fbpx
Articulos en Español

EDITORIAL: Mostremos el amor


NASHVILLE, Tenn. (BP)–En el momento de escribir estas líneas los noticieros de TV y radio, nacionales y locales no hacen más que transmitir las dantescas escenas de los daños que ocasionaron los tornados que azotaron el Sur de los Estados Unidos hace dos días.

Al sur de Tennessee, desde el condado de Williamson hasta el de Macon, por doquier hay pedazos de lo que fueran casas, escuelas, negocios y luto por la pérdida de seres queridos. En Lafayette una comunidad de casas móviles fue prácticamente barrida del mapa. En el lugar en el que trabajo, muchos familiares de empleados fueron seriamente afectados. Yo me encontraba en casa cuando las sirenas comenzaron a sonar anunciando que había algún tornado que había tocado tierra en las inmediaciones, por lo que todos tuvimos que dejar lo que estábamos haciendo para buscar refugio en el lugar más apropiado de la casa.

Es un hecho innegable que lo inesperado nos puede tomar por sorpresa en cualquier momento. Nuestra vida se puede ver afectada de innumerables maneras. Vivimos en una sociedad llena de peligros y que está cambiando constantemente.

Desde la noche del martes he pensado muchas veces en las familias que vieron cuando el viento destrozaba sus casas, y en muchas ocasiones, todo cuanto poseían. La hija de un compañero de trabajo que estudia en la Union University dio un reporte breve pero patético de su situación. Estoy bien. Dijo. Y añadió, pero lo perdí todo. Hasta mi auto voló y quedó destrozado con las ruedas para arriba.

Vivimos en un mundo que sufre. Estamos rodeados por personas que están experimentando alguna pena. Tal vez no nos hayamos dado cuenta, pero aquellos que saben que somos cristianos, desde nuestros vecinos, compañeros de estudio, compañeros de trabajo hasta nuestros enemigos, nos miran buscando en nosotros algo de lo que nos debe caracterizar como cristianos.

Muchos se preguntan por qué pasan estas cosas. Y aunque pudiéramos especular mucho, la respuesta no es fácil. Sin embargo, cuando ocurren desastres, lo primero que viene a mi mente es lo que dice el Apóstol Pablo en 1 Corintios 13. “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas, y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena, o címbalo que retiñe.” Paradójicamente, el mundo en el que vivimos se destaca por la falta de amor.

Esta palabra de cuatro letras se usa tanto, que en muchos casos ha perdido su significado. La expresión: te amo, se ha convertido en una especie de estribillo vacío de sentido.

Pablo no solo contrapone el amor sino que lo eleva a la categoría máxima, y no cualquier clase de amor, se refiere al amor ágape que trata de describir en este capítulo de su primera carta a los corintios.

Dios es amor, y el mundo espera que los cristianos mostremos ese amor del padre. No es solamente que hagamos cosas. No es solo que repartamos nuestros bienes. No es tampoco que trabajemos hasta el agotamiento. Es que sintamos, mostremos y expresemos el amor de Dios en cada acción que hagamos, en cada cosa que digamos y en cada pensamiento que tengamos. Y lo más importante, que lo manifestemos no solo a nuestros familiares, amigos y a los que nos caen bien, sino aun a aquellos que nos son difíciles de soportar y de manera especial a nuestros enemigos.

Cuando tragedias como la que acaba de azotar el sur de los Estados Unidos se presentan, siento que Dios nos llama de una manera especial para que en cualquier lugar que estemos resplandezcamos y seamos un reflejo de su amor y compasión por el mundo. No de un amor cualquiera, sino de su amor ágape por la humanidad. Como ha dicho Max Lucado en su libro 3:16 Los Números de la Esperanza: “Cuando un 9/11 trajo dolor y confusión, un 3:16 mostró el amor y trajo la esperanza.”

Sí, el amor de Dios es tal que dio a su Hijo para que TODO el que cree en él no se pierda y tenga vida eterna. Esto es lo que se expresa en el Evangelio de Juan capítulo 3 versículo 16. Y justo ese es el tipo de amor que nosotros estamos llamados a mostrarle al mundo. ¿Difícil? Claro que lo es. Nadie ha dicho que la vida del cristiano es fácil y sin problemas. El propio Jesús dijo que nuestro camino era estrecho. Hoy, ante la tragedia que han ocasionado los tornados, debemos mostrar nuestro amor, y más importante aun es que lo hagamos cada uno de los días de la vida que nos quede por vivir en este mundo.

Pudiéramos decir que hoy AMAR es la palabra de orden, pero tenemos que hacerlo de la misma manera en la que Dios nos ama a nosotros. Tome un momento. Deje por unos minutos el ajetreo cotidiano y medite en el amor de Dios y piense cómo lo está mostrando al mundo que le rodea. Siempre hay algo más que podemos hacer. Estamos viviendo días especiales en los que estamos llamados a mostrar el amor de Cristo al mundo. No debemos dejar pasar por alto esta oportunidad.
–30–
Oscar J. Fernandez es el editor jefe de LifeWay Español para Adultos de Leadership & Adult Publishing, LifeWay Church Resources en Nashville, Tenn.

    About the Author

  • Por Oscar J. Fernandez