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EDITORIAL: Consejo divino, renuncia papal y fútbol


NOTA DEL EDITOR: La columna First-Person (De primera mano) es parte de la edición de hoy de BP en español. Para ver historias adicionales, vaya a
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NASHVILLE (BP) — La sorpresiva renuncia del papa Benedicto XVI hecha en latín en días pasados ha desatado un sin número de conjeturas alrededor del mundo. Aquí está un papa en el ejercicio de su libre voluntad, dejando su cargo o asignación como líder de este grupo religioso. La última vez que sucedió algo similar fue en 1415, cuando Gregorio VII renunció al papado. Desde entonces, sus antecesores habían ejercido ese cargo hasta la muerte. La decisión tomada por Joseph Ratzinger puede ser un hecho que impactará a la iglesia católica en los próximos años. Algunos especulan que su influencia después de su renuncia será mayor que la de su ejercicio en el cargo. Cualquiera sea su punto de vista, la decisión de este líder debió haber sido pensada y ponderada cuidadosamente. ¿Habrá escuchado el consejo de Dios? ¿Cómo llegó a esta decisión? ¿Habrá consultado con otros? No estoy seguro que sabremos todos los detalles. La historia quizás más adelante no de destellos de lo que realmente sucedió.

Continuamente nos enfrentamos a situaciones en que debemos tomar decisiones, unas más trascendentales que otras. Alguien ha dicho que la vida es una serie de decisiones. ¿A quién recurres para un consejo? ¿Qué tal cuando te sientes abatido o en una encrucijada? ¿Qué haces? ¿Buscamos el consejo sabio o nos alejamos del mismo? Muchas veces es más fácil dar un consejo que buscarlo y aceptarlo. Vivimos en un mundo que trata de hacernos creer que somos autosuficientes. Podemos creer que tenemos la sabiduría para manejar la vida por nosotros mismos.

Me gusta el fútbol. Me fascina mirar cómo antes de comenzar el juego o antes de cada jugada importante, los jugadores se reúnen. Forman un círculo para hablar de cómo será la siguiente jugada. Mírelos detenerse. Estrechan sus brazos en forma de círculo e inclinan sus oídos para escuchar cuál será el siguiente movimiento y lo que cada uno deberá hacer. Me llama la atención que jugadores con muchas destrezas, habilidades y talentos tengan que reunirse para escuchar las instrucciones constantemente. La pregunta es obvia ¿Necesitaríamos nosotros también reunirnos con otros para recibir instrucciones sabias antes de proseguir con decisiones importantes en nuestra vida? Proverbios 20:18 afirma “Los proyectos con consejo se preparan y con dirección sabia se hace la guerra.” Podemos encontrar buenos consejos buscando la sabiduría de hombres y mujeres de Dios. Frecuentemente experimentamos gran ansiedad cuando intentamos tomar decisiones por nosotros mismos, basándonos en nuestras propias experiencias y en nuestro conocimiento limitado. Esto puede llevarnos al aislamiento. Debemos cuidarnos de esto.

El negocio de los adivinos, horóscopos y lectores de la “suerte” de hoy son un fuerte indicativo que la gente está necesitada de buenos consejos. Como nunca antes, personas en las redes sociales buscan consejo en aquellos con quienes están “conectados.” Otros sufren de estrés cuando se ven en la inmensa necesidad de tomar decisiones y no saben qué hacer. Desafortunadamente, muchos creen que no conocen o tienen a nadie que pueda ayudarlos con las decisiones que enfrentan. Algunas personas piensan que pedir consejo a otros es señal de debilidad o de falta de fe o profundidad espiritual. ¡Cuidado! Detrás de esto, lo que encontramos es nada más y nada menos que orgullo. Podemos correr el peligro de pensar que hemos sido llamados por Dios para tomar decisiones basadas sólo en nuestra propia intuición. La clave aquí es buscar a Dios y rodearse de gente sabia y espiritual. Aprender la importancia de escuchar buenos consejos es una característica del liderazgo espiritual. Debemos desprendernos de la idea que un liderazgo efectivo es tomar decisiones por si solos. Las palabras de Salomón nos dan claridad en este sentido. “El que anda con sabios será sabio, mas el compañero de los necios sufrirá daño.” Proverbios 13:20

Una de las grandes bendiciones que tenemos los creyentes es nuestro lugar en el cuerpo de Cristo. Podemos aprender unos de otros y ayudarnos mutuamente a tomar decisiones más sabias. Requiere una actitud de siervo. Por lo general, tenemos la tendencia a ver las cosas desde nuestro punto de vista. Esto hace difícil la evaluación objetiva. Pedir consejo sabio y divino nos ayuda a mirar la situación desde el otro lado de la calle. Esto es especialmente neurálgico cuando tratamos con amigos y familiares, debido a que tendemos a involucrarnos emocionalmente. Los sentimientos afloran y nuestra visión se obstruye porque no podemos ser objetivos.

En mi humilde experiencia he encontrado que es necesario buscar el consejo de otros cuando tenemos poca información. Es decir, cuando la información con que contamos es insuficiente. El mundo de los negocios está lleno de ejemplos de esto. Empresas dedican millones de dólares, tiempo y recursos humanos tratando de obtener información que les permitan tomar decisiones sabias. ¿No es cierto que muchas decisiones deban involucrar a otros? Entonces, ¿cómo sabemos que elegimos a los consejeros correctos? He aquí tres sugerencias:

1) Asegúrate de que sea alguien quien no tenga nada que perder al ser honesto. Todos precisamos de personas que nos digan la verdad. Proverbios 27:5 dice “Más vale ser reprendido con franqueza que ser amado en secreto.” Más claro no canta un gallo. La verdad debe estar por encima de cualquier amistad.

2) Busca a alguien quien sea digno de imitar. Podemos encontrar personas quienes sirven de inspiración y motivación porque han tenido éxito en esas mismas áreas de la vida. Ya sea en su matrimonio, relaciones, finanzas y crecimiento espiritual. Dios pone gente a nuestro alrededor a quien podemos consultar. Siempre debemos verificar que el consejo recibido concuerda con la palabra de Dios.

3) Consulta a más de una persona. Proverbios 15:22 nos recuerda “Sin consulta, los planes se frustran, pero con muchos consejeros, triunfan.” Si bien es cierto que ninguna persona podrá darte un consejo completo en cada situación porque su conocimiento es limitado, parte del éxito está en nuestra disposición de oír a Dios cuando pedimos consejo. Al mismo tiempo, debemos tener cuidado de pensar que todo lo que escuchamos viene de Dios. He aquí la ayuda del Espíritu Santo quien nos da discernimiento. El nos guía a toda verdad. Nos da paz cuando tratamos de discernir lo que quiere que hagamos. Su promesa de compañía es eterna y confortante. Dios nos revela su voluntad. En muchos casos, lo hace a través del consejo sabio de otros.

Porque El vive,
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Luis R. López es el Director de LifeWay Español de LifeWay Church Resources en Nashville, Tenn. http://www.LifeWay.com/espanol

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  • Luis R. López

    Luis R. López es Director Asociado de Misiones y Trabajo Étnico de la Asociación Bautista del Condado de Robertson en Tennessee.

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