NOTA DEL EDITOR: La columna First-Person (De primera mano) es parte de la edición de hoy de BP en español. Para ver historias adicionales, vaya a
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GRAPEVINE, Texas (BP) — Todo el mundo desea saber la voluntad de Dios para su vida. La verdad es que muchas veces es difícil saber con certeza cual es la voluntad de Dios para nuestra vida. Hay algunos que quieren escuchar la voz audible de Dios y otros le piden a Dios señales. Para saber la voluntad de Dios para nuestras vidas vemos que el primer paso es venir a la Palabra de Dios. El salmista nos dice en Salmos 40:8,
“El hacer tu voluntad, Dios mío, me ha agradado, y tu ley está en medio de mi corazón”
Para saber la voluntad de Dios tenemos que ir a la Biblia. La Palabra de Dios siempre nos dice lo que debemos hacer para poder vivir en este mundo. Pero también requiere que oigamos a Dios. Y para oír la voz de Dios tenemos que leer Su Palabra. Para saber con claridad la voluntad de Dios en nuestras vidas debemos reconocer algunas cosas:
1. Para reconocer la voluntad de Dios en nuestras vidas primeramente tenemos que experimentar la salvación. 2da de Pedro 3:9 dice:
“El Señor no retarda su promesa, según algunos la tienen por tardanza, no queriendo que ninguno perezca, sino que todos procedan al arrepentimiento.”
Para saber con certeza la voluntad de Dios en nuestras vidas tenemos que ser salvos. La salvación no viene de este mundo o de hombres, sólo viene de Dios. Y Dios quiere que todos sean salvos. Algunos dirán que es difícil saber la voluntad de Dios y si no son salvos en Cristo Jesús nunca sabrán esa voluntad. Todo empieza con el nuevo nacimiento en Cristo Jesús.
2. Debemos ser llenos del Espíritu Santo. Efesios 5:17 y 18 dice:
“Por tanto, no seáis insensatos, sino entendidos de cuál sea la voluntad del Señor. No os embriaguéis con vino, en lo cual hay disolución; antes bien sed llenos del Espíritu.”
Para saber y vivir en la voluntad de Dios, tenemos que ser llenos cada día del Espíritu Santo. Cuando Cristo entra en nosotros, Él hace un cambio drástico dentro de nosotros. Vemos que el Espíritu Santo habita en nuestras vidas. Si somos llenos de Él, entonces vamos a buscar y hacer la voluntad de Dios para nuestras vidas.
3. Ser personas santas y limpias. Vemos en I de Tesalonicenses 4:8a que dice: “… pues la voluntad de Dios es vuestra santificación…”
Debemos ser libres de pecados sexuales y saber que el sexo es sólo para el matrimonio y que es sólo entra un hombre y una mujer. La voluntad de Dios es que seamos limpios y santificados. Debemos ser vasos limpios en las manos de un Dios Santo.
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Dr. Mike Gonzales es director de los Ministerios Multiétnicos de la SBTC.
