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SEMANA DE ORACIÓN: Su papel como iniciadores de Iglesias comenzó con un corazón por los sordos


BENICIA, Calif. (BP)–Al principio del curso de lenguaje de señas para ministrar a los sordos de la iglesia en el Profundo Sur en 1979, a Howard Burkhart III le gustó tanto su maestra que se casó con ella.

Debido a Tina McMillan (Burkhart) y su atento pupilo, incalculables cientos de oyentes y personas con deficiencia auditiva — desde California hasta Mississippi — han sido no solo enseñados a cómo comunicarse, sino a cómo aceptar a Cristo como Señor y Salvador.

Hoy, el ministerio de los Burkhart — con sede en Benicia, California, justo al norte de San Francisco — se extiende mucho más allá de la comunidad sorda, aunque ese sigue siendo su primer amor. Howard, de 52 años, es estratega de iniciación de iglesias en la bahía de San Francisco y el área de San Diego y misionero conjunto para la Junta de Misiones Norteamericanas y la Convención Bautista del Sur de California.

Howard y Tina están entre los más de 5.000 misioneros en EE. UU., Canadá y sus territorios que son apoyados por la Ofrenda de Resurrección Annie Armstrong para las Misiones Norteamericanas. Ellos han sido presentados como parte de la Semana Anual de Oración, del 6 al 13 de marzo del 2011. Con el tema “Comienza aquí,” la meta de la Ofrenda de Resurrección Annie Armstrong 2011 es de $70 millones para apoyar a misioneros como los Burkhart.

“La Ofrenda de Resurrección Annie Armstrong hace todo posible,” dice Burkhart. “Pone misioneros en el campo, provee financiamiento ministerial, provee Biblias, entrenamiento para iniciación de iglesias, apoya nuevas iglesias y permite proyectos especiales que son críticos. AAEO es nuestro elemento vital, nuestro salvavidas y nuestro futuro.”

Después de que ambos se graduaron de la University of Southern Mississippi donde estaban involucrados en el ministerio a los sordos en la 38th Avenue Baptist Church de Hattiesburg, se inscribieron en el New Orleans Baptist Theological Seminary y pronto se concientizaron de la crucial necesidad de que pastores y misioneros trabajaran con la gente sorda.

Howard más tarde se convirtió en misionero a los sordos en California, donde los Burkhart han vivido y ministrado los últimos 27 años. De 1988 al 2000, Howard dio clases a través del Golden Gate Baptist Theological Seminary a las personas con deficiencia auditiva de manera que ellos puedan aprender a ser pastores, maestros y líderes ministeriales. Fue la primera oportunidad para la gente sorda de obtener educación de seminario a nivel de diplomado.

“La sordera es su propia cultura,” dijo Burkhart. “Tiene su propio lenguaje, su propia gramática, su propia estructura social. La persona sorda tiende a casarse con otra persona sorda.” Al mismo tiempo, señaló, la tecnología de hoy en día les ha dado poder a muchas personas sordas capacitándolas para volverse más parte de la corriente principal de la sociedad.

¿Por qué las personas con deficiencia auditiva necesitan ministerios especiales enfocados a sus necesidades?

“Usted pensaría que ellos pueden escoger entre cientos de diferentes iglesias, pero no pueden,” dijo Burkhart. “Ellos tienen que ir a una iglesia donde haya un pastor para los sordos o donde haya un intérprete competente. Y cuando las personas sordas necesitan cuidado pastoral, llaman a un intérprete, así que el intérprete a menudo se vuelve su pastor y defensor.”

Para los estadounidenses con dificultades auditivas, el inglés es su segundo lenguaje. “El lenguaje de señas es su primer lenguaje,” dijo. “Para los sordos de otros países, el inglés es su tercer o cuarto lenguaje.”

Burkhart ministra a los sordos en un número de etnias, como hispanos, asiáticos y coreanos. No es comúnmente conocido que cada nacionalidad tiene su propio y singular lenguaje de señas para sordos — los coreanos, por ejemplo — tienen el suyo propio, así que el lenguaje de señas es diferente en las diferentes culturas e idiomas.

Uno de los “gozos” de Burkhart es regresar a las iglesias que ayudó a iniciar hace años, y New Hope Community Church en El Monte, California, es una de sus preferidas.

“Regresar allá y saber que probablemente más de 50 personas sordas allá ahora tienen una relación con Jesús — y muchos de ellos están sirviendo y liderando en la iglesia — me hace el día emocionante,” dijo.

El ministerio para sordos en New Hope es multiétnico, con nueve o diez países representados. De las alrededor de 30 personas sordas que asisten, solamente cuatro son caucásicas.

“La sordera derrota la etnicidad,” dijo Burkhart, “así que si les pregunta a indonesios con dificultad auditiva, le van a decir que primero son sordos y segundo indonesios.”

Steve Lucero, pastor de los sordos en New Hope, tiene un hijo sordo, Leo, quien lo atrajo al ministerio para sordos. “Cuando Leo nació,” relató Lucero, “pregunté: ‘Bien Señor, ¿Por qué me diste un hijo sordo?’ Fue una pregunta grande en mi corazón y en mi mente.”

Cuando Leo nació, Lucero y su esposa Linda ya tenían un hijo que oía. Y aunque Lucero estaba escalando posición en Safeway, dejó luego el mundo de los negocios para entrar al ministerio de los sordos — en parte debido a Leo y en parte debido a Howard Burkhart.

“Íbamos a las clases nocturnas de Howard para aprender señas religiosas,” relató Lucero. “Nos enseñaba con mucha paciencia. También nos animaba y nos daba la confianza que necesitábamos para ministrar a los sordos.

“Si no hubiera sido por Howard, nos hubiéramos quedado estancados,” dijo Lucero. “Eso fue hace 25 años y todavía lo quiero entrañablemente y de la misma manera a los sordos [de New Hope].”

Más allá de las personas con deficiencia auditiva, California — el campo misionero de Burkhart — es el hogar de más de 37 millones de personas. Si fuera un país, sería la 34a nación más grande del mundo donde se hablan más de 200 lenguajes. Cerca del 40 por ciento de la población habla otra lengua o son bilingües en el hogar.

“En varios casos, California es el hogar de la población étnica más grande fuera de su propio país de origen,” dijo Burkhart. “En otros casos, puede que tengamos más personas de un país viviendo acá de las que realmente viven en ese país.”

Burkhart crea estrategias y trabaja con otros iniciadores de iglesias para comenzar iglesias en las áreas metropolitanas de San Francisco y San Diego y alcanzar diferentes etnias — indonesios, rumanos, mongoles, birmanos, vietnamitas, japoneses, rusos y brasileños. Él también coordina y dirige 10 eventos de entrenamiento básico por año para 60 equipos de iniciación de iglesias de California.

“Todo el mundo necesita a Jesús. No importa de dónde seas, que idioma hables, de dónde vengas o dónde vivas,” dijo Burkhart. “Todo el mundo necesita a Jesús y es nuestro trabajo comunicar eso en el lenguaje que ellos entienden.

“Les pedimos a los bautistas del sur que oren por nosotros porque necesitamos identificar un iniciador de iglesias japonés para San Diego y varios iniciadores de iglesias vietnamitas para 10 iglesias que necesitan ser iniciadas en California. También necesitamos compañeros para varias iglesias que han sido iniciadas en el área de la bahía de San Francisco.”

Los Burkhart tienen dos hijos: Nathan y Victoria. Howard también les pidió a los bautistas que oraran por Victoria de 18 años, quien ha estado seriamente enferma con una rara y debilitante enfermedad neurológica, que la ha dejado mayormente confinada en la casa durante los últimos seis años.

“Crecí en Miami,” dijo Burkhart, “y si usted me hubiera dicho cuando crecía que sería misionero en California entre los birmanos y los karen, la gente sorda o los que hablan otros idiomas como con los que trabajo, le hubiera dicho: ‘Nunca en un millón de años.’ Pero Dios tiene un trabajo para que yo haga y él lo está completando en mí.

“Es un trabajo duro, toma gente, dinero, equipos de misión y compañeros. Toma mucha gente para alcanzar una comunidad para Cristo.”
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Mickey Noah escribe para la Junta de Misiones Norteamericanas.

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