WASHINGTON (BP)–Los votantes estadounidenses asestaron el 2 de noviembre una dura reprimenda a los dos últimos años de gobierno demócrata, asegurando un gobierno más conservador pero dándoles a los republicanos control de solamente una de las cámaras.
El partido republicano (conocido como GOP) obtuvo más de 60 escaños en la Casa de Representantes y les arrebató la mayoría a la presidenta de la Casa, Nancy Pelosi y a su partido. La asamblea partidista (caucus) republicana también estableció terreno en el Senado logrando una ganancia de por lo menos seis escaños, sin embargo los demócratas todavía tendrán una mayoría de 51 miembros o más.
Las victorias republicanas a nivel estatal fueron también impresionantes. En las oficinas de gobernación, los republicanos pasaron de 24 a 29, con cuatro votaciones todavía sin definir.
El brusco cambio de la Casa fue el mayor para cada partido desde que los demócratas añadieron 75 escaños en 1948.
Richard Land, especialista en política pública de los bautistas del sur la describió el 3 de noviembre como “una elección histórica” que “será vista en el futuro como una elección que cambió el escenario político del país.”
Hasta las 3 p.m. (hora del este) del 3 de noviembre, el total de votos como lo reportó CNN fue de:
— En la Casa, el GOP a la cabeza por 239 a 185 en escaños, sin ganador a la vista en 11 votaciones. Antes de la elección, los demócratas tenían una mayoría de 255 a 178, con dos escaños vacantes.
— En el Senado, los demócratas obtuvieron una ventaja de 50 a 46, sin contar los dos independientes y dos votaciones que todavía tenían que decidirse. Los dos independientes se unen a los demócratas, y el ganador en Alaska, sea la independiente Lisa Murkowski o el republicano Joe Miller, se espera que se una al GOP. De esa manera, el conteo es de 51 a 47, de hecho, con el ganador en Washington todavía sin determinar. El caucus demócrata obtuvo una ventaja de 59 a 41 antes de la elección.
— En el gobierno, el GOP encabezaba por 29 a 16, con un independiente recién electo y cuatro votaciones indecisas sin incluir.
Los resultados llegaron a casi dos años de la decisiva escaramuza sobre tales medidas promovidas por los demócratas como el estímulo económico y la reforma al cuidado de la salud. Gran número de estadounidenses expresaron su insatisfacción por las acciones del presidente Obama y el Congreso, lo que dio nacimiento al movimiento Tea Party (Motín del Té). La reforma al cuidado de la salud, la cual fue promulgada en marzo, se hizo aun más impopular después de que sus efectos se volvieron más conocidos.
Una ya débil economía que continuó declinando después de que Obama subió al poder en 2009 con un Congreso mayormente demócrata estuvo en la mente de los votantes, de acuerdo a un sondeo de salida. Los sondeos mostraron que un 62 por ciento de los votantes mencionaron la economía como el asunto más importante de este año, mientras que el cuidado de la salud se colocó en segundo con un 19 por ciento.
Obama dijo el 3 de noviembre en una conferencia de prensa: “Creo que no hay duda de que la preocupación número uno del pueblo es la economía. Y expresaron gran frustración por el hecho de que no hemos hecho suficiente progreso en la economía.”
El presidente dijo que les había dicho al líder de la minoría de la Casa John Boehner de Ohio y al líder de la minoría del Senado Mitch McConnell de Kentucky la noche antes que estaba ansioso de trabajar con ellos.
Boehner, quien será el sucesor de Pelosi como presidente, dijo: “Nos sentimos humildes ante la confianza que el pueblo estadounidense ha depositado en nosotros. Como lo dije anoche, nuestro trabajo es escuchar al pueblo estadounidense y seguir la voluntad del pueblo estadounidense. Es muy claro que el pueblo estadounidense quiere que hagamos algo respecto a la reducción de gastos aquí en Washington y ayudemos a crear un ambiente en el que obtengamos de nuevo los trabajos en nuestro país. Tenemos un gran trabajo frente a nosotros.”
Land dijo que los republicanos no deben malinterpretar los resultados de la elección.
“Esto fue claramente un rechazo al nivel básico de las políticas económicas del presidente y al Obamacare (cuidado de la salud de Obama),” dijo Land, presidente de la Comisión de Libertad Religiosa y Ética.
“Sin embargo, no es una afirmación del Partido Republicano. Fue una decisión de una mayoría del pueblo estadounidense darles a los republicanos una oportunidad más para reducir el tamaño del gobierno, reducir los gastos y revocar y empezar de nuevo la reforma al cuidado de la salud,” dijo Land. “El establecimiento republicano en Washington haría bien en oír a los más de 60 principiantes de la Casa que están llegando al Congreso directamente del mundo real.”
Las organizaciones pro-vida fueron muy exitosas al apoyar a candidatos pro-vida y en oponerse a los demócratas que previamente tenían records pro-vida pero eligieron votar por la versión del proyecto de ley de cuidado de la salud que se volvió ley y permisos de fondos federales para ser usados por los planes de cuidado de la salud que cubren abortos.
La Lista Susan B. Anthony (SBA), que financia las campañas de los candidatos pro-vida, reportó que 15 de esos 20 demócratas “pro-vida”, como los describió y que estuvieron en la mira debido a sus votos por el cuidado de la salud, perdieron las elecciones. Americans United for Life Action dijo que 11 de los 12 candidatos a los que se opusieron debido a su apoyo a la financiación de abortos no ganaron.
Entre las mujeres de GOP identificadas por la Lista SBA como pro-vida y recién electas el 2 de noviembre estuvieron:
— En el Senado, la ex fiscal general del estado Kelly Ayotte de New Hampshire.
— En la Casa, Sandy Adams de Florida, Diane Black de Tennessee, Renee Ellmers de North Carolina, Jaime Herrera de Washington y Kristi Noem de South Dakota.
— Como gobernadoras, Mary Fallin de la Casa de Representantes en Oklahoma, Nikki Haley en South Carolina y Susanna Martinez en New Mexico.
Aunque algunos representantes demócratas perdieron luego de votar por el proyecto de ley del cuidado de la salud contaminado por la financiación del aborto, algunos muy fuertes miembros pro-vida del partido perdieron a pesar de oponerse a la legislación, incluyendo a los bautistas del sur Bobby Bright de Alabama, Travis Childers de Mississippi y Lincoln Davis de Tennessee, además de Gene Taylor de Mississippi.
Los republicanos negros ganaron dos escaños, y le dieron al GOP sus primeros congresistas afroamericanos desde que J.C. Watts de Oklahoma dejó el cargo en el 2003. Tim Scott ganó en South Carolina, y Allan West fue elegido en Florida.
En el Senado, los republicanos ganaron escaños demócratas en Arkansas, Illinois, Indiana, North Dakota, Pennsylvania y Wisconsin.
El líder de la mayoría en el Senado Harry Reid sobrevivió a una elección difícil, y derrotó a Sharron Angle, miembro de una iglesia bautista del sur.
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Tom Strode es jefe de la oficina de Baptist Press en Washington.
