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Los ministerios hispanos en Alabama se adaptan a la nueva ley de inmigración


BIRMINGHAM, Ala. (BP) — Miembros con miedo. Disminuye la asistencia a la iglesia. Los pastores están preocupados. El futuro es incierto. A pesar de los dramáticos cambios en la vida de muchas congregaciones hispanas en Alabama debido a la nueva ley de inmigración, no todas las noticias son tan malas.

“Se fue mucha gente,” Carlos Gómez comentó acerca de la congregación que sirve, la Primera Iglesia Bautista de Center Point. “Los busqué y algunos regresaron. Pero sé de otro ministerio que está cerca de mí en esta ciudad que tenía cerca de 120 personas y ahora sólo son como 40.”

Son comunes los reportes de baja asistencia en iglesias hispanas desde que la ley se puso en práctica el otoño pasado. Entre sus disposiciones se encuentra la obligación para que los policías investiguen el estatus legal de cualquier persona sospechosa de ser un inmigrante ilegal al detenerlos en situaciones rutinarias. La ley también impone castigos para negocios que deliberadamente contraten inmigrantes ilegales.

Una corte federal canceló varias disposiciones de la ley entre ellas una prohibición para deliberadamente transportar o albergar inmigrantes ilegales.

Incluso varios inmigrantes legales dejaron de asistir a la iglesia y se fueron del estado después de que la ley se puso en práctica, dijo Gómez; ellos tenían miedo de ser molestados por la policía o de que algún familiar indocumentado fuera arrestado. Dijo que muchos hispanos, incluso aquellos que están en el país legalmente, se quedan en sus casas el mayor tiempo posible por temor a ser detenidos por la policía.

Para disminuir su temor, Gómez ha estado recogiendo a varios miembros de su congregación usando la camioneta de la iglesia para que así puedan asistir al servicio de adoración.

Carlos Lemus, un misionero hispano de las asociaciones bautistas de Autauga y Chilton, dijo que no ha habido problemas mayores entre los ministerios hispanos en su área. Pero sí cambió el horario de algunos de sus estudios bíblicos porque cuando oscurece, en algunas regiones la policía tiende a establecer retenes de vigilancia para algunas ofensas, incluyendo el estatus migratorio de los que pasan por ahí.

Lemus, quien sirve como presidente de la Comunidad Bautista Hispana de Alabama, contó que un líder de una iglesia fue arrestado cuando regresaba a su casa después de haber visitado a una familia de su congregación y de un ministerio de jóvenes en el condado de Chilton que se encuentra inestable debido a la poca asistencia.

“Teníamos una muy buena asistencia de gente joven los domingos en la tarde para jugar futbol,” dijo Lemus acerca del ministerio para jóvenes en donde se les compartía el evangelio. “Pero después de la nueva ley, los padres tienen miedo de enviar a sus hijos a este tipo de actividades” porque algunos no tienen documentos legales. “Algunos son norteamericanos, por supuesto, pero tienen miedo de que sean arrestados en estas circunstancias.”

Aún así, tanto Lemus como Gómez concordaron en que es esencial proteger las fronteras de Estados Unidos y Lemus ve un lado positivo en esta ley. Al parecer la policía no podía reunir suficiente evidencia para arrestar a dos notorios traficantes de drogas en su área. Sin embargo, dijo que arrestaron y deportaron a uno de ellos con base en la ley de inmigración y el otro abandonó el país voluntariamente.

“En estos momentos, proteger las fronteras es, creo, la obligación principal del gobierno,” dijo Lemus, “y después tratar de ayudar a aquellos que ya se encuentran aquí y quizá viven una vida decente y tratan de ser buenos ciudadanos.”

Cary Hanks, un misionero catalizador con la Coalición para Ministerios Bautistas Hispanos en la parte central de Alabama y ex representante bautista del sur en Ecuador, dijo que la mayoría de los bautistas en Alabama no entienden lo difícil que se han convertido las vidas de los pastores hispanos debido a la nueva ley.

Con frecuencia los padres que se encuentran en el país ilegalmente pero que tienen hijos que son ciudadanos norteamericanos les piden a sus pastores que se conviertan en sus guardianes legales, dijo Hank. De esta manera si los padres son deportados, sus hijos no serán entregaos en custodia y posiblemente enviados a su país de origen. Sin embrago, a menudo los pastores se niegan a ser guardianes porque no pueden hacerlo con todos los miembros de la iglesia.

Los Estados Unidos no deberían de dar amnistía a los inmigrantes ilegales, dijo Hank, pero comentó que esta nueva ley ha puesto en crisis a las iglesias y familias hispanas en Alabama.

“Alguien tiene que llenar el hueco en esas familias,” dijo Hank acerca de los pastores hispanos. “Ellos tienen que liderar esas iglesias…ellos entienden la necesidad de estar aquí legalmente.” Ellos no pueden rehusarse a ayudar a gente con necesidad, dijo: “no puedes darle la espalda a las familias porque no tienen documentos. Ellos son personas y Dios ama a esas personas.”

La Convención Bautista del Sur batalló con este asunto durante su reunión anual en Phoenix en junio pasado. En una resolución que fue adoptada después de haber sido enmendada para clarificar que “no tenía el deseo de apoyar la amnistía para ningún inmigrante indocumentado,” la convención le pidió al gobierno que “haga prioridad sus esfuerzos para proteger las fronteras y que haga rendir cuentas a los negocios respecto al estatus migratorio de los que emplean.” También hacía un llamado para que las iglesias bautistas que cooperan sean “la presencia de Cristo, tanto en la proclamación y ministerio, para todas las personas sin importar su país de origen o estatus migratorio.”

Edwin Vélez, pastor de la Primera Iglesia Bautista Hispana en Albertville, Ala., dijo que alaba a Dios porque a pesar del miedo generalizado entre los hispanos, la asistencia a su iglesia continua igual a la que tenía antes de que la ley se pusiera en vigor. Un efecto positivo de la ley, dijo Vélez, es el gran número de inmigrantes hispanos que están tratando de obtener un estatus legal en los Estados Unidos.

“Conozco a muchas personas que han hecho citas para reunirme con abogados de inmigración,” dijo.

Una necesidad urgente entre los bautistas en Alabama, dijo Vélez, es una conversación honesta acerca de cómo enfrentar los problemas con la inmigración ilegal en el estado.

“Creo que necesitamos unirnos y hablar sobre esto de una manera más abierta,” dijo Vélez. En Alabama, los bautistas de todas las razas “necesitan estar más unidos…y ver cómo podemos ayudar a nuestras hermanas y hermanos en Cristo.”

Ben Hale, ministro de evangelismo y misiones en Dawson Memorial Baptist Church en Birmingham, dijo que la nueva ley no ha afectado a los asistentes de la congregación hispana. Pero citó el temor y la incertidumbre como las reacciones comunes entre los creyentes hispanos.

“Hemos comenzado el proceso de pensar cómo nuestra iglesia y nuestra congregación hispana ayudarán y asistirán a las familias si, de hecho, continua en vigor la ley en su totalidad,” dijo Hale. “En otras palabras, ¿cómo podríamos ministrar a las familias que han sido separadas [si algún miembro de la familia es deportado]?”

Mientras que el gobierno se enfoca en aplicar la ley, Hale dijo que los cristianos deben reflexionar en la gracia de Dios hacia la comunidad que les rodea, incluyendo a los inmigrantes ilegales. “No necesariamente sentimos que es nuestra responsabilidad convertirnos en personas que se dedican a hacer que se aplique la ley,” dijo. “Así que sólo vamos a servir y ministrar a quien venga a nuestra iglesia o venga a uno de nuestros ministerios.”
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David Roach es un escritor y pastor residente en Shelbyville, Ky. Este artículo fue dado a conocer por primera vez en The Alabama Baptist (thealabamabaptist.org), la publicación de noticias de la Convención Bautista de Alabama.

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  • Por David Roach