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Crece la crisis en Pakistán


Nota del editor: Este artículo fue provisto por el Baptist Global Response, socio clave de la IMB en situaciones de desastre.

ISLAMABAD, Pakistán–El panorama del sufrimiento humano en Pakistán es asombroso, y se anticipa que empeore – fue lo que reportaron trabajadores Bautistas del Sur el 23 de agosto desde aquel país golpeado por las inundaciones.

Más de 17 millones de personas han sido desplazadas de sus hogares, y la respuesta de los Bautistas del Sur quizá requiera $1 millon en fodos de auxilio, pero las donaciones hasta ahora apenas han llegado a los $31.000.

El río Indo no llegará a su punto máximo de inundación por algunos días más y puede tardar dos semanas antes de que el río vuelva a su nivel normal porque las mareas altas del Mar Arábigo están haciendo más lenta la retirada del agua, dijo el meteorólogo principal de Pakistán a los reporteros el 24 de agosto. Millones de personas han perdido hogares, posesiones, cosechas y ganado; y las Naciones Unidas ha estimado que 3.5 millones de niños están en alto riesgo por las enfermedades portadas por el agua.

Aun en situaciones desesperadas algunos sobrevivientes han demostrado generosidad hacia otros necesitados dijo Francis Horton, quien con su esposa, Angie, dirige el trabajo del Baptist Global Response en el Sur de Asia.

Horton dijo que su equipo se encontró con un grupo de 85 personas, en su mayoría mujeres y niños, quienes estaban armando un campamento a lado de la carretera después de huir de su pueblo inundado buscando terreno más alto.

“Habían llegado durante la noche y estaban acampando a la orilla de la carretera cerca de un elevado” dijo Horton en un correo electrónico. “No tenían comida y tenían muy poca agua. Hicimos un plan para regresar con comida durante las próximas horas”.

“Angie y yo, junto con nuestros amigos de Indus Christian Fellowship y otra pareja que había venido con nosotros, compramos 26 libras de pollo, 150 piezas de pan fresco y 30 latas de agua y contratamos un camión para llevarlo,” dijo Horton. “Cuando regresamos al campamento, pedimos al líder que nos ayudara a organizar y distribuir las cosas, y lo hizo.”

“Lo más maravilloso sucedió –- algo que nunca había visto en una distribución de comida,” dijo Horton. “Con comida de sobra, el líder dijo, ‘Esto es suficiente para nosotros. Den el resto a alguien más que lo necesite.”

“No podía creerlo,” dijo Horton. “Hay personas en condiciones desesperadas aquí en Pakistán. Vimos personas que han perdido la mayoría de lo que poseen, viviendo en tiendas de campaña improvisadas. Vimos camiones llenos de gente, pueblos enteros, con algunas de sus pertenencias. Y este grupo de gente, tan necesitado como era, quería ayudar a otros.”

“En otro lugar, los residentes de un campamento pelearon con residentes del campamento del otro lado de la carretera cuando el segundo grupo recibió comida, agua y zapatos para niños de un equipo de auxilio,” dijo Horton.

“Con la temporada del monzón muy lejos de acabarse y una segunda inundación acercándose por el río Indo, el desastre en Pakistán y el sufrimiento humano continuarán creciendo” dijo Horton.

“Las masas que esta inundación ha movido son increíbles,” escribió Horton. “La amplitud de este desastre es asombrosa, y continúa. La segunda cresta del río está por llegar al la parte baja del Sindh esta semana, lo que ocasionaría más inundación.”

“Hay varios lugares donde los terratenientes han quebrado diques para desviar el agua de sus tierras. Esto ha causado que el agua llegue a ciudades y pueblos que de otra manera hubiesen permanecido secos.”

“El ejército de Pakistán y organizaciones humanitarias han instalado campamentos para recibir gente desplazada, pero muchas familias están simplemente viviendo a los lados de las carreteras, debajo de árboles en terrenos planos donde parece que permanecerá seco,” dijo Horton. El ha presentado talleres de auxilio en desastres a creyentes pakistaníes, y socios de BGR están estudiando la posibilidad de acompañar a los desplazados cuando regresen a sus hogares para ayudar con esfuerzos de reconstrucción de largo plazo.

El inmenso alcance del desastre significa que los esfuerzos de auxilio de los Bautistas del Sur podrían costar hasta $1 millón, pero las donaciones están muy por debajo de los $446.706 que ya han sido desembolsados de los fondos existentes, dijo Jim Brown, director del Baptist Global Response en Estados Unidos.

“Los Bautistas del Sur siempre han dado generosamente para las necesidades de auxilio en desastres. Son personas que se preocupan por los necesitados,” dijo Brown. “Hasta el 24 de agosto, hemos recibido un poco mas de $31.000 para ayudar en esta situación.”

“El alcance de esta respuesta podría disminuir los fondos de auxilio, hasta el punto de que no podamos responder adecuadamente a un huracán en las Américas u otra crisis como un terremoto en Asia Oriental,” agregó Brown.

“Estamos pidiendo a los Bautistas del Sur que se nos unan en oración urgente por la gente de Pakistán y los países vecinos que están sufriendo tanto por esta inundación,” dijo Brown. “Esta situación crea la oportunidad para que la gente experimente el amor de Dios, gente que quizá de otra manera nunca conociera a un cristiano. También estamos pidiendo oración para que el Señor mueva los corazones de las personas para que den generosamente a fin de que otros puedan entender cómo tener la vida abundante que Dios ofrece.”

Tú puedes ayudar

Tu donación para el Pakistan Disaster Response Fund de la BGR proveerá comida, suministros médicos y otras necesidades para los damnificados de la inundación.
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Mark Kelly es editor asistente de Baptist Press.

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  • Por Mark Kelly