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Moderación, no revolución, es el mensaje de las elecciones en Latinoamérica, dicen los observadores


NASHVILLE, Tenn. (BP)–Después de décadas de polarización entre las guerrillas marxistas y los dictadores militares, las democracias de Latinoamérica pudieran al fin encontrar la vereda hacia la moderación y la estabilidad, según los observadores de las recientes elecciones presidenciales.

En las 12 elecciones presidenciales de los últimos 13 meses, cerca de 500 millones de ciudadanos de Latinoamérica han podido expresar su preferencia política — y salvo algunas excepciones — escoger candidatos que representan a la moderación y la reforma, en lugar de la agitada retórica de la revolución.

Las excepciones más notorias fueron Venezuela, donde el protegido de Fidel Castro, Hugo Chávez, retuvo el poder, y Bolivia, donde el autoproclamado socialista Evo Morales fue empujado a la posición. Pero en la mayoría de los países latinoamericanos parece que los votantes buscan un término medio que evite los extremos de la derecha y de la izquierda.

En México, una victoria apretada para Felipe Calderón — y su exitosa toma de poder a pesar de la agitación provocada por el partido de oposición- dio continuidad a las reformas políticas y económicas del predecesor de Calderón, Vicente Fox, dijo Thomas Black, un corresponsal en México de Bloomberg News. Quizás lo más importante sea que la triunfante transición demostraría la habilidad de México para conducir elecciones democráticas a pesar de las amenazas radicales de paralizar el país con demostraciones y huelgas.

El nuevo presidente de Chile también salió del mismo partido que su predecesor, y aunque Nicaragua y Ecuador eligieron líderes de izquierda, estos nuevos presidentes moderaron su retórica después de la elección.

“Si las políticas de Latinoamérica se están moviendo en alguna dirección, es hacia la moderación y la democracia,” escribió el ganador del Premio Nóbel, Oscar Arias, luego de ganar su segundo mandato como presidente de Costa Rica en febrero del 2006. “La época de la dictadura ideológica en la región terminó, salvo unas pocas excepciones desafortunadas.”

Sin embargo, la elección de Morales en Bolivia representó una tendencia hacia la democracia porque las elecciones fueron libres y justas y porque Morales es un miembro del pueblo indígena Aimara — es el primer presidente de origen indígena en la historia de Bolivia, recalcó Arias.

La elección en Ecuador puso en competencia a Álvaro Noboa, el hombre más rico del país, en contra de Rafael Correa, un profesor universitario y ex ministro de economía del país. Correa, quien ha sido descrito como “un devoto católico evangélico,” dirigió un mensaje populista diseñado para atraer a la gente que ha sufrido por el súbito aumento en la taza de pobreza en Ecuador en las últimas dos décadas. Derrotó a Noboa por un puntaje del 16 por ciento en la segunda vuelta de la elección.

“Durante la campaña, ambos candidatos hicieron promesas demagogas de proveer vivienda y programas de bienestar para el pobre,” escribió Rafael Azul, un reportero de Ocnus.net. “Correa se presentó como un reformador anticorrupción y enfatizó su oposición por la propuesta de ‘libre comercio’ con los Estados Unidos. Acusó a su oponente de rendir la soberanía nacional de Ecuador y transformarlo en una república bananera.”

Los ecuatorianos, como muchos en Latinoamérica, votaron tanto en contra de las antiguas maneras como a favor de la oposición, dijo un norteamericano en ese país, quien pidió que su nombre no se diera a conocer.

“Un taxista ecuatoriano lo resumió muy bien al poco tiempo de que terminara la primera vuelta de votaciones que colocaron a Noboa y a Correa en una segunda vuelta,” declaró. “El taxista dijo que el país estaba siendo forzado ahora a votar por dos extremos, la derecha o la izquierda. Noboa representaba la extrema derecha, las viejas maneras del rico y corrupto. El otro candidato no tenía experiencia, joven y a la izquierda del centro. Su retórica estaba alejada de la extrema izquierda. Los ecuatorianos preferirían a alguien en medio de los dos, pero no tuvieron esa opción.

“Muchos creyentes votaron a favor de Correa. Su voto no fue realmente por Correo pero en contra de las viejas maneras,” añadió. “Están hambrientos de algo diferente. Correa, aun con su fuerte retórica izquierdista, parece estar moviéndose un poco al centro con su retórica, ahora que ya es el presidente electo. Parece que entiende que no puede hacer todo lo que dijo que haría y todavía mantener sus relaciones con el resto del mundo.”

Incluso en Venezuela, la realidad ha llegado para el feroz presidente, Hugo Chávez, cuyo estilo controversial ha sido etiquetado ya como “chavismo.” La retórica radical de Chávez no ha sido acompañada por cambios significativos en las condiciones de vida de los pobres, dijo Antonio González Plessman de la organización venezolana de derechos humanos PROVEA. No sólo se ha ganado la antipatía de la clase media y del sector de negocios, sino que Chávez también ha perdido parte de su base de apoyo entre los pobres.

Muchos observadores están siguiendo de cerca a Cuba, donde el deterioro de la salud de Fidel Castro está ensombreciendo la región.

“Es claro que la transición está en camino,” dijo Peter Hakim de Inter-American Dialogue en una entrevista con Voice of America. “Las probabilidades de que Castro vuelva a ocupar la presidencia se ven muy distantes ahora. Su muerte traerá algunos cambios.

“No sabemos cuál sea la interacción de fuerzas dentro del liderazgo [cubano] y cómo se desarrollen.”
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  • Por Mark Kelly