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EDITORIAL: El servicio poco reconocido, pero importante del misionero


SAN ANTONIO, Texas (BP)–Se ha dicho que la mejor defensa es una buena ofensiva. Las fuerzas aliadas ciertamente lo hicieron cuando confrontaron los poderes del Axis. La segunda guerra mundial termino en victoria para los aliados por la costosa determinación de llevar el pleito al adversario tanto en África, Europa, y las islas del pacífico.

La cuestión de la inmigración ilegal en los Estados Unidos es compleja y no creo que haya solución única. Pero la iglesia tiene un ejército de misioneros en el extranjero, los cuales pueden impactar para bien los países ofensores y así quizás ayudar a eliminar los problemas económicos que causan la inmigración ilegal.

Guillermo Carey, conocido como el padre del movimiento misionero moderno, tenía en su corazón evangelizar al mundo que nunca había oído de Jesús. Fue a India y los primeros años fueron difícil, pero si tuvo éxito en mejorar la cultura a la cual ministraba. En 1829 el Concilio de India pasó una ley aboliendo la práctica de quemar viudas junto con los cuerpos de los esposos difuntos. Carey laboró por ver la ley contra la práctica de Sati ser eliminada y esto resulto en un gran bien para la nación.

Nuestros misioneros de hoy, aparte de llevar el evangelio, también impactan para bien las comunidades donde sirven. Muchos sirven en las áreas de medicina, enfermería, agricultura, ingeniería y sanidad pública, alfabetismo, y mucho más. Cuando vamos a tierras lejanas con el mensaje de salvación creemos que tiene un mandato social lo cual mejora la vida de la gente. No es por nada que Jesús identifica a los suyos como aquellos que dan de comer y beber, y curan y abrigan al necesitado (Mateo 25:31-46).

Pero debemos ser realistas. No mandamos misioneros con la ilusión que tales esfuerzos pueden cambiar la situación en un país subdesarrollado del día a la noche. No creo que las condiciones que han creado esta gran migración de un país a otro se despejaran como la neblina de la mañana. Nuestra motivación principal es compartir el evangelio, y dar alivio a la situación grave al momento. Dios hará de ello lo que solo él puede hacer; y él puede hacer mucho.

En Isaías 55:10-11, Dios declara un gran realidad: “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía…”

Los beneficios del evangelio son tanto inmediatos como a largo plazo. Dios ayuda al que siembra, al que tiene la responsabilidad de producir para él, su familia, su pueblo, y su nación. El que siembra, lo hace para mañana, en esperanza y fe. Pero el evangelio también trae alivio inmediato al que come, pues el hambriento no puede esperarse hasta la siega para satisfacer su hambre. Debemos apoyar todo esfuerzo misionero pues, aunque no lo veamos al momento, también estamos sembrando semillas de dicha pare el futuro del país.

En estos días de tensión por el problema crítico de inmigrantes no documentados oremos que Dios bendiga las tierras de donde vienen. Siempre hay la posibilidad que un gobierno cambie y traiga alivio a los suyos. Oremos que germine de tal manera el evangelio que familias no tengan que ser destrozadas por causa de la necesidad.

Cuando el imperio de Japón por fin se rindió en Mayo del 1945, el General Douglas MacArthur extendió un llamado para que miles de misioneros cristianos fueran a Japón con el evangelio. MacArthur pensaba que el evangelio podía retardar la ideología militarista que impulsó Japón en su agresión.

¿Sabia MacArthur algo que nosotros a menudo olvidamos? Mientras que nuestros políticos seguirán buscando la solución al problema de la inmigración ilegal, quizás la permanente solución la tenemos nosotros y en nuestros misioneros que tienen la capacidad de cambiar el mundo para bien en el glorioso nombre de Jesús.
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Rudolph D. González es el decano de la Southwestern Baptist Theological Seminary William R. Marshall Center for Theological Studies, San Antonio, Texas. Estudios hispanos, Southwestern Baptist Theological Seminary: http://www.swbts.edu/hispanicstudies/sp/.

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  • Por Rudolph D. González