianismo no tuvo un papa desde la muerte y resurrección de Cristo. Ni la autoridad del papa se extendió nunca hasta las varias ramas de la Iglesia Ortodoxa en los siglos subsecuentes.
El desarrollo del papado duró varios siglos, con las primeras fechas conectadas al papado, según dice el Diccionario Westminster de Historia de la Iglesia, cerca del Papa Leo el Grande en el siglo V.
“La doctrina de la supremacía papal fue claramente establecida por el Papa Leo el Grande (440-461) y defendida en los escritos de ciertos padres de la iglesia, en particular Agustín (m.430) y Gregorio el Grande (m.604), quien se convirtió en papa en el año 590 y cuyo firme liderazgo estableció la tradición de la guía papal en dogma y organización de la iglesia,” explica el diccionario mencionado.
Para mediados del siglo XI, la elección de un papa se había vuelto “firmemente conferida a un colegio de cardenales,” señala el volumen de Westminster.
Sin embargo, el papado a menudo enfrentó tiempos turbulentos, tales como “El establecimiento de pontífices rivales en Roma y Francia” entre 1378 y 1418, según el mismo diccionario. Esto debido a una ruptura inicialmente creada por un rey francés y luego resuelta con una serie de concilios de la iglesia.
Hoy en día, la doctrina católica sostiene que el papa es “el representante (vicario o vicegerente) de Cristo en la tierra, y que sus pronunciamientos solemnes oficiales sobre asuntos de fe y moral son infalibles, salvaguardados de error por Dios,” declara el diccionario Westminster.
R. Albert Mohler Jr., presidente del Southern Baptist Theological Seminary, escribió lo siguiente después de la muerte del Papa Juan Pablo II en el 2005: “Para los evangélicos, la pregunta crucial es la institución del papado mismo. Después de todo, la Reforma del siglo XVI exigió un rechazo del poder y autoridad papales, y los reformadores pronto llegaron a entender el papado como un oficio no bíblico que inevitablemente comprometía la autoridad y suficiencia de la Escritura…”
“Además, este oficio es entonces investido con concesiones de poder espiritual y temporal que son combinadas con concesiones de sucesión apostólica y sirven como pilares fundamentales para las concesiones integrales de la Iglesia Católica Romana,” escribió Mohler, señalando, “El rechazo protestante del papado no fue un asunto menor, aunque algunos protestantes liberales y evangélicos descuidados aparentemente han olvidado el por qué.”
Mohler sostuvo que los evangélicos “simplemente no pueden aceptar la legitimidad del papado y deben resistir y rechazar las concesiones de la autoridad papal. Hacer lo contrario, comprometería la verdad bíblica y pondría en reversa la Reforma.”
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Compiloado por Erin Roach, editor asistente de Baptist Press. Con reportaje de Art Toalston, editor de Baptist Press.
