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Educados y acaudalados aun perdidos en Caracas


CARACAS, Venezuela (BP) — Joe Busching casualmente se acercó a estudiantes universitarios que reían y charlaban en el césped del campus. Luego de iniciar conversación con ellos, les preguntó si ellos le contestarían algunas preguntas. Los estudiantes asintieron.

“¿Qué piensas de Dios?” Busching, misionero bautista del sur procedente de Georgia, le hizo la primera pregunta a un joven.

El estudiante se encogió de hombros. “Supongo que dirías que soy agnóstico, pero la verdad es que no creo en Dios,” dijo. “Lo que quiero decir, es que eso está bien para otros, pero yo no pienso que él exista.”

Busching se dirigió a otro estudiante y le preguntó: “¿Qué piensas que sucede cuando mueres?”

“Realmente no estoy seguro,” respondió el estudiante. “Tal vez si he sido una buena persona vaya al cielo; sin embargo, lo más probable es que no pase nada.”

Otros estudiantes hicieron eco de estas creencias en más de una docena de universidades en la capital de Venezuela, incluyendo la Universidad de Caracas donde hay matriculados cerca de 70.000 estudiantes. Aunque muchos estudiantes dicen ser católicos debido a su cultura o historia familiar, la mayoría no son practicantes o, en algunos casos, son abiertamente ateos. Algunos pocos están involucrados en cultos indígenas locales que están enraizados en la brujería y en la adoración a ídolos.

Cerca de 5 millones de personas viven en Caracas, y solamente cerca del 1 por ciento de ellos son evangélicos, dicen obreros de la Junta de Misiones Internacionales. Miles de los perdidos espiritualmente son estudiantes.

Para alcanzarlos, Susanne Arnold que es misionera de IMB ayuda a los estudiantes venezolanos en las iglesias locales a comenzar estudios bíblicos en los campus.

“El deseo de mi corazón es ver que los estudiantes lleguen a estudiar la Biblia,” dice Arnold, de Missouri. “Aun si no son cristianos, necesitan un lugar seguro al cual puedan llegar y hacer preguntas.”

Hasta ahora, Arnold ha ayudado a estudiantes a comenzar estudios bíblicos en tres universidades. Dirigir un estudio bíblico en inglés abre puertas al evangelismo atrayendo estudiantes que desean aprender el idioma; sin embargo, algunas veces las escuelas se lo hacen difícil. La destreza en inglés en muchas universidades es un requisito para la graduación, así que los funcionarios de las escuelas no quieren ayuda gratis que compita con las clases pagadas de inglés.

“Necesitamos algo orientado al ministerio pero que no signifique una amenaza,” dice Arnold. “Todavía estamos buscando la mejor forma de hacerlo. Oren para que se abran puertas en los campus universitarios y para que los estudiantes que ya son cristianos se levanten y se hagan cargo de la visión de compartir el evangelio. Oren para que la iglesia vea su responsabilidad en la Gran Comisión.”

EVANGELISMO EN EL LUGAR DE TRABAJO

La mayoría de los caraqueños viven en pobres y peligrosos tugurios que se extienden a lo largo de las montañas que rodean la ciudad. Pero proyectando una amplia sombra sobre los tugurios están los rascacielos del distrito profesional de Caracas que representan a la acaudalada — y menos evangelizada — parte de la ciudad.

“La gente que vive en esa área es rica, culta y autosuficiente y tiene poco interés en las cosas espirituales,” dice Mike Bennett, el misionero de IMB que está desarrollando nuevas maneras de alcanzar a los profesionales. “La vida de ellos es el trabajo y hacer más dinero, así que de una manera u otra tenemos que alcanzarlos con el evangelio, y las técnicas tradicionales de evangelismo no funcionarán.”

Debido a los frenéticos horarios de estos profesionales, es casi imposible conseguir que asistan a estudios bíblicos después del trabajo, dice Bennett.

“Aunque ellos tengan el deseo [de asistir], no tienen la energía,” dice Bennett, oriundo de Tennessee. Entonces, “Hemos comenzado a orar para que el Señor ponga carga [en los venezolanos]… para alcanzar a sus colegas para Cristo donde ellos trabajan y que ellos vean su lugar de trabajo como un campo de misión.”

Los creyentes venezolanos han comenzado varios estudios bíblicos en el lugar de trabajo en el área de Caracas. En un hospital, la directora de la unidad de cuidado intensivo comenzó un estudio bíblico semanal para sus colegas y ha guiado a varios a Cristo. Esos empleados entonces comienzan a compartir a Cristo con sus pacientes. Docenas de ellos, muchos en su lecho de muerte, han aceptado a Cristo.

En una compañía, los cristianos comenzaron estudios bíblicos en el lugar de trabajo que con el tiempo ganaron la atención internacional. El evangelio cambió tanto la vida de los trabajadores que la producción incrementó y los empleados se volvieron más positivos — tan positivos, de hecho, que los dueños europeos de la compañía viajaron a Venezuela para ver lo que estaba pasando. Cuando algunos empleados se quejaron de los estudios bíblicos, los dueños respondieron que ellos apoyaban completamente lo que fuera que estuviera elevando las ganancias y disminuyendo el conflicto entre los empleados.

Una creyente que trabaja en la Universidad comenzó un estudio bíblico semanal en el campus para sus compañeros. Gente sedienta asiste ahora cada viernes en la mañana. Cerca de la mitad de ellos ahora son creyentes.

Un estilo de vida ocupado no es el único obstáculo para alcanzar a los profesionales venezolanos, dice Bennett.

Mientras muchos de ellos viven con comodidades financieras, a menudo sufren de una pobre autoestima y son infelices, dice Bennett, quien organiza conferencias sobre valores diseñadas para enseñarles a los profesionales cómo ser más exitosos y a estar contentos en el trabajo y en su vida personal. Estos eventos se centran en temas como el éxito, la integridad y la paz en el hogar. También se enfocan en autoestima y cómo establecer una identidad con Cristo.

Los asistentes entonces son invitados a seminarios de seguimiento y “formación de grupos.”

“Si usted invita a un profesional a un estudio bíblico, no logra que nadie se presente,” explica Bennett. “Así que decimos que la formación de grupos va a ayudarle a volverse una persona equilibrada. Le enseñaremos cómo llegar a ser exitoso profesionalmente, como padre y cómo ser exitoso espiritualmente, debido a que creemos que un profesional es todas estas cosas.”

Bennett está animado por el número de personas que han aceptado a Cristo a través de esta formación de grupos y por la iniciativa de crecimiento de los creyentes venezolanos de testificar de Cristo en su lugar de trabajo. Sin embargo, la mayoría de los profesionales en Venezuela permanecen sin alcanzar.

“Oren para que ellos se humillen y se den cuenta de su necesidad de un Salvador,” dice, “y para que Dios levante a más creyentes [venezolanos] que alcancen a su propia gente en su lugar de trabajo.”
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Emily Pearson es una misionera de la Junta de Misiones Internacionales que vive en las Américas.

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  • Por Emily Pearson