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La pornografía por Internet es un gran problema — incluso en la iglesia


NASHVILLE, Tenn. (BP)–Mucho antes que en 1964 un médico general diera a conocer su reporte mostrando el daño devastador que provoca el fumar, la mayoría de la nación consideraba los cigarros como algo divertido e inofensivo, incluso algo de moda.

Un nuevo reporte revela que los Estados Unidos hoy en día siguen teniendo una actitud inocente muy similar a aquella, ahora en relación con la pornografía por Internet y lo que se necesita hacer para abrir los ojos y ver el impacto destructor de la pornografía no sólo en los individuos sino en los matrimonios, los niños y la sociedad en general – antes de que sea demasiado tarde.

El reporte de 63 páginas, titulado simplemente “El costo social de la pornografía,” fue dado a conocer por The Witherspoon Insitute en Princeton, N.J., y fue firmado por más de 50 eruditos provenientes de una amplia variedad de trasfondos: conservadores y liberales, demócratas y republicanos, ateos y cristianos.

Según el reporte, ya han quedado en el pasado los días en que la pornografía estaba solamente presente en el ámbito de los clubes nocturnos, los pasillos oscuros y los cines para adultos. Hoy en día, la pornografía está fácilmente disponible y al alcance de cualquier bolsillo, y — ya que muchos estadounidenses tienen una computadora personal — sus usuarios pueden permanecer en el anonimato, en casi todos los casos.

“[A]unque la pornografía ha existido por milenios, nunca había estado tan ampliamente disponible o había sido tan usada como en los últimos años,” dijo el reporte. “…Hay evidencia de que más personas –- niños, adolescentes, y adultos –- están consumiendo pornografía –- esporádica, inadvertida o crónicamente -— más que nunca antes.”

La pornografía por Internet, dicen los eruditos, puede ser psicológicamente adictiva e incluso puede alcanzar los niveles de lo que los psicólogos llaman una adicción “compulsiva” –- es decir, que continúa “a pesar de las consecuencias negativas” que tiene para una persona.

Parecido a lo que se necesita para los cigarros, el reporte dice que toda la pornografía –- impresa o digital — “debería de anunciar una advertencia” acerca del potencial adictivo y posibles daños psicológicos.

¿De qué tamaño es el problema? El reporte cita un estudio del 2008 hecho a estudiantes de licenciaturas y maestrías universitarias, de entre 18 y 26 años, y mostró que el 69 por ciento de los hombres y el 10 por ciento e las mujeres habían visto pornografía más de una vez al mes. Pero no sólo hablamos de los adultos. En el 2009, la cuarta palabra que los niños de 7 años o menos buscaron en el Internet era “pornografía,” según la información provista por OnlineFamily.Norton.com. En cuanto a todos los niños –- aquellos de hasta 18 años — la palabra sexo era la cuarta, pornografía la quinta.

Hollywood hace 400 películas pornográficas para la industria de produce más de 11,000.

El reporte no citó ninguna información específica sobre los cristianos que usan la pornografía por Internet — no existen datos dignos de confianza al respecto — pero Richard Land, presidente de la Comisión de Ética y Libertad Religiosa de los Bautistas del Sur, dijo que el problema es muy real entre los creyentes. Denominó a la pornografía por Internet como “quizás el mayor reto que enfrentan los cristianos hoy en día.”

“Estoy convencido que millones de hombres y niños están siendo destruidos por la pornografía, y las estadísticas muestran que también las mujeres y niñas están uniéndose a tales cifras,” dijo Land. “Está pervirtiendo su habilidad para ser compañeros en un matrimonio santo, y es una de las mayores causas de divorcio. La pornografía es un mal que crece fuertemente en la oscuridad. Y la triste realidad es que los creyentes no son inmunes de ninguna manera, forma o método ante sus encantos.”

Daniel Weiss, de Focus on the Family, está de acuerdo.

“La iglesia necesita preocuparse por esto,” dijo Wess a Baptist Press. Él es el analista principal de medios de masivos de comunicación y sexualidad. “Me preocupa que la iglesia no está hablando sobre esto tan seriamente como debiera. El número de personas que vienen a este ministerio buscando ayuda es muy grande.”

“La prueba de tu carácter es lo que haces cuando nadie te mira. Eso se aplica al Internet también, y mucha gente está fracasando en esta prueba en cuanto al material en cuestión. En parte es porque es algo tan adictivo. Es como poner una droga muy tentadora encima de la mesa y luego sólo decir, ‘No la voy a tocar.’ Mucha gente la va a probar si están ahí sentados el tiempo suficiente. [La pornografía] atrae a las personas, y también a los cristianos.”

El uso de la pornografía entre los cristianos es lo suficientemente significativo para mostrar que un número mayor de ministerios y editoriales cristianas están dando a conocer materiales diseñados para fomentar la pureza mental y ayudar a aquellos que son adictos. El libro ‘La batalla de todo hombre’ (de Stephen Arterburn, Fred Stoeker y Mike Yorkey) sigue siendo un recurso popular y ha visto derivados dirigidos a los jóvenes, hombres solteros, mujeres e incluso grupos pequeños. El cantante cristiano Clay Crosse escribió un libro junto con su esposa Renne (‘I surrender all: Rebuilding a marriage broken by pornography’) detallando su victoria sobre la adicción a la pornografía. El ministerio Freedom Begins Here (FreedomBeginsHere.org) tiene un “estuche de uso personal” para los individuos así como recursos para grupos pequeños donde se presenta a Gary Smalley, Ted Cunningham y Mark y Deb Laaser. Y el grupo Music for the Soul ha hecho un DVD titulado “Somebody’s Daughter” (www.somebodysdaughter.org) presentando los impactantes testimonios de cuatro hombres cristianos que fueron adictos a la pornografía. El DVD también incluye el testimonio de una esposa. Music for the Soul también vende una guía para discusión y un CD con canciones para acompañar al DVD.

La Comisión de Ética y Libertad Religiosa de los bautistas del sur (ERLC.com/pornography) y Focus on the Family (PureIntimacy.org) cuentan con recursos disponibles vía Internet.

Cada computadora en el hogar, dicen los ministerios, debe tener un filtro anti-pornografía. (Dos de los más populares pueden descargarse en InternetSafely.com y BSecure.com.)

“Podemos intentar descartar la pornografía en la iglesia y decir, ‘Bueno, no es tan mala, porque realmente no dormí con otra persona.’ Pero Jesús fue claro en eso,” dijo a BP Steve Siler de Music for the Soul. “él dijo que si deseaste a una mujer en tu corazón ya has cometido adulterio. Eso no es una parábola difícil de entender.”

El impacto negativo de la pornografía en los matrimonios no puede ser subestimado, advierte el reporte. Cita una historia que apareció en la revista Times acerca de una reunión en el 2003 de la Academia Americana de Abogados Matrimoniales, donde el 62 por ciento de los 350 asistentes dijo que “el Internet tuvo un papel significativo en los divorcios en el año pasado, con un interés excesivo en la pornografía por Internet como un contribuyente en más de la mitad de tales casos.” Y, para los matrimonios que sobreviven, la pornografía causa que los hombres pierdan el deseo de tener relaciones sexuales físicas con su esposa, dice el reporte.

Como escribiera Pamela Paul, una de las que firmó el reporte, la pornografía por Internet toca “todos los aspectos” de la vida de un adicto. Ella escribió un libro en el 2005 acerca de la adicción a la pornografía, bajo el título “Pornified.”

“Sus días laborales fueron interrumpidos, sus pasatiempos puestos a un lado, las vidas de sus familia fueron perturbadas,” escribió Paul. “Algunos hombres incluso han perdido su trabajo, su esposa y sus hijos.”

El reporte cita a un científico que dice que las personas que usan la pornografía frecuentemente abren “nuevos mapas” en sus cerebros con base en las fotografías y videos que ven. Esos nuevos mapas desarrollan una “sed para ser estimulados,” tan intensa que los hombres sentados frente a la computadora parecen ratas de laboratorio, “presionando la tecla para recibir una dosis de dopamina o su equivalente.”

Magnificando el problema, la pornografía por su propia naturaleza, desensibiliza al hombre tanto que las imágenes que alguna vez le parecieran asquerosas ahora son atractivas; para alcanzar el mismo “efecto” deben probar algo nuevo, dice el reporte. La resbalosa cuesta abajo incluso puede llevarlos a ver pornografía infantil, advierte el reporte.

Esta investigación también cita un estudio hecho por la Universidad Princeton en el 2009 donde se usó el MRI para estudiar la actividad del cerebro. El estudio mostró que “después de ver imágenes pornográficas, los hombres miraban a las mujeres más como objetos que como seres humanos.”

La pornografía es, según el reporte, “una de las mayores enfermedades sociales.”

“El triángulo del consumo, dependencia y adicción a la pornografía claramente no es el único problema que enfrenta nuestra sociedad. Sin embargo, también es un problema serio. Así como uno que no se ha reconocido como tal, lo cual es la razón por que la cual quienes firmaron el reporte invitan a todas las persuasiones de creencias y políticas a que pongan atención al registro empírico de sus daños,” dijo el reporte. “Aquellos que ignoren el registro lo hacen en perjuicio de la sociedad a la cual está formando, no tan sólo por el daño a los adultos entre nosotros, sino por los otros que seguramente merecen convertirse en adultos en un mundo menos sobresaturado de imágenes pornográficas.”
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Michael Foust es un editor asistente de Baptist Press. El libro The Social Costo f Pronography está disponible a través de Amazon.com ($5, más gastos de envío).

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  • Por Michael Foust