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EDITORIAL: ¿Cambiar lo bueno en malo?


NASHVILLE, Tenn. (BP)–Al final del segundo día de la creación se hace por primera vez en la Biblia una declaración que luego se va a repetir algunas veces. Dice en Génesis 1:10 “… y vio Dios que era bueno.” Esta especie de “control de la calidad divino” se repite al final del tercer, cuarto, quinto y sexto día de la creación. Me he preguntado muchas veces qué se nos está queriendo decir o enseñar por medio de esa expresión, tan común para el hombre y tan poco común para Dios. Él es perfecto, y todo lo que hace es perfecto. No hay dudas al respecto.

Génesis 1:31 enfatiza la misma idea al expresar que el creador se DETUVO a ver TODO lo que había hecho y entonces “…comprobó que era bueno en gran manera.” ¿Tenía Dios alguna duda acerca de su capacidad para crear algo perfecto? Yo no lo creo. ¿Debía asegurarse Dios de que todo funcionaria de acuerdo a lo planeado? No me parece adecuado a la forma de actuar de Dios, ni de acuerdo a su naturaleza divina. ¿Por qué entonces la insistencia de Moisés, bajo la influencia del Espíritu Santo, de recordarnos que lo creado por Dios era perfecto y que Él mismo se ocupó de comprobar que era bueno?

Toda la creación de Dios era y es buena. Todo fue creado con santidad y amor, pero desde el principio el “enemigo” se afanó mucho por cambiar lo bueno en malo, o por lo menos en hacernos creer eso. El objetivo de Satanás fue y es, luchar contra Dios y oponerse a su autoridad. ¿Qué mejor cosa para tratar de lograr sus propósitos que luchar por alterar el equilibrio de lo creado por Dios para desestabilizar lo que era perfecto?

La primera aparición que se registra de Satanás es en el Huerto del Edén y es justo cuando por primera vez trata de romper la armonía de la creación divina, cuando logra con éxito que el hombre creado por Dios, a su imagen y semejanza, desobedezca a su creador y rompa la perfección. Dios le dio al hombre “libre albedrío” que es muy bueno, y el diablo aprovechó esa ocasión para que eso bueno llevara al hombre a hacer algo malo, desobedecer a Dios. Pecar contra el Creador y por esa razón perder la relación que tenía con Él.

Aunque Satanás está condenado y su fin está escrito, no por eso ha cesado su guerra en contra de Dios y de los suyos, usando a todas sus huestes de las que se nos dice en la Biblia que son “principados y potestades.”

Uno de los puntos favoritos de ataque de Satanás es TODO lo que fue creado por Dios y que Él mismo “comprobó que era bueno.” Si nos ponemos a pensar por unos minutos en aquellas cosas que atentan contra nuestro medio ambiente, que es justo el resultado de la creación divina, veremos que casi siempre hay una buena ración de pecado en ellas.

Detrás de la fábrica que contamina las aguas de un río encontramos un afán desmedido de riquezas. Oculto detrás un derramamiento de petróleo en el océano o en una bahía, hay un incumplimiento de alguna norma de seguridad por alguien que en lugar de estar cumpliendo con las obligaciones por las que le pagan, estaba durmiendo o emborrachándose. Siga usted por sí mismo pensando en otros ejemplos y verá que la lista es muy larga, y que por lo general, detrás de lo ocurrido esta la siniestra mano de Satanás y sus huestes.

Estoy convencido de que es necesario que los cristianos nos sensibilicemos con el problema y nos convirtamos en activos defensores de TODO lo que fue creado por Dios ya que Él mismo comprobó que TODO era bueno. Pienso que esto también es parte de la lucha que estamos llamados a librar en contra de Satanás y sus huestes de maldad. Estamos llamados a evitar con todas nuestras fuerzas que el enemigo pueda convertir las cosas buenas que Dios hizo, en algo malo y perjudicial.

Pero de nuevo quiero llamar la atención en el sentido de que tenemos que estar bien alertas, ya que el diablo seguirá tratando de cambiar todo lo bueno en malo, incluyendo nuestras acciones. De manera que no debemos confundir a la creación con su Creador. Lo que quiero decir es que solo Dios es digno de nuestra adoración y alabanza incluyendo nuestro servicio y entrega incondicional a Él. Nuestro amor, respeto y cuidado de la creación debe ser una consecuencia de nuestra relación con Dios y no una causa o fin en sí misma. No podemos convertir a la creación en el objeto de nuestra adoración, pero el enemigo tratará sutilmente de convencernos para hacernos creer que eso es lo que debemos hacer.

Solo a Dios debemos de honrar y alabar por ser nuestro Creador, Rey y Señor y cuidando de su creación le daremos a Él gloria honra y honor. Pero no podemos hacer, de algo de lo creado por Él un dios. Eso es lo que pretende hacer Satanás, para una vez más tratar de cambiar lo bueno en malo.
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Oscar J. Fernandez es el editor jefe de LifeWay Español para Adultos de Leadership & Adult Publishing, LifeWay Church Resources en Nashville, Tenn.

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  • Por Oscar J. Fernandez