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El campo de futbol Americano abre puertas para el evangelio en Portugal


LISBOA, Portugal (BP)–El brillante sol portugués iluminaba el campo temporal de futbol americano. A la distancia las olas del Atlántico caían sobre la playa. Los jugadores de la Cruzada de Lisboa llegaron al campo para realizar sus rutinas antes del juego las cuales incluyen, entre otras cosas, el delimitar con arena las líneas divisorias de las yardas.

El campo de futbol americano era solamente una cancha adaptada de futbol soccer y la asistencia al juego consistía en únicamente un pequeño grupo de amigos y familiares. Pero para Emanuel y sus compañeros de la Cruzada, su ánimo alcanzaba el nivel de jugar en la NFL a tan sólo instantes de iniciar el partido en contra de las Torres Negras de Galiza.

Para los jugadores y a la vez entrenadores de la Cruzada, Brady Nurse y Grant Shields, el ánimo iba más allá de los nervios comunes antes de un partido. Para ellos, el equipo de futbol americano es además de una manera de competir, una oportunidad increíble para compartir el evangelio.

El futbol americano se ha convertido en una gran forma de alcanzar las vidas de los portugueses,” dijo Nurse, un misionero de la Junta de Misiones Internacionales (IMB por sus siglas en inglés) quien ha estado en Portugal por cuatro años y ha jugado por tres para la Cruzada.

“El estado espiritual en Portugal es muy difícil,” comentó Nurse, al resaltar que menos del 2 por ciento de los portugueses tiene cualquier tipo de relación con Cristo. “Hay una gran sequía spiritual.”

A pesar de esta situación, Nurse y Shields — un voluntario del programa práctico a corto plazo para alumnos universitarios de la JMI — han visto a casi 30 jugadores en Portugal aceptar a Jesucristo como su salvador y Señor.

Uno de estos jugadores es Emanuel, de 21 años, quien ha jugado para la Cruzada por tres años.

Como la mayoría de los portugueses, Emanuel fue criado en la religión católica romana. Sin embargo, para cuando llegó a la adolescencia ya se había desilusionado de la religión. Al ver la pobreza a su alrededor no podía entender por qué los sacerdotes continuaban pidiendo dinero.

“Ellos gastaban dinero en catedrales que ya estaban bien establecidas y adornadas con oro,” Emanuel comentó y a la vez añadió lo siguiente “ahora me doy cuenta que no se trata del lugar (de adoración) sino de lo que uno hace mientras se encuentra ahí.”

El resentimiento de Emanuel hacia la religión se acrecentó durante sus años universitarios cuando su vida se vino cuesta abajo. Su madre luchaba contra el cáncer y lo dejó su novia de mucho tiempo. Las calificaciones de Emanuel fueron muy bajas y empezó a deprimirse.

“Nunca había intentado comunicarme con Dios durante los buenos tiempos (de mi vida), así que estaba avergonzado de buscarle durante los tiempos difíciles,” dijo Emanuel. “Sentía que estaba siendo castigado y me sentía muy solo.”

Un día Emanuel vio un folleto anunciado que había una oportunidad de probarse para jugar con la Cruzada de Lisboa. Como le gustaba ver partidos de futbol americano por televisión, decidió intentarlo. Pudo entrar en el equipo y quedó encantado con este deporte.

El equipo de la Cruzada se convirtió en la familia de Emanuel; su amistad con Nurse y Shields aumentó mientras crecía su ministerio con el equipo.

“Yo sabía que el entrenador Grant ofrecía un estudio bíblico con frecuencia y un día me invitó a que formara parte de él,” comentó Emanuel. “Recuerdo haberme sorprendido. Era muy diferente a mi crianza católica. Los católicos rezaban a muchos santos. Aunque los santos no son dios, en esas catedrales sí lo eran. Algo que aprendí con Grant era que solamente había un Dios y que Él es lo único que importa.”

Emanuel aceptó a Cristo como su Salvador y continúa reuniéndose con Shields y otros miembros del equipo para el estudio bíblico semanal.

“Me ruega que tengamos más estudios bíblicos, “dijo Shields. “Está ansioso por aprender.”

El equipo de la Cruzada le dio la oportunidad a Shields y Nurse de compartir el evangelio con estos hombres a quienes la competición y el trabajo en equipo les guiaron hacia la camaradería que hace posible las conversaciones honestas y abiertas.

“El futbol americano ha sido decisivo para que abriera los ojos,” comentó Emanuel. “Ya no me siento vacío como hace varios años.”

El futbol americano se está haciendo cada vez más popular en Europa. Se empiezan a formar equipos universitarios y en las comunidades en muchas de las ciudades portuguesas más grandes. Por ahora hay seis equipos en Portugal y Nurse espera que cuatro equipos más se integren a la liga en las próximas temporadas.

“No sabía que había futbol americano el Portugal hasta que vi a unos chicos practicar en un campo…,” dijo Nurse. “Les pedí que si podía unirme a su equipo y unos meses después terminé siendo el entrenador cuando me lo pidieron.”

Desde entonces, Nurse ha traído más destreza al campo de juego no solamente de la Cruzada sino a la completa liga portuguesa al organizar campamentos de entrenamiento para el futbol americano con ex jugadores profesionales de la NFL y otros universitarios.

“Los campamentos no solamente han sido una manera de atraer visibilidad al deporte, también han sido una gran manera de compartir a Cristo con los jóvenes,” dijo Nurse. “Los jugadores cristianos y las iglesias de los Estados Unidos vienen para acá no solamente para enseñarles a jugar futbol americano sino para compartir el evangelio con los jóvenes portugueses.”

El equipo de la Cruzada de Lisboa ha sido decisivo para que Nurse y Shields pudieran alcanzar las vidas de jugadores que de otra manera no habrían estado interesados en su amistad.

“Antes de que iniciaran las prácticas, pasé un mes aquí sin poder conocer a alguien,” Shields dijo. “Si conseguía que alguien me saludara, entonces consideraba que ese día había sido exitoso.”

Ahora el éxito es muy diferente, aunque no siempre sea una victoria en el campo de juego a pesar de que éstas llegan.

En el juego en contra de las Torres Negras de Galiza, la Cruzada se vio muy pronto con una desventaja de 14-0—una diferencia mayor de la que habían logrado recuperarse los de la Cruzada. Pero la Cruzada se esforzó y luchó. Lograron vencer a las Torres Negras con un marcador de 38-34 y así mantuvieron vivas sus esperanzas de lograr ganar el campeonato.

Nurse y Shields celebraron al final del juego con el resto del equipo, pero su esperanza—y ahora la de Emanuel también—es por algo mucho más grande que un campeonato en el campo de juego.
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Trent Parker es un escritor para la JMI en Europa. Para conocer más acerca de cómo alcanzar a Europa a través de los ministerios deportivos de la Junta de Misiones Internacionales visite www.imbeurope.org

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  • Por Trent Parker